Por Julián Velasco Ubilla “Danzonero Mayor”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 88 (Junio, 2017)
Abril y Mayo, no tuve la oportunidad de colaborar en nuestro boletín, mensual debido principalmente a situaciones ajenas a mi voluntad y me agarraron desprevenido, una carga de trabajo extraordinario y el otro evento el fallecimiento de mi querida hermana Carmen, completamente sana sin estar enferma, enfermera de profesión egresada del IPN y siempre en el IMSS. La raza y el Centro Médico. Comparto esto por considerar parte de mi vida el Universo Danzonero. A quienes manifestaron acompañarme en mis sentimientos. De verdad les agradezco por este medio.
Bueno la vida sigue y me siento confortado porque mi hermana dejo huella en la familia, y amistades que le conocieron,
Haciendo una reflexión mientras estamos vivos y con salud, deberíamos invertir nuestro tiempo, en cosas positivas con respeto a nuestros semejantes, es como sembrar la buena voluntad en nuestro entorno con el universo danzonero y desde luego otros grupos que no se interesan por lo mismo que a nosotros nos gusta.
En un ejercicio de autocritica, y después de más de dos décadas de iniciar las actividades, necesarias para la difusión del danzón en este Estado Caribeño del país, Escuchando impresiones de personas interesadas en aprender danzón, desde el principio, puse mucha atención a cómo ven ellas la actividad para recibir los conocimientos donde se reúnen los grupos con un “maestro” que generalmente es el más antiguo del grupo o alguien con la audacia de sentir que conoce todo lo que se relaciona con la práctica de esta cultura y casi siempre de una forma empírica, eso sí con más voluntad que conocimientos. O dominio de una metodología que le permita transmitir sus conocimientos de este baile.
Bien esta persona a quien de manera agradecida le reconozco que lo que ella dice sin ninguna intención de critica a nadie solo son impresiones muy personales sin hacer alusión a nadie en particular.
Tiene viviendo en Cancún más de 10 años y desde que llego en su acostumbrada actividad dominical de asistir a misa, Al pasar por el parque de las palapas vio a varias parejas bailar danzón y pensó solicitar informes después de asistir a la misa vespertina. Su única intención era solo aprender a bailar danzón, sin recordar exactamente quien proporciono la información que obtuvo supo de, varios lugares donde se reúnen, grupos que se formaron al desertar del primer grupo que inicio por ahí de los años de 1994.
Percibió un antagonismo entre los grupos recibiendo información de los otros grupos, algo así como (envidia) nada agradable que le orientara para saber donde podría aprender a bailar danzón. Decidió investigar más y encontró una casa cerca de donde vive y ante un gran letrero que decía DANZON en la pared de esa casa supo que ahí daban clases de danzón, acudió innumerable numero de ocasiones sin tener la fortuna de que quienes Vivian en esa casa le dieran informes así que pensó entonces en acudir a los lugares donde le habían dicho que enseñaban danzón, uno conocido como el Sor Juana junto al palacio y otro el de las palapas, también se entero del jardín del bohemio.
Cuando finalmente se decidió quedarse en el lugar que le pareció adecuado, noto que nadie le indico como era la manera de participar como alumna, simplemente llegaban las personas nuevas y solo preguntaban el nombre, informaron la hora y los días de clase, el nombre del maestro pues ahí por oídas de cómo lo llamaban se enteraba uno, pero como una persona nueva sin saber nada relacionado con las técnicas reglas o costumbre que lo orientaran a uno pues solo se tenía que parar en una fila y ahí iniciábamos ejercicios donde oía que algunos contaban y otros no y hacían un paso llamado el cuadrito.
La verdad para mí no era nada fácil me costaba trabajo coordinar la música con los movimientos de los pies la mayoría contaba del 1 al 11 pero en cualquier paso no solo el cuadrito que parecía que era la base así lo intuí por la manera con la que me fui familiarizando en el aprendizaje. Esta primera experiencia personal me dejo desconcertada no veía formalidad del lugar a donde llegaba lo menos que yo esperaba era cuando menos un registro que tomaran mis datos que hicieran una valoración de mis conocimientos y desde luego llegar a un grupo de aprendices de primer nivel no la mezcla de principiantes intermedios y avanzados que es como encontré el ambiente.
Después me fui enterando los días que ponían en práctica los conocimientos pero no era solo para alumnos era un lugar público donde cualquier persona que sintiera ganas de bailar pues ahí podía participar solo se necesitaba el interés de la pareja para poder bailar, así que bailaban personas sin ninguna experiencia con media experiencia y quienes se sentían con un dominio total de la manera de practicar este baile en un lugar público. El trato que recibí, fue siempre amable y cordial de las personas que poco a poco fui conociendo por su nombre, así que cuando me pedían bailar enseguida les advertía que yo no sabía y que estaba ahí porque quería aprender a bailar Danzón.
Poco a poco me fui familiarizando con algunas personas tanto mujeres como varones, y ya me sentía más o menos aceptada pero algunos varones en la oportunidad que tenían por la práctica de este baile empezaron a tratar de hacerme sentir que pretendían llegar a una relación personal porque llegaba sola, les tenía que aclarar que no era esa mi intención de asistir ahí ya que tengo familia hijos marido en fin solo que mi pareja no le atrae el danzón, así que en cierta forma dejaron de pretenderme. Sin embargo esta actitud ya no me pareció sana de parte de estas personas.
Otra situación molesta es que a veces en la clase completamente informal sin ninguna metodología o principio de orden de pronto me sentía discriminada por no estar a la altura de quienes llevan ahí años y me quedaba sola parada hasta que tuvieran la atención de invitarme a la clase. Esto sucedía con frecuencia y la verdad era molesta porque mí tiempo ya no lo invertía en aprender sino solo en estar parada para ver lo que hacían los demás, así me sentí frustrada. Y pensé dejar de ir a las clases. Pero la verdad es que yo solo quiero aprender a bailar danzón Por esta razón acudía con más regularidad a bailar y algunos de los que fungían como maestros, ya de una manera cordial me llamaban la atención que me ponía nerviosa, que temblaba, que no sabía hacer bien los pasos etc.etc. Según supe después el que tiene la responsabilidad de hacer bailar a una dama es el varón, entonces no entendía cómo es posible que quienes fungen como maestros presionen a un alumno hombre o mujer para que baile bien. Así más o menos llevaba la intención de seguir en el propósito de aprender a bailar danzón
Con el paso del tiempo así como encontré personas que distorsionan a los que no tuvimos la oportunidad de conocer este ritmo bonito que me encanta con sus comentarios y actitudes algunas de ellas que rayan en la vulgaridad al confundir esta actividad con situaciones obscenas y nada agradables al pretender obtener de las mujeres solas una relación que nada tiene que ver con el gusto por esta cultura. Vi que cuando llegaban jovencitas a personas como a mí por ser de la tercera edad. La abandonan y se deshacen por poder abrazar en la práctica de este baile a estas jovencitas yo me sentaba a observar esa actitud poco respetada para su papel de maestros de danzón. Entonces decidí comentar con la finalidad que se corrija esta actitud. Al menos en este lugar porque sé que existen grupos como este en el sentido que enseñan danzón. No en las prácticas volubles y vulgares que no acepto por tratarse de una actividad lúdica que tiene muchos beneficios para quien las practica de forma honesta. Que creo también existen personas con verdadero amor por esta actividad y hace reflexionar a uno para decidir como continuar, por lo pronto en lo personal creo que no debo asistir sola sino acompañada de un varón que me respete y sea de toda mi confianza familiar o amigo.
Esta experiencia también me permitió conocer a estas alturas personas valiosas y de buena voluntad, que solo dedican su tiempo para lograr proyectos que permite reunir orquestas de otros lugares hacer bailes con invitados de otros estados del país. Y sobre todo lograr la participación de niñas y niños. Con una mente digna y honesta para que uno se sienta seguro y confiado que estamos entre seres que saben respetar y enseñar de una forma profesional, no por instinto o protagonismo de tratar de hacer algo para lo que no están preparados.
El boletín pasado me agrado mucho los comentarios de mi gran amigo Enrique Guerrero Rivera, quien en algunas platicas que tuvimos decía que el danzón duraría más o menos unos 10 años, ahora al paso del tiempo siento que percibe con la incorporación de otras grupos o personas interesadas en la cultura han llevado este conocimiento en escuelas, y ahí llega sangre nueva juventud que es donde se arraiga el danzón y desde luego con la práctica, son parejas que refrescan la actividad y ponen en duda la expresión que solo sea para viejitos esta actividad.
Me es muy grato enviar, desde este espacio un Saludo cordial desde Cancún. De la Asociación de Danzoneros de Cancún A.C. Al Universo Danzonero P.D. todos los domingos en Cancún bailamos de 4 a 7 de la tarde noche en el parque de las palapas. También ofrecemos clases gratuitas a personas que quieran conocer el baile y nunca lo hayan practicado no hay límite de edad.
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