BIENVENIDOS A SU DANZOTECA 5

Su amigo, Ing. Javier Rivera (Danzonero X), les da una cordial bienvenida a este nuevo espacio alternativo donde pondré el historial de documentos, textos y materiales relacionados con el danzón y sus circunstancias. Cualquier aportación será bien recibida.

martes, 10 de octubre de 2023

VERACRUZ, PARAÍSO CON AROMA DE DANZÓN

 Por Alejandro Cornejo Mérida

Extracto del Boletín Danzón Club No. 80 (Octubre, 2016)

Último capítulo

… En el capítulo Andanzas Danzoneras, se describe todo lo bello que encontramos en los lugares que visitamos; esas andanzas ha hecho posible que conozcamos muchas organizaciones musicales que interpretan bellamente el ritmo paradisíaco. Gracias a esas andanzas hemos conocidos a varios campeones de danzón, instructores y parejas de bailadores que gozan de gran prestigio. Otros capítulos interesantes que encontramos en Danzón, una senda al Paraíso, son: La zapatilla Roja, La Vecina, La pastilla, Misiva de gratitud, Palabras de amor y otros. Y no quiero dejar de mencionar que el inicio de la obra se ocupa de dos trabajos de versificación libre titulados Piropos al danzón, Dile al danzón y unas décimas que lleva el nombre de Mi linda danzonera. En éstas, halagamos y rendimos tributo a todas nuestra Nereidas y Ninfas que escaparon del mar para sembrar amor y perfumar nuestros corazones con las delicias que esparcen sus cadencias que derraman donaire y especial encanto. Ellas y el danzón, esencias de la felicidad. Digo felicidad con mayúsculas, porque esa debe ser el objetivo de la vida: LA FELICIDAD no se compra ni nos la pueden regalar, no proviene de las cosas externas, se cultiva dentro de cada uno de nosotros; está en nuestro interior pero a veces no lo sabemos. La felicidad alarga la vida y nos ayuda a mantenernos sanos. No dejemos que la depresión o la tristeza se apodere de nosotros. Bien vale la pena recordar lo que Juan de Dios Peza nos dice en una parte de su poema Reír llorando:

Cuando hay que cansados de la vida,

enfermos de pesar, muertos de tedio,

hacen reír como el actor suicida,

para encontrar para su mal remedio.

¡Oh, cuántas veces al reír se llora!

nadie en lo alegre de la risa fíe,

porque en los seres que el dolor devora

el alma llora cuando el rostro ríe.

Si se muere la fe, si huye la calma,

si sólo abrojos nuestra planta pisa,

lanza a la faz la tempestad del alma

un relámpago triste: la sonrisa.

El carnaval del mundo engaña tanto,

que las vidas son breves mascaradas:

aquí aprendemos a reír con llanto

y también a llorar a carcajadas.

El remedio a la tristeza, al aburrimiento, a la desdicha, al sufrimiento, al reumatismo, a la depresión, al desconsuelo, a la soledad y al desamor, lo encontramos en ese ritmo incomparable del danzón que es el mejor antídoto para muchos males.

En las escuelas aprendemos todo un cúmulo de de conocimientos; se aprende a ganar dinero para tener bienes, riquezas que luego nos encadenan, nos encarcelan, que nos roba la tranquilidad y nos ahuyentan el sueño. Nos enseñan ciencias especializadas que nos sacan del oscurantismo, que nos alejan de la ignorancia y de los fanatismos; todo eso es bueno, pero saben qué, no nos enseñan cómo ser felices y esto es importante porque debería ser el principal objetivo de la vida; quienes son felices siempre tienen una mejor calidad de vida y alcanzan la longevidad. El danzón tiene la virtud de darnos energía, salud y una vida prolongada. Existen muchas personas que han logrado el control de peso, la agradable figura, la jovialidad y el optimismo gracias al baile que tiene más bondades que otras actividades físicas y recreativas.

En este rubro, y en relación al danzón quiero decirles que en él veo dos perspectivas: una es formativa, artística y sólo para los que aspiran ser buenos instructores; y otra recreativa, para divertirse, y para convivir con los integrantes de los clubes y talleres; es preciso señalar también que existen personas que lo aprecian como deporte, pero si éste fuera el caso, debo decirlo, que ya sea el box, atletismo, fútbol, ciclismo, surf, etcétera, sólo se practica unos pocos años, mientras se es joven, porque físicamente poco a poco nos vamos deteriorando; pero el danzón se puede practicar toda la vida, porque no agota, no desgasta; al contrario, por ser una actividad moderada lo practican sin dificultad hasta las personas longevas que mucho se benefician con esa actividad. Ello, además de ser una ocupación de liberación, que genera paz y armonía entre quienes lo practicamos.

El deseo de bailar danzón se abre paso por todas partes; sin duda se disfruta y se goza en diversos lugares del país, pero bailarlo de noche en el malecón de Veracruz, alumbrados por una luna llena, bajo un manto de estrellas, envueltas las parejas en la suave brisa del mar y a la vez disfrutando el tibio ambiente que provoca la asistencias de cientos de personas que arriban al puerto provenientes de los lugares más lejanos de la patria, es un evento sin precedente, una agradable experiencia que dejará huella imperecedera en nuestra mente. Y es ahí donde encontramos, para admirar, damas y hombres de mundo que recorren diversos lugares encontrando grandes satisfacciones en sus envidiables andanzas danzoneras y que declaran que podrán quitarles bienes materiales y tal vez todas sus riquezas pero lo andado y bailado, eso nunca nadie se los podrá arrebatar. Ellas y nosotros viajamos animados por ese generoso ritmo y nos desplazamos por diversos caminos sin más brújula que el aroma de danzón. Con esas andanzas estoy agradecido porque de todo lo que he visto, de las vivencias propias y ajenas, así como de algunas lecturas, he obtenido material para escribir.

El danzón, bailado en cualquiera de sus modalidades, cerrado, abierto, floreado, etcétera, con música grabada o en vivo, siempre será el mejor antídoto para todos los males. Bailar danzón es una buena terapia, no tiene contra indicaciones porque es un ritmo suave y tranquilo que alivia las penas y a veces resulta más económico que tomar sesiones con un especialista en psicología.

Por último sólo quiero decir que para poder amar, primero tenemos que amarnos a nosotros mismos. Debemos querernos y apapacharnos haciendo lo que más nos guste. Y si nos gusta el baile que nada nos detenga cuando de danzonear se trate. Si alguien tiene impedimentos por parte de una persona, a ese alguien yo le digo: Atrévete a romper los barrotes que te encarcelan y vete a bailar danzón. Y que tomen en cuenta que, si bien es cierto, que han existido muchos géneros musicales, la verdad es que muchos de ellos ya murieron, y de algunos ya ni nos acordamos, pero el danzón, a pesar de ser centenario, sigue siendo joven, fuerte, atractivo y alabado, por ello me agrada recordar algo de lo que se dice en Piropos al Danzón:

Danzón de fuego hechicero

que controlas dulcemente el sentimiento;

tus voces de ritmo fino me roban el aliento

y preso, en tus redes yo me siento

jubiloso y orgulloso de verte en tu trono de carey

porque de todos los ritmos, adorado danzón,

¡Tú, sin discusión, eres el Rey!

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INSCRIPCION A LA ASOCIACION MEXICANA DE DANZONERO

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