Leonardo Rosen, Director/Instructor
Club de Danzón "Mercerina"
San Miguel de Allende, GTO
Extracto del Boletín Danzón Club No. 68 (Octubre, 2015)
Estimados danzoneros:
Les deseo todo lo bueno y todo lo dulce de la vida.
Le agradezco al muy distinguido maestro Enrique Guerrero su ampliación a mi carta, "El Danzón: Más y Más el Negocio de Exhibición Folclórica". Como mi colega explica, el danzón ha viajado a todos lados de México. Sin embargo, muchos maestros ya no lo enseñan como baile social, sino como baile de rutinas y coreografías. Es exactamente como grupos de danzas folclóricas, de géneros ya no populares o sociales, las aprenden con el único propósito de actuarlas en el escenario. Yo pregunto si esto es lo que queremos para nuestro querido danzón. Este fenómeno crece más y más en nuestro mundillo. Además, como ya dije, sirve los intereses de algunos promotores de muestras.
He pensado en el problema de la carencia de lugares para bailar el danzón socialmente, especialmente en ciudades pequeñas. Por ejemplo, tenemos este problema en San Miguel de Allende. Sólo hemos tenido en el Jardín Principal nuestro evento, "El Danzón y Otros Ritmos Bailables con el Club de Danzón Mercerina". Para un público la mayoría del cual no conoce el danzón, tenemos que tocar otros géneros de baile social también. En siete años de este evento, más y más gente se atreve en el danzón, por lo menos al estilo lírico. De vez en cuando algunas pocas personas que han lo han probado en el Jardín llegan a nuestras clases en un centro cultural. Por supuesto, ciudades grandes como el puerto de Veracruz y México, DF no tienen este problema porque se brinda el danzón social muy regularmente en sitios públicos, y en el caso del DF, algunos salones. A la Dra. Claudia Llanas y yo nos encanta bailar el danzón en el Salón Los Ángeles del DF o en el Zócalo de Veracruz, no como un "show", sino como una comunicación muy placentera y muy especial entre nosotros.
Para salvar el danzón como baile social, debemos hacer el máximo esfuerzo para desarrollar más lugares de ambiente social, especialmente en las ciudades pequeñas. Es cuestión de pedir apoyo tanto del gobierno como del sector privado. Además, los instructores debemos enseñar el danzón como baile social y no solamente como rutinas y coreografías memorizadas. Esto es difícil porque muchos estudiantes nuevos de cualquier baile sólo quieren aprender pasos y no comprenden la importancia de aprender la técnica y el estilo. Claro, es más fácil consentirles, como si fueran niños. ¡No debemos rendirnos a esta tendencia!
Con todo lo que he dicho, no soy anti- coreografía ni anti-muestra. En mis próximos cartas voy a preguntar y sugerir como podríamos reformar las muestras tomando en cuenta la salvación del danzón como viviente baile social.
Todo tiene el derecho de expresar su punto de vista. Hoy, recibí una carta de un danzonero muy conservador criticándome rotundamente. Quiero saber sus opiniones pro y contra. Mientras tanto, reciban muy cordiales abrazos de su servidor,
LEO.
P.D. Maestro Luis Pérez "Simpson": Muchas gracias por su artículo sobre el danzón como la fuente del mambo y del chachachá.
Espero que muchos danzoneros lean sus aportaciones para conocer mejor la historia y la cultura del danzón. ¡Como usted, no hay dos!
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