BIENVENIDOS A SU DANZOTECA 5

Su amigo, Ing. Javier Rivera (Danzonero X), les da una cordial bienvenida a este nuevo espacio alternativo donde pondré el historial de documentos, textos y materiales relacionados con el danzón y sus circunstancias. Cualquier aportación será bien recibida.

sábado, 6 de abril de 2024

EL COMIENZO

 Por Leonardo Rosen

Extracto del Boletín Danzón Club No. 163 (Septiembre, 2023)

Confieso que, en este momento no tengo nada que decir sobre el danzón en México, en cambio, prefiero contarles como empecé a bailar en mi ciudad natal, Nueva York, y además mi desarrollo e historia como bailador social.

Como niño, viví en el Bronx, uno de los cinco condados de NYC, en barrios no de lo mejor y habitando en aquel entonces en un "proyecto", es decir, una unidad de vivienda del gobierno. Entre nuestros vecinos había muchas familias afroamericanas y puertorriqueñas, pero, mi familia no pertenecía a esas etnias, sino de migrantes de Europa. Yo socializaba con muchachos y muchachas "negros" y "boricuas", siempre observando y aprendiendo sus formas de ser, de hablar, de moverse y de bailar con la música de sus preferencias. Los negros (afroamericanos) bailaban con "rhythm and blues", después llamada "rock and roll". Su movimiento corporal era más libre y relajado que el de los muchachos "blancos". Las negras me enseñaron a bailar el "bop", uno de sus bailes típicos. Los "boricuas" también bailaban el “rock and roll”, pero también tenían sus propios ritmos "latinos", mambo, chachachá, son montuno, etcétera. Su movimiento corporal también era más libre y relajado que el de los blancos, esas muchachas también me enseñaron su estilo. Siendo muy joven, no me daba cuenta que esas dos etnias tenían algo en común: la influencia africana, por eso, se movían de una forma más libre que la de los muchachos blancos, y me gustaba mucho.

Sin embargo, a la edad de unos doce años, tomé clases de baile social en un centro comunitario, donde una estudiante universitaria muy atractiva impartía las clases, y por eso, yo quería aprender todo lo que nos enseñaba. Aquí, aprendí los bailes sociales de los blancos: fox trot, vals, polka, lindy hop, etcétera. Y, ¿El baile latino? Pues, había un baile latino, la "rumba", de tipo enseñado a los blancos no latinos por Arthur Murray Studios y tocado por Xavier Cugat y su Orquesta. Especialmente, recuerdo la grabación de "Miami Beach Rumba" de Cugat. (He escrito varias veces que creo que esa "rumba" es una de las bases del danzón mexicano al estilo académico.) Yo quería estudiar este tipo de baile porque en aquellos tiempos (los 1950), un muchacho quería bailar bien en los bailes de escuela para atraer a las muchachas. Bailar era una gracia social, muy diferente a la de hoy en día, en donde muchos jóvenes no saben bailar ni quieren aprenderlo.

Estudiaba en la Universidad al comienzo de la generación de los "hippies", 1960. Había un rechazo de los "viejos valores". "Miami Beach Rumba" no me servía para nada en ese ámbito ya que se vivía la era de "sexo, drogas y rock and roll". Después de graduarme, vivía en el East Village de Manhattan, el barrio predilecto de los hippies, solíamos ir a salones con la música "rock" a volumen altísimo y las brillantes luces psicodélicas. Los jóvenes bailaban "libres", es decir, se movían sin forma y sin control, como si fueran locos. Recuerdo el nombre de un salón muy famoso de este tipo, el "Electric Circus" (el "Circo Eléctrico"), para decir la verdad, no me sentía en mi mero mole en ese ambiente, a pesar de mi pelo largo y mi barba.

Al final de los años 1960, me encontraba harto de lo hippie y lo psicodélico, por lo que, decidí a volver al baile latino. Un "D.J." venezolano había inventado el término "la salsa" para la música que se había llamado "son montuno", o en NYC, simplemente "latino" ("Latin", en inglés). Esta era la música bailable predilecta de la comunidad latina. Definitivamente, era la época dorada de la salsa. Podíamos frecuentar grandes salones de baile con nombres como Club Broadway, Casino 14, Corso, Casablanca, Ochentas, etcétera. (El Palladium Ballroom ya se había clausurado). Bailábamos con las mejores orquestas: Machito, Tito Puente, Johnny Pacheco y Celia Cruz, Charlie Palmieri, Eddie Palmieri, Fajardo y sus Estrellas, Orquesta Broadway, la Típica Novel, la Sonora Ponceña, el Gran Combo, Ray Barretto, Orquesta Harlow, Willie Colón y muchas más. Como ya he escrito, escuché y vi por primera vez el danzón cubano, tocado en esos tiempos por las orquestas charangas de NYC. Ahora, por fin, ¡Yo estaba en mi mero mole!

Fue un gran privilegio y una gran bendición vivir y bailar en esos tiempos tan maravillosos. Les agradezco a mis compañeros y compañeras afroamericanos y latinos de NYC todo lo que me enseñaron de su música y su baile.

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INSCRIPCION A LA ASOCIACION MEXICANA DE DANZONERO

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