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Su amigo, Ing. Javier Rivera (Danzonero X), les da una cordial bienvenida a este nuevo espacio alternativo donde pondré el historial de documentos, textos y materiales relacionados con el danzón y sus circunstancias. Cualquier aportación será bien recibida.

lunes, 9 de octubre de 2023

VERACRUZ, PARAÍSO CON AROMA DE DANZÓN

 Por Alejandro Cornejo Mérida

Extracto del Boletín Danzón Club No. 78 (Agosto, 2016)

Veracruz se nos entrega como un milagroso Edén, como un jardín radiante de gran hermosura y seremos insensatos si no gozamos sus frutos y sus encantos.

Hace poco un amigo me platicó que su papá era exagerado y mentiroso. Cuando pregunté por qué decía eso, me dijo que su padre, siendo de la Ciudad de México, siempre andaba presumiendo que era del Puerto de Veracruz, y cuando en privado se le preguntó al papá el por qué lo hacía dijo que le gustaba mucho la región y porque Veracruz era un verdadero paraíso. El señor se sentía feliz y orgulloso al decir que era de este bello lugar; le gustaba el ambiente, la música, la comida, las playas y el trato alegre y cordial de la gente. Así mismo, mis hijos me han manifestado que les hubiera gustado haber nacido aquí, en Veracruz. A todos les dije que si querían sentirse jarochos que primero tenían que aprender a manejar el lenguaje florido.

Veracruz, luna de plata,… “Vibración de cocuyos que con su luz llenan de lentejuelas la oscuridad”… “Son tus noches diluvio de estrellas palmera y mujer”... Así lo expresa la romántica y sentida canción del músico poeta Agustín Lara. Por eso y otras razones todo el que llega a Veracruz, se lleva, en su corazón, el crecido deseo de volver.

Paraíso, según el diccionario, es un lugar agradable, bello y bonito que, según la Biblia, habitó Adán y Eva; y es el espacio al que aspiran llegar muchas personas después de la muerte. Yo les digo a ustedes que despertamos ese genio inteligente que llevamos dentro y aconsejemos a todo el mundo que no esperen morir para disfrutar ese Edén imaginario; que el verdadero Paraíso está aquí en el hermoso Puerto de Veracruz. Nuestra pretensión no es hablar de la historia de el cuatro veces heroico Puerto de Veracruz, pues para eso están los historiadores e investigadores. Lo que deseamos es hablar de lo que sienten, lo que experimentan, lo que viven las personas que visitan este lugar; los que después de visitarlo no desean irse, pues quedan cautivados con la alegría, la gastronomía, la música y los cautivadores amaneceres. Veracruz, con su malecón, sus playas, sus edificios históricos, su lagunilla, su admirado barrio de la Huaca, su Castillo de San Juan de Ulúa, su Zócalo, su Palacio municipal, su folclor y sobre todo con su mundialmente conocido Carnaval, no tiene comparación. Veracruz, codiciado paraíso, estoy en él y él esta en mí; estoy en el Paraíso y aunque yo sea un demonio, (perdón por la blasfemia) nadie podrá expulsarme de él.

Pero algo muy importante debo mencionar, no se puede hablar de Veracruz si no hablamos de lo que aquí se respira; ¿qué es lo que se respira? preguntarán ustedes, pues nada menos que aquí se respira el agradable e inconfundible aroma de danzón. Y de eso quiero hablar, si ustedes me permiten. Ningún ritmo llegado de fuera de nuestras fronteras se ha arraigado tanto y tan profundamente en el alma y el corazón de los jarochos como lo ha sido el danzón. Este género musical es parte de la cultura veracruzana y es por eso que Francisco Morosini Cordero, cuando escribió nuestro Himno de Veracruz no vaciló en mencionar en una estrofa lo siguiente:

Veracruz es canciones y gozo,

es fandango, huapango y danzón;

Veracruz es lugar prodigioso,

es jarana, es arpa y es son.

Hablar del danzón es hablar de una profunda pasión, es expresar emociones, es liberar energía positiva con vehemencia, con efusión, con furor, con frenesí y con un bello delirio ; es hablar de amor, de romances, de cadencias, de enlazamientos de cuerpos y almas; es hablar de entrega mutua de parejas sentimentales, es hablar de alegría, de placer, de realidad y fantasías, de gusto por la vida; es expresar lo que se hace y se ve en los encuentros danzoneros, de lo que observamos en los salones de bailes, de lo que gozamos en las plazas públicas cuando bailamos ese paradisíaco ritmo.

Hablar del danzón es estar saturado de entusiasmo y energía, es hablar de afición, de predilección de un ritmo que nos hace soñar; de inclinación por lo bello, por lo artístico, es hablar del sublime amor. Significa hablar del bailador elegante que acude a los encuentros danzoneros; es comentar de aquello que seguimos y perseguimos más allá de nuestras localidades; es comentar de una hermosa adicción que nos inunda de placer; de bailadores que con sus figuras de estetas gozan y hacer gozar a quienes al momento de realizar los llamativos pasos que son producto de la creatividad y el ingenio que siempre va asociado al arte de la danza, la salud, la alegría, el bienestar y la sumisión alegre y feliz ante ese ritmo inmortal, como lo es el danzón.

Este maravilloso género musical es más que una delicia. Los que somos seguidores de él, nos consideramos seres privilegiados de la vida, porque bailar esa música nos hace feliz ya que nos envuelve, seduce, cautiva y nos llena de mágico frenesí.

Continuará …

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INSCRIPCION A LA ASOCIACION MEXICANA DE DANZONERO

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