Por Luis Pérez “Simpson”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 122 (Abril, 2020)
Es muy frecuente que en alguna plática informal referente al danzón salga a relucir la tan trillada frase “El danzón es un baile para viejitos”, sobre todo pronunciada por jóvenes, sin embargo, para los que se sienten conocedores del danzón la citada frase parece una ofensa y de inmediato salen los discursos en su defensa.
Los defensores, argumentan que hay jóvenes incluso parejas de niños que bailan danzón en algunas plazas o en las indigestas coreografías teatrales, o, que cada vez es mas frecuente la llegada de jóvenes a los grupos académicos para aprender a bailar danzón, lo cual es correcto, más no suficiente para derrumbar la tremenda frase citada..
Pues bien, dejando a un lado fanatismos y falsas ilusiones, debemos primeramente, aterrizar en la realidad y las evidencias de este fenómeno dancístico en la república mexicana y, me gustaría expresar mi punto de vista al respecto.
Nos duela o no, el danzón es un ritmo ya pasado de moda (en realidad nunca estuvo de moda) y, la moda al menos en el baile la marcan los jóvenes con ritmos nuevos o ritmos no tan nuevos que están en su preferencia.
A pesar de la expansión de grupos académicos coreográficos en toda la república mexicana, así como, las “Muestras Nacionales de Danzón” en casi todos los estados, es un hecho que la Ciudad de México es donde más se baila danzón, donde están realmente los Salones de Baile, donde cada día de la semana se puede ir a bailar danzón con Orquestas Danzoneras en vivo, donde existen la mayor cantidad de Orquestas Danzoneras, el mayor número de plazas públicas donde se baila danzón junto con otros ritmos, por esto y muchas cosas más podemos afirmar que La Ciudad de México es la “Capital Mundial del Danzón” y, por ende, la tomo como termómetro, modelo y laboratorio del danzón.
En base a lo anterior, basta visitar los salones de baile de la Ciudad de México, en sus funciones ordinarias, específicamente donde está programada una o dos Danzoneras para poder apreciar que más del 90% de los asistentes son personas de la tercera edad y, contadas con las manos las parejas de jóvenes esto, en el mejor de los casos, ahora, definitivamente sabemos que por reglamento no se admiten niños, y realmente no tienen nada que hacer ahí.Por otra parte, en cuanto a los jóvenes, tal y como lo expresé anteriormente, bailan (si es que eso es bailar) el ritmo o los ritmos que estén en boga, y el danzón no es representativo de su época, les diré, a lo largo de muchos años me ha tocado asistir a fiestas de graduación, fiestas de quince años, y nunca la orquesta o grupo musical toca al menos un danzón.
Recuerdo muy bien que el año pasado en una de estas fiestas de graduación, la orquesta se atrevió a tocar un danzón y créanme, fue nula la respuesta de los asistentes, nadie en la pista, ni siquiera los papás o tíos de los jóvenes graduados se atrevió a bailar un danzón
No es invención mía, pero, dentro del sentir popular, el danzón hoy en día está íntimamente relacionado con la tercera edad, para llamarle de una manera muy sutil a la vejez, ahora “Adultos mayores” y otros más con un poco de humor le llaman “juventud acumulada”, al fin y al cabo sabemos muy bien de que se trata, pero también el danzón es un ritmo “viejo”, ya con 141 años y tres meses, es decir un danzón exquisitamente añejado con un tiempo musical lento de 2/4 que nos invita a nosotros, los “viejitos” (así nos cataloga la “chaviza”), a reconquistar el cortejo o como se dice “echar una canita al aire”, y, que bueno que tiene esa perfumada dosis de saborear “un segundo hervor”, al grado que hay innumerables historias de personas de la tercera edad que a partir de bailar danzón, terminan en tórridos romances, no olvidemos que el danzón es un baile alcahuete, sensual, y como lo apunto nuestro amigo Leo Rossen en su artículo del mes pasado, el danzón es un baile cachondo y yo agregaría, no apto para niños.
Gracias a su constante presencia y su inmensa mayoría tanto en salones de baile, como en plazas públicas, son los “viejitos” los que realmente sostienen al danzón, a las Danzoneras y por ende a la reciente y oportunista “Industria del Danzón”, pero, lo que no saben muchos jóvenes e inclusive algunos “profesores de baile”, es que históricamente, gracias a los adultos y adultos mayores, el danzón sobrevivió a tiempos muy álgidos cuando se introdujeron en México de nuevos ritmos que por poco y lo pulverizan, hoy afortunadamente la situación es muy diferente al grado de poder decir “estamos sobre un lecho de rosas”.
Ahora, vayamos a otra vía de captación e identificación de “viejitos” al mundo del del danzón, me refiero al ámbito de la Gerontología, que en su definición, nos dice que su origen etimológico.viene del griego geron, los más viejos, y logos, discurso razonado, pero fue Michel Elie Metchnikoff, un microbiólogo ruso (ganador de Premio Nobel de fisiología y medicina en 1908) quién inventó la palabra gerontología definiéndola como “El estudio científico de la vejez”.La gerontología cada vez se hace más presente en la vida actual, esto, por el crecimiento poblacional de adultos mayores, a tal grado que ya es una carrera y especialidad, como ejemplo en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo existe la Licenciatura en Gerontología y dentro de sus materias del primer semestre tienen, ¿Qué creen?, Taller de Danzón, pero, no todo este danzón se queda intramuros, ojo, en abril de 2015 el área de gerontología de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo organizó la Primer Muestra Estatal de Danzón en el Centro Cultural La Garza, en el centro histórico de Pachuca, Hgo.
No podemos omitir que contamos con instituciones como el Seguro Social o El Centro DIF Gerontológico donde han formado grupos .donde les imparten a los adultos mayores clases de baile de danzón como una terapia dinámica de salud para contrarrestar enfermedades cardiovasculares, artritis, algunos casos de diabetes y algo muy importante como un antídoto contra la depresión
Muchos médicos tanto del sector salud como particulares recomiendan a los pacientes de la tercera edad bailar danzón y bajo esta prescripción médica los adultos mayores llegan a las Academias de Baile a aprender a bailar danzón y posteriormente “hacen su tarea” en los Salones de Baile.
Pregunto: ¿todavía habrá algunos escépticos que se resistan a aceptar que “El danzón es un baile para viejitos”?, bueno, aun hay más argumentos, hace días me llegó una propaganda (ver imagen adjunta) donde el INAPAN (Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores) promueve el baile de danzón para Adultos Mayores recalcando algunos beneficios tales como, ayuda al buen funcionamiento del sistema cardiovascular, el aumento a la oxigenación de tejidos, también favorece la interacción social y otorga mayor confianza y goce.
Finalmente, nosotros “Los viejitos”, debemos sentirnos orgullosos de tener un cadencioso baile de salón que nos identifica y que es a la vez un distintiv
o, además, nos alegra ver a jóvenes que se acercan a este añejo ritmo, rompiendo las barreras “del que dirán”
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