Leonardo Rosen, Director/Instructor
Club de Danzón "Mercerina" (miembro CNIDDAC)
San Miguel de Allende, GTO.
Extracto del Boletín Danzón Club No. 66 (Agosto, 2015)
Fecha: 13 de julio de 2015
Estimados danzoneros:
Espero que ustedes y sus seres queridos se encuentren muy bien de salud.
Le agradezco al maestro Enrique Guerrero su artículo en el Boletín de Danzón, número 65. Entre otros asuntos interesantes, toca un tema muy del momento en el mundillo del danzón, las muestras nacionales y su significado para el futuro del danzón. He pensado mucho en este tema, hasta que he tenido intercambios de ideas al respecto con etnomusicólogos muy destacados. Trato de entender a qué punto estamas en la historia de nuestro querido baile.
Me parece que los maestros que inventaron una metodología para enseñar el danzón en sus academias en los 1980 y 1990 desempeñaron un papel imprescindible en salvar el danzón de extinción virtual. A principios del siglo 21, varios maestros y otros se daban cuenta de las posibilidades remunerativas en el danzón como exhibición en el escenario ante otros. Así, se hicieron promotores. Su vehículo ha sido la muestra nacional. Han logrado programar muchos grupos de danzón en México, tal vez la mayoría, a pensar que la meta más importante con este baile es exhibir coreografías en muestras nacionales. Esta forma de pensar ha perjudicado mucho el danzón como baile social. Hay más y más personas que piensan que aprender pasos para bailar en coreografías es mucho más importante que aprender la técnica para bailar bien y socialmente en la pista de un salón. Sin embargo, insisten que el danzón es baile fino del salón. Para mí, es una contradicción. Sin embargo, no soy anti-coreografía. Es una forma importante de mostrar al público lo que es el danzón, y he compuesto bastante coreografías.
Cuando la máxima importancia se da a exhibir un baile ante otros, y no hacerlo socialmente, es una indicación que éste se está cambiando, o se ha cambiado, de un baile popular a un baile folclórico. Es una evolución que etnomusicólogos observan y describen. Es lo que pasa con todas formas culturales tarde o temprano.
El problema es que nuestros promotores han creado el formato de la muestra nacional en que 25-30 grupos de danzoneros exhiben sus coreografías ante un público compuesto mayormente de otros danzoneros quienes o esperan su turno en el escenario o ya se han exhibido. Como sabemos, hay eventos con desde una muestra hasta cuatro muestras, como en los eventos más grandes. Sí, queremos mucho nuestro danzón, pero es como comer demasiado de nuestro postre favorito. Eventualmente, aburre. Además, nosotros los exhibidores tenemos que pagar una entrada, aunque el público general pague más que nosotros. En algunos eventos nacionales, la compra de 10 boletos para un baile de gala es un requisito para que un grupo se exhiba en la muestra. Los promotores hacen mucho trabajo y deben realizar una ganancia o por lo menos, cubrir sus gastos. Hoy en día, con la competencia muy fuerte entre los frecuentes eventos nacionales, nuestros promotores contratan más orquestas danzoneras y les cobran más a los danzoneros participantes, especialmente por los bailes de gala. Así, con el costo de transportación, hotel, comida, etc., el danzón se hace un "deporte" bastante caro. Por razones del costo creciente, más y más compañeros ya no tienen lo suficiente para viajar a y participar en muestras nacionales.
Otro aspecto negativo es que con el actual formato de la muestra nacional, los promotores empujan el danzón con más y más rapidez al estatus de una forma folclórica que sólo sirve para exhibirse ante otros porque es algo del pasado y es irrelevante a la cultura de hoy en día.
Ya es tiempo para pensar en nuevos formatos de eventos para revitalizar el danzón. A mi parecer, el tango argentino existe como folclor y a la vez, como un baile popular. El tango, que tiene más o menos la misma edad que el danzón, existe en los dos niveles. Debemos preguntarnos ¿por qué?. Si es posible con el tango argentino ¿no podría ser posible con el danzón? Es mi intención escribir más sobre este tema y hacer sugerencias constructivas. Queridos y estimados danzoneros, con todo respeto, espero sus comentarios. Si yo no quisiera mucho el danzón, no escribiría esta carta.
Con calurosos abrazos y buenos deseos,
LEO
Nota de DANZÓN CLUB: Esta interesante carta llegó a nuestro buzón y se publica con debida la autorización de nuestro buen amigo Leonardo Rosen a quien agradecemos esta valiosa aportación.
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