Por Enrique Guerrero Rivera “Aspirante Eterno”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 90 (Agosto, 2017)
Un saludo muy cordial a los lectores del Boletín Danzón Club
A propósito de la declaración del mes de agosto como Mes del Abuelo, esta ocasión quiero referirme a un hecho inevitable, el que angustia a muchos quienes estamos inmersos en el mundo del Danzón, y es el de sentir cómo las fuerzas en los pies se nos acaban, la agilidad en las piernas es sumamente menguada, la espalda se encorva, la piel pierde brillo, y sobre todo el pelo del que ya solamente quedan pequeños indicios, además sumamente blanqueados por el paso del tiempo, pero sobre todo los dolores en las rodillas acentuados cada día. Todo como tributo al gran Cronos del que ningún ser humanos se puede salvar, y por ello la situación de la VEJEZ o según los ancestros aztecas, tributo al dios HUEHUETEOTL. Condición de la vida, temida por algunos y apreciada por otros. Me surgió esta inquietud después de leer un artículo científico acerca del mecanismo de envejecimiento en los organismos, que hizo que saltara hacia un espejo para estudiarme detenidamente primero el rostro en seguida el cuerpo y confirmar los factores a que se refiere el biólogo que describe detalladamente el proceso.Caí entonces en un estado de meditación y reflexión de los cambios que ha sufrido mi organismo y que por tener mi mente distraída y absorta en cuestiones de trabajo, de familia, de problemas de todo tipo, no había pensado en ello, después de un rato de observarme detenidamente acepté de muy buena gana mi estado de ser una persona de la TERCERA EDAD, y sobre todo me alegré de ser libre de los prejuicios con que la sociedad nos etiqueta, ya tomé el apoyo de un bastón el cual lo uso más por precaución para evitar una caída que pudiera tener consecuencias funestas para la actividad de bailar, de verdad que me aterra semejante situación, el que en uno de estos accidentes me obligara a estar en silla de ruedas o fuera de actividad de baile por meses. Sin embargo el estadio de la edad avanzada en que ahora transcurro por los lugares de baile, y sobre todo por la necesidad de la recreación, hace que muchas personas me den un trato preferencial.
Ahora que me he analizado ya me siento más tranquilo en la actividad de bailar, pues se ha quedado muy lejana la tentación de exhibición, de buscar las miradas, de parecer iluminado. Tanto a mi esposa como a un servidor que esto escribe, nunca nos ha atraído el usar ésta actividad de bailar danzón como un sucedáneo de realización personal, ya que lo hicimos en nuestra vida profesional y familiar, eso nos llenó el espíritu completamente, no buscando subirnos a las Tablas de la Vanidad como la que existe en el patio de Radio y Televisión Querétaro y que desafortunadamente se están haciendo muy populares e indispensables en los eventos de Danzón tanto en Salones de baile como en muestras, como el caso que relata Leonardo Rosen en el Boletín Danzón Club n° 88, en que sucedió irrespetuosamente durante la presentación del músico cubano Ethiel Faílde en el pasado evento realizado el mes de mayo de éste 2017 en Boca del Río Veracruz en que varias parejas aprovecharon el foro para satisfacer su fuerte necesidad de autoestima.
Este es un humilde homenaje a un cúmulo de parejas danzoneras que en el ambiente del Danzón en los salones de baile tanto en la ciudad de México como en muchos eventos danzoneros en la república, fueron referencia, bailadoras de ritmos variados pero proyectándose más por el ritmo caribeño que es el Danzón, y que su huella ahí quedó en la mente de quienes fuimos testigos de su manera y estilo de bailarlo. Conformaron una pléyade en el Universo danzonero, dejando mitos y leyendas que el tiempo transcurrido ha añadido misterio con tendencia a convertirles en leyendas. La lista es larga por ello ofrezco una disculpa para las parejas que omita sin deseo de demeritar. Los primeros que el tiempo ha hecho destacar su ausencia en los eventos de casi todo el país son “Los Abuelos”, Pedro Velázquez y su señora esposa María Elena, otra pareja referencial es Antonio Arellano y su esposa Francis, así también Arturo Sanchez “El Capullo” y su esposa Guille, no puede faltar en la lista la pareja de carismáticos el Sr. Palafox y esposa, José Luis Arellano y esposa así como Luis Peña y Velia, y ustedes recordarán otras más. Al menos en nuestra ciudad hay también parejas, entre las que nos incluimos, en que el padre tiempo nos ha menguado las facultades de movilidad y que ya poco se dejan ver en eventos locales ellos son, Lolita y Arturo Ugalde, pioneros de la difusión del ritmo en Querétaro, junto con la pareja de esposos Jaime Zúñiga y Teresita Tenorio, así también Juan Cano y Conchita Villafaña, y qué decir de mi estimado viejo el señor Odón Escamilla y Linda Ramírez.
Es mi deseo dejar una inquietud entre los lectores de éste boletín que tengan la misma empatía para con su estado físico y mental que es común al llegar el tiempo de las pérdidas, a las cuales no habrá ningún ser humano que escape por más medicamentos, tratamientos, cirugías, fármacos, o ejercicios que haga para evitarlo. No quiero dejar una imagen de lapidario sino de realista, reflexionemos acerca de nuestro SER en las pistas de baile y seamos verdaderos bailadores con mucha dignidad que respetamos el Danzón, y lo bailamos por convicción, más no, buscando exhibición o en algunos casos, sentirnos estrellas de las Muestras y Colectivos inefables a los que recurren los organizadores de los eventos danzoneros de la república para dar saciedad al cultivo del ego, y llevado a los extremos ahora en los salones de baile.
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