Comentario por Luis Pérez “Simpson”
Navegando en la red me encontré un video al que
podría clasificar categóricamente con el adjetivo de chusco, sin embargo
dentro de su gracia y picardía dicho video contiene varios elementos que nos
invitan a la seria reflexión, sobre todo en las actitudes y posturas que
muchos de nosotros voluntaria o involuntariamente tomamos dentro del ambiente
del baile de salón.
2.- La idea errónea de creer que ninguna pareja en
la pista podrá superarnos.
3.- Por otra parte, se puede notar fácilmente el
espíritu obsesivo y demoledor de la rivalidad anteponiéndola a la esencia lúdica
del baile de salón. El sentimiento de odio producto de una rivalidad efímera,
esto es la antítesis del baile de salón.
4.- Aquí también podemos observar el exhibicionismo
en su máximo esplendor.
5.- No podría faltar en este exhibicionismo el
uso del abanico como recurso escenográfico y elemento distintivo con
relación a la otra pareja. Nótese la expresión con que la dama toma y maneja el
abanico.
6.- Algo muy común en los salones de baile y plazas
públicas es el enojo y en ocasiones hasta motivo de insulto cuando accidentalmente
se choca con otra pareja. Amigos danzoneros, cuando suceda esto ofrezcan
disculpas, me atrevo a decir que el 95 % de esos choques son accidentales.
7.- El recurso de la acrobacia para superar a
las otras parejas. No es necesario levantar sobre tus hombros a tu pareja como
si fuera un costal de papas y menos en una pista de baile, las acrobacias
son para los circos y alguno que otro payaso. Solo en caso de se trate de
un espectáculo o concurso de baile acrbático.
8.- Algo reprobable es la seña obscena de la
“gorda” como venganza hacia las jóvenes damas quienes se burlaban de su
corpulencia como obstáculo para bailar.
9.- Un buen gesto es la felicitación respetuosa
y sin aspavientos del caballero a la dama con quién bailó.
10.- Otro buen gesto es el reconocimiento que
da con sinceridad la dama de la pareja “perdedora” hacia la pareja “ganadora”
(aunque no se trata propiamente de un concurso formal, el publico con su
aplauso dictaminó cual era la pareja que mejor bailó), en este momento se acaba
la rivalidad y aparece la honestidad y sobretodo la humildad.
11.- Para finalizar, quizá aquí se cumple una regla
no escrita pero que deambula en el ambiente del baile de salón que dice “El
buen bailador, mata carita”
Pues bien, estimados amigos danzoneros dispongámonos
a disfrutar del video:
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