Por Leonardo Rosen “El Brujo del Danzón”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 120 (Febrero, 2020)
Estimados danzoneros:
Hemos sobrevivido un invierno con mucho frío. Con la Fiesta de la Candelaria, podemos pensar en los placeres de la primavera. Les deseo todo lo mejor de la vida.
A este punto, no recuerdo si ya he escrito algo sobre este tema, pero ni modo, como en otras ocasiones, me refieriré al libro, "Danzón: Circum-Caribbean Dialogues in Music and Dance", de los doctores Alejandro L. Madrid y Robin D. Moore, Oxford University Press, 2013. Tristemente, los esfuerzos para publicarlo en español aún no han tenido éxito, pero andamos con esperanza porque en mi opinión, no hay ningún libro más importante que éste sobre el danzón. En citar fragmentos de esta obra, existen algunas traducciones en español, las demás son mías.
Madrid y Moore nos dicen, "Esta descripción del baile de danzón fue parte de una campaña contra la inmoralidad percibida del baile a fines del siglo 19 en Cuba.".
Ahora, brincamos a nuestra actualidad, al año 2008, cuando los autores entrevistaron a una bailadora del grupo, Danzoneros de la Ciudadela, en la C
DMX, una mujer de 40 y pico años de edad, "Luisa" (no es su verdadero nombre), ella, dijo esto sobre el danzón, "...para mí es un baile muy sensual, erótico, y expresivo.....puedes sentir los movimientos de su pareja....te sientes como.....híjole, no sé, lo llamo un 'alegrasmo' (orgasmo alegre) porque te sientes muy bien al poder liberarte con la música y sentir el ritmo en el cuerpo.....te estoy diciendo, tiene una cadencia, es sensual, erótico, ¡Ay!
Hermoso, placentero, cachondo. ¿Cómo me siento en el danzón? Es como decirle a mi pareja, '¡gózame, amorcito!" ¡Guau,estoy listo para regarme con agua fría!”
Pero, ¡Cuántos de nosotros hemos tenido la experiencia sensual, erótica y cachonda como en las descripciones citadas aquí? Por ejemplo, yo nunca había escuchado la palabra "cachondería" con referencia al danzón antes de haber leído este libro. En el puerto de Veracruz hace bastante años, formé una amistad con una pareja de danzoneros precisamente por la alegría y conexión emocional entre ellos en su forma de bailar, ¿Fue cachondería?, no lo sé, porque ese término ni se me ocurrió al observarlos. Después de leer este libro, mencioné este tema de cachondería a varios compañeros en el danzón, y ellos consideraban esa palabra como una grosería y de mal gusto, especialmente las mujeres. Sólo una amiga y maestra del danzón muy respetada me dijo que, por supuesto que la cachondería era un aspecto legítimo del danzón.
De lo que he visto en mis años con el danzón es que su reinvención como "baile fino de salón" ha sido muy nocivo para la expresión sensual o erótico en nuestro baile. En el estilo académico mexicano del danzón, no bailamos con contacto corporal como los cubanos, al contrario, la regla es bailar con 4 o 5 dedos de separación entre las "panzas". Además, he visto a muchas parejas que bailan el danzón con extrema seriedad, como si la vida dependiera de eso, que me parece muy triste e innecesario. Al contrario, respeto y admiro muchísimo a las parejas que todavía bailan con intimidad, sensualidad y alegría, no importa cual nombre se use, este sentimiento expresa la esencia del danzón, y no debemos perderlo nunca.
Muchas gracias por darme su grata atención otra vez, porque tengo que expresarme de esta manera para sentirme bien. Reciban muy fuertes abrazos de su servidor, LEO, "El Brujo del Danzón".
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