Por Luis Pérez “Simpson”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 96 (Febrero, 2018)
Estimados lectores, antes de comenzar con el tema, haré una pequeña aclaración, cuando escribo “bailador (es)”, deberá entenderse que me estoy refiriendo tanto a bailadores como a bailadoras, donde ambos tienen la misma importancia en esto que llamamos el placer de bailar.
Quiero comenzar, haciendo un poco de memoria y, en este caso, algunos pasajes donde el baile se hizo presente, recuerdo varias cosas, la primera es, que mis primeros “maestros” de baile fueron familiares principalmente una tía y dos primas que bailaban “como trompo”, posteriormente fueron mis amigas de barrio. En aquel tiempo, no había entre nosotros, los adolescentes el concepto de “baile académico” y, todo era muy sencillo, unos cuantos pasos básicos y, listos para el baile, por esos años, tuve mi primera experiencia “académica” formal y, fue cuando me eligieron ser “chambelán” de una quinceañera en su célebre y tradicional baile, para el cual, el padre de la quinceañera contrató a un “maestro”(1), especialista en montar este tipo de coreografías rutinarias. Recuerdo que, en aquellos maravillosos tiempos, todos éramos por así decirlo “bailadores de barrio”, claro, que obviamente se distinguían los que bailaban toda clase de ritmos y, además poseían cierta audacia y habilidad dancística, misma que les daba una merecida fama y, otros que como yo, pasábamos desapercibidos, es decir éramos “del montón”, claro que para ambos, lo importante era bailar, no había semana en que no hubiera una fiestecita casera donde se congregaban los jóvenes del barrio en esa llamada “edad de la punzada” y claro, el platillo fuerte era bailar no importaba que fuera con el sonido de una consola tocadiscos y en algunas ocasiones se contrataba a un grupo versátil, también recuerdo, no faltaban los bailes callejeros sobre todo en época de posadas, caray, qué tiempos aquellos.
Bien, lo descrito anteriormente, nos da una cierta idea de lo que se conoce como “baile social”, el baile que por excelencia no es “académico”, aparte, que en mi opinión, es definitivamente más autentico, natural y, por así decirlo, un baile para todos.
El “bailador de barrio” o “bailador social”, representa la forma más natural de interpretar dancísticamente un ritmo bailable y, este bailador social se caracteriza por el placer de bailar, ya sea en una reunión casera, una fiesta, un patio de vecindad, en la misma calle, en una plaza pública, en los salones de baile y ahora en ciertos espacios creados exprofeso para este grupo de geniales y alegres bailadores.
Otra característica importante a mencionar, es que el “bailador social” no es fruto de ninguna escuela o academia de baile, su escuela es “la calle”, como algunos de estos bailadores me lo han mencionado, agregando que para ellos lo importante es moverse al ritmo de la música, ya sea una salsa, cumbia, son, guaracha, pachanga etc., figúrense estimados lectores no mencionaron al danzón, a lo cual les pregunté ingenuamente el porqué no bailaban ni tocaban danzón, a lo cual de manera casi inmediata se apresuró un pintoresco bailador como de unos cuarenta años y tajantemente me dijo: “El danzón de hoy es para jotitos”, claro que ya se imaginarán que utilizó otra palabra.
Por supuesto que me di a la tarea de visitar dos lugares donde se congregan este tipo de bailadores sociales o de barrio, siempre acompañados de un buen equipo de “sonideros”, mismos que le impregnan un peculiar ambiente de gozo, de alegría que invita irremediablemente a “mover el bote”.
Estando prácticamente de observador, me llamó mucho la atención la manera tan libre y espontanea de bailar, los bailadores irradiando un exquisito sentimiento en cada paso que daban; en esto estaba cuando una dama me recalcó diciendo: “estas no son coreografías como las que muestran las escuelas de bailarines” y, tenía toda la razón, hay una natural habilidad, improvisación y la tan importante alegría que nunca se verá en las “coreografías rutinarias académicas de danzón”, que tanto han proliferado como una epidemia endémica.
No hay que olvidar estimados lectores, que grandes bailadores fueron auténticos ídolos y bailadores de barrio y, solo pongo como ejemplo la vida del inmortal Adalberto Martínez Chávez, “Resortes”, que viniendo al caso, en su película “Baile mi Rey” nos proporciona una autentica imagen de lo que es un bailador de barrio,pero, no solo en el cine, también en la música tenemos temas dedicados a estos bailadores de barrio, su identidad y entorno, a lo cual, me permití seleccionar uno de ellos que va “como anillo al dedo”, se trata de una melodía a ritmo de salsa titulada “Bailar era Bailar” (2), de la autoría del trombonista Eliel Rivero y ejecutada por la Orquesta Sabadonga, cuya letra dice así:.
BAILAR ERA BAILAR
En mis tiempos
cuando yo era bailador
en el barrio se bailaba
con mucho sabor
dos pasitos por aquí
una vuelta por alla
toda la improvisación
con su hermosa cantango
nunca fuimos a academias
ni pendientes de la clave
era todo al natural
bailar ,solo era bailar
en mis tiempos
cuando yo era bailador
disfrutábamos la salsa
por gusto y admiración
se bailaba la guaracha
el bolero, rumba y danzón
no hacían pasitos en serie
bailaban con el corazón
no se hacían acrobacias
solo coqueteo y gracia
era el barrio su expresión
bailar solo era bailar
En mis tiempos,
bailar, solo era bailar
por aquí una vueltita por allá
era la improvisación
de dos cuerpos al danzar.
En mis tiempos,
bailar, solo era bailar
Pero, así se bailaba
Allá en mis tiempos
Era todo al natural
En mis tiempos,
bailar, solo era bailar
Y, no, no, no
Nunca fuimos a academias
Bailar solo era bailar
En mis tiempos,
bailar, solo era bailar
Disfrutábamos la salsa
con gusto y admiración
En mis tiempos,
bailar, solo era bailar
no se hacían acrobacias
solo coqueteo y gracia
mandaba era el corazón
En mis tiempos,
bailar, solo era bailar
óyelo bien
se bailaba la guaracha
bolero, rumba y danzón
ponte a gozar, pero, ponte a gozar
que yo te invito, te invito
para que lo bailes como se bailaba
en los tiempos de mi abuelito
ponte a gozar, que yo te invito
y nunca olvides
quela esencia de la salsa
es puro corazón y ritmo
ponte a gozar, que yo te invito
hay pero ven y ven
y ven y ven y ven
bailador a gozar que yo te invito.
Notas:
1.-Muchos profesores de baile de salón comenzaron montando coreografías para quinceañeras, eran muy solicitados y veías sus anuncios por doquier.
2.- Esta salsa la pueden escuchar en el siguiente enlace https://www.youtube.com/watch?v=plu6bJZzZCM
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