Por Enrique Guerrero “Aspirante Eterno”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 67 (Septiembre, 2015)
Saludos mis estimados amigos y lectores asiduos al Boletín Danzonero.
Ya lo mencionó el Sr. Leonardo Rosen, quien es el director del grupo danzonero de San Miguel de Allende denominado MERCERINA, esto en una carta que envió al director de éste Boletín, en donde habla, aparte de otros asuntos, del carácter de baile social que el Danzón y todos los bailes tienen y una serie de actividades que el ser humano ejecuta en su vida cotidiana.
Mucha de la actividad humana en el aspecto social tiene connotaciones diversas, tales como conservar las tradiciones, que a su vez sirven para dar identidad y sentido de pertenencia a quienes son fieles seguidores de las costumbres, también se puede decir que otra característica que emana de la tradición es motivo para sentirse realizado como ser humano. Observando varios videos dentro del internet acerca del baile de Danzón en la Isla de Cuba, se puede apreciar cabalmente como el bailar tiene un propósito bien definido acerca de lo que para los cubanos significa el bailar, y al parecer éste es en el sentido estricto de la palabra de CARÁCTER SOCIAL, sin la mínima pretensión de exhibirse como pareja, sino en el sentido totalmente de conversación, de sentir el ritmo en una actitud profundamente lúdica para ambos. Esto se puede corroborar en el contenido del libro de la escritora de origen francés llamada Isabelle Lamerier y su obra HISTORIA DE LA MÚSICA CUBANA en donde describe después de siete años de investigación de campo y de cientos de entrevistas directas a las parejas acerca del significado que tiene para ellos, los cubanos, el bailar Danzón y la respuesta fue siempre la misma: “Bailar nos hace sentir cercanos, nos aleja de la soledad, nos identifica como personas pertenecientes a una nación”. Al parecer el baile y la música son parte de su identidad como nación, y lo valoran bastante ya que mucho de su tiempo libre lo dedican a éstas dos actividades.
Actualmente en nuestro país, Mexico, en el que el Danzón ha proliferado en lugares inimaginables, tales como las poblaciones rurales, en el caso de Querétaro les hablo del municipio de Amealco, en que la población está preponderantemente dedicada al cultivo de tierra y trabajos de ganadería, sin embargo se ha dado el caso de la aparición de un grupo Danzonero y que alguna vez tuvo la actitud de de organizar un festejo de éste tipo en esa población con la presencia de Sebastián Cedillo y su danzonera, así mismo causa admiración el saber que en la frontera, como es Tijuana y Reynosa existan grupos numerosos también, y lo más importante es el saber cómo en la costa del océano pacífico, lugares como Acapulco, Mazatlán, Colima, y sobre todo en la ciudad de Guadalajara han proliferado también los grupos de baile de Danzón, ya que antes del año 2000 no los hubo, ya que toda la actividad de baile del Danzón se daba en las costas del Golfo de México, y eso hasta cierta latitud.
Más al parecer, todos estos grupos se han visto profundamente influenciados en bailar con el objetivo de EXHIBIRSE en las tan recurrentes MUESTRAS NACIONALES y los instructores se dedican a formar bailadores de RUTINAS en donde la ausencia del bailar con CARÁCTER SOCIAL es bastante marcada, ya que se limitan a aprender una serie de figuras corporales propias a la métrica de la rítmica del Danzón que memorizan totalmente y no pueden hacerlo con algún otro Danzón que no esté en su memoria. Nada es para siempre dicen los sabios, así que algún día llegará el momento en que los bailadores tomen conciencia de que desean para su recreación, tener una gran colección de “pasos” o la de explotar el libre albedrío en que el espíritu no tiene límites.
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