“DANZONJAZZEADO ALMENDRADO”

 Por Luis Pérez “Simpson”

Extracto del Boletín Danzón Club No. 113 (Julio, 2019)

Entre mis preferencias musicales está definitivamente el jazz y, este gusto por el jazz lo adquirí desde la adolescencia gracias a mi señor padre (QEPD) quien me introdujo en este fascinante mundo del jazz escuchando a las Grandes Bandas, grupos de jazz, cuartetos, quintetos sextetos, también orquestas de Dixieland etc., tal era mi afición a este género musical que me gastaba el poco dinero que tenía en comprar discos de jazz, y por años asistí a diversos lugares donde tocaban agrupaciones de jazz, lo cual fue para mí una exquisita experiencia. Haciendo un paréntesis, no recuerdo a alguna de las Grandes Bandas norteamericanas o canadienses interpretar un danzón.

Bueno, antes de continuar con este apunte, quisiera puntualizar que el jazz aunque se le considera como un género musical, no es propiamente un ritmo, es solo una singular manera de interpretar la música, quisiera expresar muchas cosas sobre el fascinante mundo del jazz, pero, definitivamente me faltaría espacio en este boletín, por lo que, solo expondré algunas breves consideraciones que siempre me asaltan cuando lo relaciono con el danzón, que como bien saben, es otro género musical que realmente me ha atrapado.

Les diré, no es fácil separarme de esta dicotomía “danzón-jazz”, misma que se me presenta como un dulce “conflicto”, cuyo remedio inmediato es escuchar las interpretaciones de los que llamo “danzones jazzeados”.

A manera de introducción y a la vez tratando de sintetizar, les diré que hay ciertos elementos básicos que gravitan en torno al jazz y que le dan su sello característico que son: la sincopa (en música, se refiere a la nota que se coloca entre dos o más que valen, juntas, lo mismo que ella.), la improvisación sobre una melodía, y cosa curiosa, el tan nombrado latín jazz (prefiero llamarlo jazz afrolatino) tiene sus raíces en la música africana que en sus inicios tuvo dos células rítmicas, el cinquillo y la clave, ¿les suena eso del cinquillo?

Afortunadamente, ha habido músicos arreglistas que le han dado un toque jazzístico al danzón en especial a ciertos danzones de los llamados “clasicos” transformándolos en verdaderas joyas del jazz afrolatino imprimiéndoles ese toque sincopado y dejando el mágicol espacio para la improvisación de los músicos

Por otra parte existen músicos compositores que tomando alguna de las estructuras musicales del danzón se han dedicado a la tarea de componer extraordinarios danzones en un formato “jazzístico”, tomaré solo como ejemplo a la compositora, productora, arreglista y multinstrumentista (saxofón, flauta y teclados) cubana y destacada interprete del jazz, me refiero a Lucía Huergo Guitián (17 de noviembre de 1951 La Habana -1 de mayo de 2015), quién compuso el sublime “Danzón Habana”, el cual les recomiendo lo escuchen.

No cabe duda que para los músicos, especialmente los amantes del “jazz afrolatino”, siempre será una irresistible tentación interpretar danzones en forma jazzística y, de verdad hay mucha “tela de donde cortar” empezando por los montunos que es la parte del danzón híbrido que más se presta tanto para la improvisación como para el virtuosismo de los músicos, de hecho me he encontrado con interpretaciones jazzísticas en donde solo utilizan estos “montunos” que a decir verdad no solo abarcan el ritmo de son, también chachachá mambo y hasta timba.

Otro aspecto a destacar es la marcada influencia de las "Big Band de Jazz” sobre todo en su instrumentación que tienen la gran mayoría de las Orquestas Danzoneras en México y, que generalmente tienen una semejanza notoria de estas Grandes Bandas, solo basta observar la incorporación de los saxofones, trombones e incluso trompetas que le dan este particular sello, incluso hasta en algunas vemos a su director dirigiéndolas al estilo Glen Miller.

Estas orquestas danzoneras del tipo "Big Band de Jazz”, son desde mi punto de vista, muy canonícas, ortodoxas, difícilmente se atreven a romper el esquema de su partitura para darle espacio a la improvisación, claro, hay escasas excepciones.

Definitivamente los llamados “danzones jazzeados” no son muy conocidos para la comunidad danzonera, ya que existe un marcado costumbrismo y preferencia al “danzón hibrido urfeliano”, pero, sin embargo, hay algunos danzones que interpretan estas Orquestas Danzoneras que “le cae como anillo al dedo” para el ensayo jazzístico y, aquí precisamente viene el mágico condimento almendrado de este suculento banquete danzonero, ya adivinaron, se trata de la máxima expresión del danzón hibrido, me refiero a “Almendra”, excelsa composición del músico cubano Abelardo Valdez, donde su montuno es una irresistible tentación y oportunidad para la improvisación y virtuosismo de los solistas; al respecto he escuchado muchas versiones de este montuno, tanto en grabaciones como en vivo, solo, para no extenderme más de lo debido, destacaré dos de ellas, la primera fue un sábado en el Domo Danzonero de la alcaldía GAM de la CDMX, donde La Danzonera Nuevos Aires del Danzón dirigida por el maestro trompetista, Felipe Fuentes interpretó de una manera exquisita este danzón y, en la parte del montuno quedé de verdad impresionado por el virtuosismo e improvisación de los músicos sobretodo la ejecución del flautista.

La segunda, es sin duda una delicia musical “almendrada”y, que mejor que una orquesta cubana de músicos jóvenes de Matanzas, Cuba, si amigos, me refiero a La Orquesta Miguel Failde dirigida por el genial flautista Ethiel. F. Failde en una presentación que tuvieron el año pasado en el legendario Salón los Ángeles de la Ciudad de México, sensacional y pleno de emoción observar y escuchar a estos músicos que radiaban alegría y virtuosismo, es volver a lo lúdico y libertad del danzón. No dejen de escuchar estas versiones.

Desgraciadamente, como lo expresé al principio, falta espacio y son demasiados los aspectos a tratar sobre este tema y, primero DIOS lo retomaré en un futuro próximo, les aseguro, esto no termina aquí.