Por Enrique Guerrero “Aspirante Eterno”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 80 (Octubre, 2016)
Un saludo a quienes se encuentran vinculados emocionalmente con el antillano ritmo.
¿Por qué me gusta bailar Danzón? Es una pregunta que muchos de los bailadores en general nos hemos hecho así como lo hemos declarado, y las respuestas son de los más variado, pasando desde las de misterio, de placer, de ayuda, de vínculos sociales, etc. Sin embargo ninguna de todas las respuestas mencionadas por todos quienes nos sentimos miembros de esta especie de religión, satisfice mi razón para explicar el gusto por ser bailador de Danzón de tiempo completo, por ello me he dedicado a buscar una respuesta que describa el sentimiento del porqué el gusto, pero ahora recurro al ámbito científico, en que al parecer esta pasión está determinada en el cerebro, así que primero debo de dar una introducción sucinta de el mecanismo y función de el mecanismo que maneja este vital órgano.
Primero inserto una parte del artículo de LA CIENCIA POR GUSTO; que publica Martin Bonfil Olvera Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, en donde podemos leer:
Durante siglos, el cerebro fue uno de los mayores enigmas para la ciencia. Se sabe que en él reside aquello que nos hace humanos: nuestra actividad mental, nuestra memoria, nuestra conciencia. (Y sí, también de nuestros sentimientos, por más que persista la imagen del corazón como su sede.) Más allá de investigaciones en animales y cadáveres, el estudio de la función del cerebro humano vivo comenzó a ser posible en el siglo 19, gracias a los análisis de personas con diversas lesiones cerebrales o con padecimientos como la epilepsia, y más tarde mediante la estimulación eléctrica de distintas áreas cerebrales de pacientes vivos. Se pudo así ir correlacionando ciertas funciones con dichas áreas del cerebro. Estos estudios continuaron durante el siglo 20, y más tarde la llegada del electroencefalógrafo proporcionó una manera relativamente burda de estudiar la actividad eléctrica del cerebro vivo.Como podemos leer, la serie de verbos pasivos, como el amar, la ira, el amor, el odio, etc. así como los subjetivos sentimientos como la bondad, la pasión y el placer se generan en el entramado neuronal en ciertas zonas de la masa encefálica, muy lejos de como se piensa románticamente que es en el músculo cardiaco y se habla de que este es el almacén de todos los sentimientos. Abundando en la búsqueda de explicación desde el aspecto científico, encuentro un estudio de Hans Berger, neurólogo alemán que es el inventor del ELCTROENCEFALOGRAMA aparato médico que en cierta forma desnuda al cerebro, y en éste caso revela las diferentes zonas en donde se generan actividades eléctricas. Al parecer al bailar bajo las sincopadas notas musicales del Danzón, sucede un fenómeno físico dentro del cerebro en que se presentan varias etapas conforme la parte de la pieza musical, tal como la primera parte en que se inicia de modo muy sutil la aparición de las ondas Alpha, al pasar por la segunda parte se incrementa la aparición de ellas, manifestándose en un relajamiento cerebral, para que al llegar al Montuno en donde se genera la euforia que nos invade el cuerpo y la mente, y nos hace sublimarnos a quienes el ritmo cubano nos da una razón de vivir.
Para ahondar en este fenómeno, les comparto un escrito que un amante de la música clásica llamado Florían Yubero Cañas quien expresa las sensaciones que le producen el escuchar El Coro de los Esclavos de Giusseppe Verdi, de la ópera Nabucco,, pieza de música clásica en la cual se inspira el joven Alejandro Aguilar Torres pianista de la Danzonera Joven de México, para hacer el arreglo a danzón conocido como el Danzón del Milenio.
“Un amigo director de orquesta, me comentó que cuando escuchaba esta pieza musical sentía una sensación emotiva muy agradable; a mi, me proporciona relajación esta ópera y también el gregoriano. La teoría de Hans Berger pudiera producirse, según el autor, despiertan la actividad del cerebro mediante las ondas Alpha, que contiene una frecuencia de la que surge una actividad electromagnética que activa sensaciones cerebrales de las células del Tálamo. El investigador Berger, que desarrolló la encefalografía en los seres humanos descubrió que éstas ondas Alpha se originan en los periodos de relajación y que se refuerzan con los ojos cerrados.”
Por supuesto que esto no es la verdad absoluta que determine el porqué nos gusta el Danzón, sobre todo las sensaciones que nos produce en el cerebro al sentir muy adentro la música, el ritmo, las notas sincopadas que emiten los maestros de las diferentes danzoneras que nos brindan al ejecutarlo, pero al menos a mi particular parecer es un pequeño esfuerzo para explicar de una manera la enorme cantidad actual de bailadores, grupos , eventos, danzoneras tanto nuevas como tradicionales, formas de ejecución, estilos de baile, vestimentas estrafalarias, y sus respectivos detalles como son desde las zapatillas de las damas, el uso del abanico, accesorios, sombreros, plumajes, zapatos de caballero con sofisticadas combinaciones de pieles y colores, el retorno del usos de tirantes. Aunado a la sensación de relajamiento interior son muchos más los beneficios físicos y mentales que nos invaden el organismo así como la obtención de nuevos amigos, y la fortuna de socializar con toda clase de personas y que cada una de ellas nos enriquece con sus historias de vida.
Con este artículo busco dejar un humilde estudio de datos que pudieran servir en el futuro para visualizar el cómo era el ambiente del baile del Danzón en nuestra república en esta primera década y un lustro del año 2000.
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