Por Luis Pérez “Simpson”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 119 (Enero, 2020)
Primeramente, estimados lectores, voy a evocar a dos importantes revistas cubanas y su relación con un acontecimiento en pro del danzón ocurrido en 1922.
La primera de ellas, de la cual referiré es Bohemia, quizá sea la más importante y antigua de las revistas cubanas, misma que fue fundada en 1908 y que desde su inicio ha jugado un papel importante tanto en la vida política como en la vida social de Cuba, cuya primera edición data del 10 de mayo de 1908, gracias a la iniciativa de su propietario y fundador, Don Miguel Ángel Quevedo Pérez.
La otra revista que ocupa al tema es La Política Cómica (1905-1931), indiscutible referente de la sátira periodística cubana y que a partir de 1911 se convirtió en el “Órgano Oficial de Liborio”, se preguntarán ¿quién es Liborio?, pues es ni más ni menos que el arquetipo de la sátira cubana, un personaje que tipifica la imagen del pueblo cubano, con su imagen escuálida y encorvada, de patillas largas y pantalones, nos muestra como este heroico pueblo era víctima de la injerencia americana y los gobernantes de turno.
Pues bien, dando una brevísima semblanza de estas dos revistas cubanas, voy a referirme a dos hechos ocurridos en junio de 1922, los cuales me permito transcribir:
La revista Bohemia rinde un homenaje al danzón organizando un concurso de música y parejas de baile, premiando a los tres más destacados en cada género.El semanario La Política Cómica, sumándose al homenaje del danzón que organiza la Revista Bohemia, publica un artículo titulado: “los bailes americanos. La agonía del Danzón” donde expresa:
(…) ¡Que viva el danzón! Arriba criollos” (1)
Caray, en tan solo cinco renglones de estas notas periodísticas nos da tanto a reflexionar sobre las verdaderas batallas que tuvo que enfrentar el danzón en la Cuba de 1922.
Es menester apuntar que con el comienzo de la Republica Cubana en 1902 se afianzó el danzón como el baile nacional cubano, ya que se tocaba en salones de baile, cubes de baile, lugares de recreo era e baile ya adoptado por la clase aristócrata y por supuesto por la clase “plebeya”.
Caracterizado por su gran popularidad, el danzón fue protagonista indiscutible de la resistencia a la inevitable penetración musical norteamericana que se estaba manifestando cada vez más en los años posteriores, al grado que la llamada “alta sociedad” con la finalidad de estar a la moda iba adoptando las costumbres musicales norteamericanas, y ya se imaginaran las férreas batallas que tuvo el danzón por los espacios bailables sobre todo en la parte occidental de la isla. Ya para 1922 los ritmos bailables de Norteamérica y otros nuevos ritmos cubanos habían prácticamente borrado al danzón, y en consecuencia este fenómeno preocupó a los verdaderos defensores de las tradiciones, ocupados en preservar las raíces musicales cubanas con su folcklore que estaban siendo fatalmente desplazadas, es aquí donde en un gesto encomiable de la revista Bohemia en junio de 1922 le rinde ese homenaje al danzón justo en un momento crítico. No sabemos quién fue la pareja ganadora de aquel concurso, ni tampoco los danzones ejecutados, pero, ínsito, que buen detalle de bondad tuvo para el danzón la gran revista Bohemia.
Recordemos que para esas fechas el danzón ya tenía 12 años de haberse convertido en un ritmo hibrido con la adición del “son montuno”.
No deja de ser menos encomiable el refuerzo a esta iniciativa por parte del semanario La Política Cómica, que en ese mismo mes de junio de 1922, donde de una manera contundente hace un llamado de atención sobre la “agonia” de su baile nacional, debida a la enorme influencia de los bailes norteamericanos que también se manifestaba en algunas orquestas cubanas que no resistían la tentación de imitar la instrumentación de las bandas de jazz americanas y de ejecutar su música. Aquí justamente vale destacar la dimensión de este semanario al exhortar al pueblo para no perder ese nacionalismo musical cubano y, aprovecho la ocasión para mencionar al músico, compositor y pianista, Manuel Saumell Robredo (17 julio de 1871 en la Habana—14 agosto de 1870 en la Habana), quién es considerado el padre del nacionalismo musical cubano.
La última frase es realmente contundente, una exhortación a reafirmar la Identidad Cultural Cubana reflejada, en este caso, en el criollismo musical, ejemplificado netamente en el danzón, que indudablemente es 100 % criollo, es en sí, el resultado del “acrollamiento” que viene desde los bailes de cuadrillas que poco a poco se fueron adaptando en el baile de parejas y, claro, la música a la par de esta “metamorfosis” hasta el surgimiento del criollísimo danzón, que Baile Nacional CubanoY nos alegra que hoy en día con ese espíritu naci
onalista musical, existan en Cuba, grupos, asociaciones orquestas (como “La Orquesta MiguelFailde”) y clubes, comprometidos con la preservación del Danzón.
¡Que viva el danzón! Arriba criollos.
NOTA (1).- Párrafo tomado de “CENTENARIO DEL DANZÓN”, Homenaje al XX Aniversario de la Revolución Cubana.
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