Por: Enrique Guerrero “Aspirante Eterno”
Saludos a la comunidad danzonera:
Me he nutrido del entusiasmo con que Luis Pérez “Simpson” maneja para
mantener circulando su Boletín Danzonero
allá en la capital del país y volver a escribir y compartir mis reflexiones con
la comunidad danzonera, esto fue en el
evento de Primer Aniversario de ¡!HEY,
FAMILIA….. ¡¡¡ que Radio y Televisión Querétaro produce cada
sábado, en que tuve la buena fortuna de estar frente a frente con éste
personaje y por fin conocernos de manera física, aunque por el ciberespacio
hemos compartido muchos conceptos con que se rodea el Danzón y que han sido tan
afines, que renació en mí persona ese sentimiento de que nos conocemos de
muchos años, al igual que nos sucedió entre
Javier Rivera Romero, el
legendario Danzonero X, y su
servidor. Este personaje que por amor al arte y pasión por difundir el
Danzón, nos regala toda la información
acerca del universo del Danzón, en donde
podemos obtener Danzones desde
Comentando con Luis Pérez acerca del
entusiasmo y el ambiente que se generó durante el Aniversario, y de la música
con que nos regaló a la comunidad danzonera de Querétaro y sus alrededores, la
dirección de
Ya en la serenidad del hogar, me
enfrasqué en construir un silogismo con este tema de las formas de bailar
Danzón, y uno de ellos es la similitud de estas formas con la joyería, silogismo es “argumento
que consta de tres proposiciones, la última de las cuales se deduce
necesariamente de las otras dos” siendo la primera bisutería o joyas falsas, las chapadas en oro y las de quilates certificado, de esa manera
existe el bailar Danzón usando ropajes relucientes, haciendo saltar
el cerebro del observador por la
agresión visual, sin embargo su interior es solo cobre, lo confirman al tiempo
que bailan Danzón, usando el recurso de la acrobacia,
continuaríamos con el de chapa de oro,
como considero a las rutinas danzoneras, que solo por la superficie pareciera
Danzón sin embargo se encuentra lejos de serlo, ya que la percepción del
observador le encuentra tan ajena al verdadero, el de 24 quilates, el que tiene brillo natural, el que hace
sublimarse a la pareja, irradiando ese brillo de autenticidad que da la
comunión del gozo que las notas de un danzón emana durante su ejecución.
Siento que la influencia de los
altísimos costos actuales del oro me han hecho hacer éstas consideraciones, y
el gusto por el Danzón reanima mi pasión por plasmar éstas reflexiones que no buscan agradar, ni
dar disgusto a nadie, solamente es para mí desasosiego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario