Por: Luis Pérez “Simpson”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 29 (Julio, 2012)
Estamos viviendo aquí en México
un verdadero “boom” del danzón. Será poco mas de 20 años que nadie hubiera
imaginado este resurgimiento danzonero, es más, no faltaría gente que hubiera
vaticinado su desaparición y desplazamiento por los nuevos ritmos bailables que
estaban surgiendo, claro, importados de otros países y aquí es donde se
manifiesta la vigencia de la apoteótica frase de don Amador Pérez Torres “Dimas”
que dice "Vendrán ritmos modernos, pero el danzón, nunca morirá".
Este“boom” se lo debemos con toda
honestidad al Academismo, es decir cuando el danzón bailado se academizó
y con esto surgieron de manera casi exponencial grupos y academias de baile por
casi todo el territorio nacional, fenómeno que demandó de manera directa la
formación de nuevas danzoneras y grabaciones ya en formatos de más capacidad y
portabilidad.
Es motivo de mucho beneplácito ser
testigos de esta nueva época del danzón, en ninguna época pasada hubo tantas
orquestas danzoneras como hoy en día, tenemos una comunidad Danzonera por toda
la república, se organizan festivales Nacionales de danzón por todo el país, se
tienen concursos a nivel nacional y regional, también han crecido en número de
salones para bailar, así como espacios públicos, por si fuera poco contamos con
espacios en televisión, radio y no podemos omitir los sitios danzoneros en el
ciberespacio, sin embargo veo con mucha tristeza que aunado a este
“boom”danzonero se esté manifestando una des-unión
entre grupos producto de rivalidades mal encaminadas, envidias y hasta
agresiones entre danzoneros y grupos académicos a nivel estatal y nacional.
Estas situaciones lamentables solo reflejan una falsa interpretación del
espíritu del danzón y no deben tener cabida dentro de nuestra comunidad, máxime
si aspiramos a que la UNESCO reconozca al danzón como patrimonio de la
humanidad.
Por razones obvias y éticas no
menciono ni personas, ni grupos, ni regiones etc., pero esto no quiere decir
que no exista este fenómeno.
El danzón desde mi punto de vista debe
ser un elemento de unión entre todos los que nos identificamos con este
ritmo, sin embargo hemos sido testigos y quizá participes de estas des-uniones
que curiosamente se han dado entre grupos coreográficos, en concursos amañados,
en las mismas Muestras Nacionales y hasta tiene sus expresiones en el ámbito
cibernético basta leer algunas leyendas despectivas y arrogantes que aparecen
en muchos videos coreográficos en “youtube” por decir algo. De todo esto
nos enteramos ya sea por comentarios, o lo hemos visto en nuestras asistencias
a los Festivales Regionales de danzón, o de manera textual como lo han
manifestado en la red varios compañeros presentando sus inconformidades, pero lo
peor del caso y esto sí que es grave, es que hasta ha habido agresiones
físicas. Bueno, y no hay que olvidar que también este fenómeno se ha
presentado entre directores de algunas orquestas danzoneras. Me pregunto,
¿porqué esa tendencia a querer aplastar a los demás? ¿Por qué este sectarismo
arrogante de unos grupos hacia otros?. ¿Porqué el pirateo de alumnos entre
academias? ¿Porqué el afán de apoderarse de espacios públicos y no compartirlo
con los demás danzoneros?, las respuestas pueden ser muchas y variadas según el
caso especifico, pero no deja de ser preocupante el crecimiento de este
lamentable fenómeno.
Paralelo a todo esto nos percatamos o
percibimos ligeramente la supuesta formación de grupos de poder dentro
de nuestra gran comunidad Danzonera, mismos que prácticamente la están polarizando,
este fenómeno apenas está comenzando y es nuestro deber de poner nuestro
granito de arena para evitarlo.
Para finalizar me imagino ese gran
gesto de gratitud que tuvo el maestro Miguel Failde Pérez de
componerle un danzón, “Las Alturas del Simpson” a su gran amigo, Luis
Simpson cuando este último le obsequió un predio para que él y la comunidad
matancera jugaran beisbol y estuvieran unidos, alegres y felices. Tengamos
presente que el danzón es lúdico por excelencia.
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