Pina Barusch, Coreografía y Danzón

 Por: Luis Pérez    “Simpson”       noviembre de 2011

Extracto del Boletín Danzón Club No. 22 (Noviembre, 2011)

 Dentro de los prestigiados coreógrafos ampliamente reconocidos a nivel internacional se encuentra Philippine “Pina Barush”, que es considerada como una gran renovadora de la danza y no solo eso, ya que según la opinión de los críticos expertos en materia, la llamaron “La mejor coreógrafa del siglo XX”.

Esta sensacional coreógrafa, bailarina y maestra de danza nació el 27 de julio de 1940 en Solingen, Alemania, llegando a ser la primera bailarina de formación moderna que ingresó a la institución teatral más cerrada de Alemania, el “Folkwang Ballet”. Su amplia visión de la coreografía fue tal que le proporcionó a la Danza-Teatro una escritura de cuerpo totalmente contemporánea. En la obra de Pina podemos encontrar esa gama de sentimientos profundos de la humanidad y frecuentemente decía "No me interesa cómo se mueve el ser humano, sino aquello que lo conmueve. Mis obras crecen desde dentro hacia fuera"

Dentro de este medio artístico denominado Danza-Teatro o Teatro Baile, crea su propio  estilo el "Look Pina" que se identifica por sus decorados, vestuario que dan la base para interpretar un mundo lleno de formas, es en sí una visionaria del ser que encuentra su expresión más allá de las palabras.

En la obra de Bausch se pueden observar las combinaciones de varios tipos de música que van desde éxitos populares hasta la música clásica, y combina además la danza propiamente dicha con otros recursos dramáticos. Muy importante es saber que sus bailarines son a la vez consumados actores, condición fundamental para el éxito del Teatro-Baile.

Me preguntarán ¿qué tiene que ver Pina Barush con nosotros?, pues bien, oh sorpresa, dentro de las obras más importantes de esta afamada coreógrafa se encuentra una titulada “DANZÓN”, creada en 1995 , claro, no vayan a pensar que se trata de una coreografía grupal con música de danzón como las que comúnmente vemos en los festivales, muestras y congresos nacionales de danzón, lo que nos presenta Pina Barush es tal vez una representación de los sentimientos en torno del danzón, lo que para nosotros resulta  algo verdaderamente fuera de contexto, nada que ver con nuestro danzón, es verlo desde otra óptica escénica, la del Teatro-Baile.

La obra “DANZÓN” de Pina Barush es solo un ejemplo exagerado y sobretodo visionario del daño y las malformaciones que puede sufrir el danzón cuando lo sacan de su “Habitat” natural y lo transportan al Teatro y eso que estamos hablando de una profesional reconocida mundialmente en el arte histriónico, ¿que será cuando al danzón lo manejan algunos coreógrafos improvisados y otros tantos que se hacen llamar “maestros de danzón”?

Dancísticamente hablando, seguiremos insistiendo que el Danzón es un baile de SALÓN, no un baile de Teatro, tal y como lo ha expresado puntualmente  Rosario Manzano, articulista de la revista PROCESO en la sección de cultura, pero por si esto no bastara , Don Simón Jara, el gran y autentico promotor del Danzón como de Salones de Baile al referirse a las rutinas, (coreografías teatrales con música de danzón), ha dicho en múltiples ocasiones “Yo no veo el objeto de las rutinas, no hay libertad, no hay creatividad, todos van contando pero no van creando. No hay la libertad que nos exige el baile”.

No estoy diciendo con esto, que todas las coreografías con música de danzón carezcan de valor escenográfico ni que todo lo que presentan al público sea falsedad y como lo he dicho en anteriores comentarios, hay verdaderas joyas coreográficas de este tipo bien estudiadas y con muchas horas de ensayo que las hacen distinguirse del resto que en su mayoría ya han sido rebasadas, pero de todas maneras, seguirán siendo coreografías carentes de la esencia del danzón.

De hecho, coreógrafos profesionales en México ya han incursionado en el medio danzonero y han montado desde coreografías grupales que se exponen en las Muestras de Danzón así como en el terreno teatral.

Hemos sido testigos de cierta “evolución” que algunos grupos ya están aplicando en sus coreografías con música de danzón, sobretodo aprovechando el tiempo musical del estribillo de entrada al primer movimiento bailable en donde han llegado a experimentar algo de escenificación teatral deformando aun más la esencia del DANZÓN.

De seguir esta tendencia o “evolución”, no nos extrañe que pronto empiecen a aparecer dentro de las muestras nacionales de danzón a grupos de ballet que con su gran bagaje dancístico y escenográfico acaben por darle el tiro de gracia al DANZÓN en su forma teatral.

Señores coreógrafos, el danzón merece respeto y muchos de ustedes están lucrando con el sentimiento sublime y puro del DANZÓN.

El teatro, requiere especialización en disciplinas coreográficas y escenográficas, es otro medio y hay una gran diversidad de aspectos a considerar y uno de esos aspectos quizá el más importante es el público.

Por último, volviendo a Pina Barush, esta destacada y polémica coreógrafa partió hacia la danza eterna el 30 de junio de 2009 dejando más de 20 obras coreográficas entre las más destacadas se cuentan, “Adagio” (1974), “Los siete pecados capitales” (1976), “Ven, danza conmigo” (1977) y”'Danzón” (1995), además de su película “El lamento de la emperatriz”, 1990.

Seamos o no coreógrafos o profesores de danzón, vale la pena echarle un vistazo a la obra polémica y revolucionaria de Pina Barusch.