BIENVENIDOS A SU DANZOTECA 5

Su amigo, Ing. Javier Rivera (Danzonero X), les da una cordial bienvenida a este nuevo espacio alternativo donde pondré el historial de documentos, textos y materiales relacionados con el danzón y sus circunstancias. Cualquier aportación será bien recibida.

martes, 19 de diciembre de 2023

LA EPIDEMIA DE BAILE



 Por Luis Pérez “Simpson”

Extracto del Boletín Danzón Club No. 124 (Junio, 2020)

Ahora que vivimos el desasosiego que provoca el aislamiento social debido a la pandemia del covid-19, la gran pregunta para nosotros los mexicanos, es ¿hasta cuándo volveremos a la “normalidad”?, en realidad, aun no lo sabemos, lo único que nos queda es esperanza y resignación, claro, es una magnífica oportunidad para la reflexión, lectura y diversas actividades hogareñas.

Para nosotros, los amantes del baile de salón, este “atípico” confinamiento en casita ha sido un verdadero “tormento” y, que una de las actividades que mas deseamos es que llegue el momento para salir despavoridos a los salones de baile, plazas públicas y bailar, bailar y bailar, ese “vals sin fin por el planeta” como dijera el gran poeta zacatecano, Ramón López Velarde. Ya me imagino esa salida emocionante llena de vigor por “asaltar” dancísticamente los salones de baile, donde, aparte de bailar podamos dar un emotivo abrazo a toda esta familia que nos acompañaba cada semana en estos mágicos recintos llamados salones de baile y, será tanta esa emotividad que no dudo que muchos bailadores desde una decena de metros antes de llegar al salón de baile ya vayan bamboleando y bailando por la acera exponiéndose a los siempre oportunos comentarios de la gente murmurando: “estos ya se volvieron locos” o “todavía no se les pasa la borrachera” o la clásica “ya les dio el mal se san Vito”, pero, ¿qué creen?, esto no sería nada nuevo, pues, históricamente, se tienen registradas varias epidemias o plagas de baile y, según historiadores, entre ellos, Paracelso, alquimista, astrólogo y médico, que en uno de sus libros, “Opus Paramirum” nos narra lo que fuera la más impactante, Epidemia de Baile sucedida a mediados de julio de 1518 en la ciudad de Estrasburgo.

“La Manía de la Danza”, Pieter Brueghel el joven (1564-1638) en base a un dibujo de su padre.

Verán estimados lectores, todo comenzó cuando el 14 de julio, una mujer de nombre FrauTroffea, salió a la calle y comenzó a bailar como “poseída”, nada la detenía, pareciera que estaba fuera de cualquier control, no paraban de bailar, para sorpresa de muchos, al día siguiente continuaban bailando y, así los días posteriores, tanto que al cabo de una semana ya se le habían unido treinta y cuatro personas todas bailando contorsionadamente, al grado que, en el transcurso de un mes ya sumaban más de 400 el grupo de compulsivos bailadores, cuál sería la sorpresa de los demás habitantes de esta ciudad que al ver dicho espectáculo grotesco, se decían unos a otros que se trataba de la legendaria “danza de los malditos”, pero, de nada sirvieron los intentos por detenerlos ni las súplicas para que parasen, el numeroso grupo de bailadores seguía bailando y bailando, obviamente, muchos bailadores fallecieron en ese impulso irresistible de bailar, algunos por infarto, otros por derrame cerebral o degaste físico, por consecuencia, en una semana ya habían pasado a mejor vida casi 100 de ellos.

Las autoridades y médicos no sabían qué hacer, pero llegaron a la “conclusión y convencimiento” que solo se recuperarían si seguían bailando, para lo cual adecuaron un mercado de granos al que llevaron al grupo de compulsivos bailarines, para tal efecto, contrataron a flautistas y tamborileros para que con la música continuaran en movimiento, e incluso llevaron a “hombres fuertes” para mantenerlos en pie, vaya “ocurrencias” las de estas autoridades. Como era de esperarse, en cuestión de días siguieron otros más fallecimientos de estos compulsivos bailarines por las mismas causas antes citadas.

Se cuenta que a fines de agosto de 1518, un número aproximado de 400 personas habían caído en la locura, esto, asustó tanto a las autoridades como a médicos y concluyeron que se “habían equivocado de tratamiento” y pensaron que se entonces se trataba de un asunto divino por lo que daría mejor resultado la penitencia y la prohibición del baile en toda la ciudad y, la suerte de los pobres bailarines se determinó en llevarlos a la capilla de san Vito, localizada en el pueblo cercano de Saverne, donde siguiendo la crónica de Paracelso, el mal cesó descansando a la sombra del santo, quedando terminada la epidemia de baile en el mes de septiembre de ese mismo año y, a decir verdad, fue una epidemia corta y con pocas víctimas.

Pero, se preguntarán ¿por qué a la Capilla de San Vito?, bueno, San Vito fue uno de los santos más populares de la Edad Media y según su biografía, este Santo, realizó el milagro de curar al hijo de emperador Dioclesiano, cuyo hijo era epiléptico, enfermedad que en ese tiempo era impresionante e incurable.

Como ya dijimos, este no fue el primer ni único brote de baile compulsivo, incluso, se le llegó a nombrar a este fenómeno como “Baile de San Vito” en honor a este santo y, por si fuera poco, se tienen registradas hasta diez epidemias de danza antes de 1518, por decir algo, una de ellas se dio en 1374 y abarco varias ciudades, Bélgica, el noreste de Francia y Luxemburgo, pero, fue justamente la de 1518 la más documentada en comparación a las precedentes.

La extraña epidemiaa del baile en 1518

La incertidumbre y curiosidad continuó, con el tiempo surgieron varias teorías para explicar este extraño fenómeno epidemiológico, la primera sostenida en base a una idea popular afirmando que, los bailarines habían ingerido un hongo psicotrópico que crece en tallos de centeno llamado cornezuelo o ergot (Claviceps purpurea),.que entre sus efectos desencadena delirios, espasmos y dificultad para coordinar movimientos.

Otra teoría muy poco probable es que los bailarines eran miembros de un culto herético.

También surgió una idea más plausible, la cual argumentaba que dicho baile compulsivo se debió a un estallido de histeria colectiva, ya que en aquel año, había mucha hambre entre los pobres aunado a enfermedades y desesperación espiritual, sin embargo, surge la duda de cómo esa gente bailó en su miseria. No cesaron los intentos por dar una explicación al citado “fenómeno dancístico”, una de ellas, quizá la “más racional” expone que los bailarines estaban en estado de trance lo que les permitió bailar durante tanto tiempo, esto me recuerda los famosos “maratones de baile” que se promovían en épocas pasadas, incluso hay una película mexicana titulada “Maratón de Baile”, 1958, director, René Cardona. 

Como habrán notado, en el baile, no todo es “miel sobre hojuelas”, ni perfumadas frases poéticas, también nuestro amado baile ha cobrado muchas vidas, ruinas e infortunios y, no olvidar que las “epidemias” se han manifestado en la historia de la humanidad, algunas regresan, ojalá y retornaran en forma de baile de salón.

Para finalizar, es oportuno mencionar que San Vito es el Santo Patrono de los bailadores y, su festividad se celebra el día 15 de junio.

No hay comentarios:

INSCRIPCION A LA ASOCIACION MEXICANA DE DANZONERO

Fill out my online form.