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Su amigo, Ing. Javier Rivera (Danzonero X), les da una cordial bienvenida a este nuevo espacio alternativo donde pondré el historial de documentos, textos y materiales relacionados con el danzón y sus circunstancias. Cualquier aportación será bien recibida.

jueves, 14 de diciembre de 2023

“DANZÓN SIN BARRERAS”

 Por Luis Pérez “Simpson”

Extracto del Boletín Danzón Club No. 115 (Septiembre, 2019)

A primera vista, el titulo nos da la impresión que se trata de un método para bailar danzón de forma autodidacta y para practicarlo en casita, en el taller, la oficina etc., pero no, nada de eso, sinceramente el propósito de esta reflexión, es dar un pincelazo ret
rospectivo en torno al sentimiento natural dancístico de este cadencioso ritmo a través de una súbita y exquisita experiencia.

Les comento, hace aproximadamente 15 años, me encontraba en el legendario “parque de los cocodrilos” donde cada sábado tocaba una Orquesta Danzonera y, claro una congregación nutrida de bailadores y espectadores, pues bien, en una de esas habituales visitas que solía hacer a ese ya desaparecido “espacio danzonero”, tuve una experiencia que definitivamente cambió mi concepción aun embrionaria que tenía del danzón. Verán, aquel día, recuerdo, era un sábado soleado de verano, cuando de repente, una señora se me acercó para decirme que si podría bailar un danzón con su mamá, yo sin dudarlo acepte de inmediato, quizá arrebatado por el nefasto sentido de la vanidad (con el que se impregnan muchos bailadores, sobre todo “los académicos”), pero, cuál sería mi sorpresa que la dichosa mamá era una señora elegantemente vestida de 73 años (me confesó su edad sin preguntárselo), charlamos un rato antes de bailar, pero, cuál sería mi sorpresa que en tan breve charla sus certeras palabras me hicieron reflexionar, me comentó que en sus años dorados cuando era asidua a los salones de baile, el danzón no se bailaba de la forma que lo estaban bailando ahora y puntualizó sobre la exageración, tanto de figuras, como vueltas, tampoco existían esas entradas ni esos ridículos remates y, así de una manera sutil me insinuó como desearía que bailáramos el danzón. Por fin llegó el momento de la verdad y, “a bailar se ha dicho”, confieso, que desde el primer instante ya enlazados sentí algo diferente, era como un viaje instantáneo al pasado, con decirles que no utilice ni un solo “cuadro”, ella fue la que al inicio marcó el ritmo y el lenguaje dancístico con pasos muy simples además de un peculiar “muelleo”, que me hicieron entender la importancia de seguir el compás de la música, todo esto hizo posible un baile sencillo, fácil, un baile sin “números”, ni preocupaciones de “remate”, fue un danzón “casi cerrado”, claro, en el montuno le propuse dos “vueltecitas” sencillas pero, sin soltarla por completo, nunca se perdió el contacto de pareja.

En ese momento mágico y, metafóricamente hablando, rompí la barrera del tiempo, la barrera de los formalismos, la barrera “del qué dirán”, en síntesis, lo califiqué como un delicioso “danzón sin barreras”, una experiencia imborrable para mí y, después comprendí cuánta razón tenía esa enigmática señora de la cual por más esfuerzo que hago no recuerdo su nombre. Esta experiencia me motivó a investigar esa forma “primitiva” de bailar el danzón y, lo primero que les diré es que hay testimonios que podemos ver y constatar en el extenso catálogo de películas de “La Época de Oro del cine Mexicano” (1936 y 1959), que ahora se han convertido en verdaderas joyas del género documental, donde aparecen escenas de gente bailando danzón especialmente en cabarets, salones de baile o patios de vecindad, donde ni siquiera encontramos los pasos ahora llaman “básicos” como “cuadro”, “columpio” “paseos” u otros no tan básicos como “tornillos” tuercas etc., etc., ni mucho menos ver a las damas abanicando sin medida en los tiempos bailables, sencillamente porque esos pasos no se conocían o no se aplicaban a este baile arrabalero y prostibulario (aunque se incomoden los esnobistas académicos),donde no era necesario asistir a una academia de baile para bailar danzón; se bailaba un danzón más lúdico con pasos simples pero eso sí con mucha pasión y, más “pegadito”.

En fin, sabemos muy bien que esa forma “primitiva” de bailar danzón no volverá, que lo actual es el baile académico-coreográfico, que tuvo el gran mérito de hacer resurgir al danzón y, a decir verdad, no sabemos hasta donde va a llegar con tantas innovaciones, incrustaciones y experimentos.

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INSCRIPCION A LA ASOCIACION MEXICANA DE DANZONERO

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