Por Luis Pérez “Simpson”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 104 (Octubre, 2018)
“Óyeme Cachita tengo una rumbita, pa' que tú la bailes como bailo yo.
Muchacha bonita, mi linda Cachita, la rumba caliente es mejor que el fox(1)”.
Quizá esta alegre y cadenciosa “rumbita”, compuesta por el gran músico y compositor puertorriqueño, Rafael Hernández “El Jibarito”, cuyo título es “Cachita”, haya sido mi primer contacto con la palabra rumba, aun recuerdo que desde adolescente me gustaba escucharla, especialmente en la versión del incomparable grupo de “Lobo y Melón”.
Esta alegre “rumbita”, en mi opinión, describe de una manera divertida el “espíritu” de la rumba como lo son, su musicalidad, la invitación al baile, su universalidad, también su instrumentación y hasta como verbo, “rumbear”.
Por cierto, el gran timbalero puertorriqueño Tito Puente expresó las siguientes palabras: “Rafael (refiriéndose al “Jibarito”), ha sido siempre un enamorado del ritmo de la rumba, fue él quien la introdujo en México al bailarla en la película mexicana “Aguila o Sol”. Hoy en día la rumba se conoce en el mundo entero, pero entre todas las rumbas que se han escrito, sigue siendo la rumba por excelencia Cachita..”
Posteriormente, gracias a mi afición al cine, llegó otro ingrediente a este suculento “caldo rumbero”, me refiero al llamado “cine de rumberas” de los años 40 y 50 en México, mismo que desde el primer momento, me dejó “anonadado”, ya escribiré a mayor detalle sobre este polémico tema. Este género cinematográfico fue caracterizado por esas divas llamadas “rumberas” que con su vestimenta singular, sus cuerpos esculturales, su sensualidad y sus movimientos dancísticos encendían las “redes sociales” de aquel entonces. Quien no recuerda a estas divas como, María Antonieta Ponds, Rosa Carmina, Meche Barba, Amalia Aguilar “La Bomba Atómica”, Lilia Prado y la reina de todas ellas Ninón Sevilla, claro que hay más protagonistas de este género cinematográfico, pero solo mencioné a las más representativas. Cabe señalar que esta imagen icónica de “las rumberas” comenzó en espectáculos de cabarets, posteriormente llevado al teatro y finalmente llevado a la pantalla cinematográfica, esto, gracias a la gran visión de algunos directores de este arte, cosa curiosa, en el cine generalmente salen bailando mambo o cha cha chá y no lo que propiamente se le conoce como rumba, aunque algunos musicólogos engloban a estos ritmos como surgidos de la rumba.
Y, ahora, vamos a “rumbear” por la parte histórico-musical, que es en sí lo medular de esta ocurrente “parranda”. Es menester decir que, entre la vasta literatura que existe sobre el tema, encontramos que la palabra rumba está plenamente identificada con términos afroamericanos como lo son: tumba, tambo, macumba que significan “Alegría colectiva”, ¿Cómo la ven chatos?
Hablar de rumba, es hablar de muchas cosas a la vez, es una palabra que tiene múltiples variantes como: música, diversión, farra, baile, folclore, cabarets, cine, teatro, literatura, historia y hasta geografía, tal y como nos lo dice puntualmente Cachita: “Pa' la rumba no hay fronteras pues se baila hasta en el Polo, yo la he visto bailar solo hasta un esquimal…”.
Según historiadores y musicólogos, la rumba adquiere popularidad a partir de la abolición de la esclavitud en Cuba allá por el año de 1886, aunque también algunos otros coinciden que la rumba ya se manifestaba entre los esclavos en los barrancones de negros y en los “bailes de tambor”, claro, con el consentimiento de sus amos. Su popularidad, es por así decirlo, un canto a la libertad y, si se fijan en la fecha, la rumba la podemos considerar contemporánea del danzón, este último jugó un papel fundamental a la causa independentista.
La rumba inicial o primitiva fue una mezcla de sonidos que llevaron a la isla diversas tribus africanas que habitaban en los barrios periféricos de las ciudades y de los blancos que habitaban en esos lugares, se tocaba con instrumentos de trabajo y de uso casero como por ejemplo los cajones donde se importaba el bacalao que servían muy bien para las percusiones, también se ha constatado que la rumba empezó a desarrollarse en los alrededores de los ingenios azucareros.
Es importante saber que la rumba en sus inicios estaba fundamentalmente basada en la percusión, esta, en su esencia con gran influencia africana al ritmo que le imprimían los tambores combinados con el canto antifonal de carácter religioso.
En cuanto a la estructura musical de la rumba, esta, se describe en compás de 4x4 y, se compone de tres fases que son: la diana, la décima y rompe la rumba.
La Diana: fragmento melódico introductorio, en el cual el cantante enuncia frases cortas, a veces incoherentes, para crear una atmósfera específica.
La Décima: Donde el intérprete improvisa un texto y muestra el tema que da razón a la rumba.
La rompe rumba: Aquí aparecen los instrumentos de percusión, el canto del estribillo por el solista y termina con el coro, mismo que dará pie a otras improvisaciones llevadas a cabo por el primero.
En Cuba principalmente existen tres tipos de rumba: El Yambú, La Columbia, de Matanzas, y el Guaguancó, de La Habana.De todos ellos, el guaguancó fue el sub-género de la Rumba que más triunfó en el extranjero y cabe señalar que lo que se llama salsa contiene mucho de rumba, digamos cuando en la introducción el cantante enuncia frases con cierta incoherencia, acompañado sólo por percusión, fijémonos en la primordial presencia de los tambores sobre todo en las descargas.
Es preciso aclarar que la rumba como género musical tiene distintas variantes, tales como: la flamenca, la catalana, la africana, la colombiana, la congolaise, pero, la cubana es la más representativa e interpretada mundialmente, le sigue indudablemente la flamenca..
También se dice que la palabra rumba es de procedencia española y suena lógico, Cuba estuvo bajo el dominio Español. En sus orígenes no se asociaba al baile, sino a la denominación que recibían las mujeres de vida galante, "mujeres de rumbo", conceptualizándose la rumba como algo frívolo y con demasiada dosis de prejuicio. Por eso los negros acomodados no bailaban la rumba, sino el danzón.En cuanto al baile, auténtica rumba cubana no es un baile de salón, ya que tanto hombre como mujer bailaban separados, es decir no enlazados, en esta rumba primitiva los movimientos simulaban un acercamiento sexual, sin embargo con la evolución dancística influenciada por el danzón y el son, poco a poco se convirtió en uno de los llamados bailes de salón. De hecho no hay una forma universal unificada que marque los cánones para bailar rumba, se dice que la rumba se baila con un movimiento lateral de la cadera de los bailarines con el torso derecho y su paso básico son dos pasitos rápidos al lado y un lento paso al frente ya sea de forma separada o enlazada.
La palabra rumba también se emplea como verbo “rumbear” sinónimo de diversión, irse de juerga, irse a “cabaretear”. De la misma manera una “persona rumbosa” es alguien alegre, bullanguero, cumbanchero, jacarandoso, ya lo dijo perfectamente el gran “Flaco de oro”, Agustín Lara en la letra del danzón Veracruz. “He nacido rumbero y jarocho trovador de veras…” Sin duda la rumba es un ritmo caliente que nos hace pensar en ambientes paradisiacos.
Finalmente, debo decirles que tan importante ha sido la influencia de la rumba en todo el mundo, que en 2016, fue inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO.
Bien estimados lectores y, como ya
se lo están imaginando, los dejo, porque Cachita me está esperando para irnos a rumbear.
Notas:
(1).- En algunas versiones aparece la palabra son en vez de fox.
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