Por Leonardo Rosen “El Brujo del danzón”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 103 (Septiembre, 2018)
Estimados danzoneros:
Les deseo todo lo bueno y todo lo dulce de la vida.
Todos los veranos en la plaza mayor del Lincoln Center en la ciudad de Nueva York, se presentan eventos de baile. Para entrar en la pista encerrada junto al escenario, hay una entrada donde se paga para tomar un taller y entonces, a bailar. Afuera, la música se oye muy bien y hay entrada gratuita. En las noches de salsa, latinos (puertorriqueños, dominicanos, colombianos, cubanos, etc.), mayormente de la clase obrera, llegan de todos los barrios de Nueva York, no entran en la zona de paga, pero, bailan a su gusto. Para la demás gente, es una oportunidad de observar a salseros maravillosos que nunca en la vida han tomado una clase de este ritmo. Hay muchas personas que toman clases por años y años y, no pueden bailar al nivel de estos salseros que bailan en la zona gratuita. ¿Lo tienen en la sangre?, no, lo tienen en su cultura la cual tiene fuertes raíces africanas, de hecho, nacen y se crían con el ritmo de la salsa, dicho simplemente, es que la bailan naturalmente, sin pensar en hacerlo con la técnica correcta y sin miedo de cometer errores. Podemos decir lo mismo sobre bailadores muy buenos del tango argentino que nacen y se crían con este baile en los arrabales de Buenos Aires. ¿Clases? ¡Claro que no!
En la ciudad de Nueva York, había otra "escuela" de baile que ahora enfrenta el fenómeno de la extinción de los grandes y famosos salones del baile latino, que lamentablemente se han virtualmente desaparecido. En aquellos años. era posible aprender observando a las mejores parejas y aplicar un proceso de imitación, hasta desarrollar un estilo propio. Para aprender el auténtico baile latino, no era necesario ir a "Arthur Murray Studios" u otras academias de "ballroom dance", ahora, mucha gente quiere aprender la salsa auténtica y los otros bailes latinos pero, ¿dónde? Con esta triste situación, vimos el auge de las academias especializadas en lo latino por necesidad.
En México, el danzón perdió su popularidad con la llegada de otros bailes, tales como el mambo, el chachachá, la salsa, y desde luego, rock & roll. Para revitalizar el danzón, varios instructores fundaron academias y para darles su merecido crédito, hicieron mucho para preservar el danzón.
En México, hay mucha gente que no nació y no se criaron con el danzón, pero desean aprenderlo. Aquí como en Nueva York, quedan pocos salones de baile y al llegar a una edad madura, no es tan fácil aprender por el método de observar e imitar, por lo tanto, las academias son necesarias ya que, para enseñar el baile, se necesitan un método y una técnica. En los Estados Unidos, "Arthur Murray Studios", tenía mucho éxito con su método de enseñar a bailar a personas que no sabían nada en absoluto sobre esta actividad.
En la actualidad, para ganar más dinero, algunas academias se ponen dogmáticas y doctrinarias con su método, les dicen a sus alumnos "Nuestro método es el correcto, y si no lo hacen exactamente así, van a cometer errores terribles", además, muchos principiantes tienen el concepto erróneo que saber bailar es nada más que una cuestión de aprender pasos. Hay algunos instructores que no enseñan los otros elementos básicos del baile, tales como, la cadencia y el lenguaje del cuerpo y, sólo les complacen a sus alumnos por enseñarles un sin número de pasos, incluidos muy complicados entradas y remates. Pienso que instructores de este tipo inventaron la llamada "muestra nacional".
¿Hay buenas academias? ¡Claro que sí! Hay maestros excelentes que enseñan todos los elementos básicos del danzón, no sólo pasos y más pasos, les enseñan una técnica muy buena, les explican a sus estudiantes que no hay "errores", sino " lecciones". Una famosa profesora del tango argentino les dice a sus estudiantes varones que si cometen un error, deben hacerlo con confianza. ¡Las mujeres nada más pensarán que es un paso nuevo! Cuando los estudiantes hayan dominado los elementos básicos, el buen maestro les estimula a experimentar e inventar. Los que aprenden según esta filosofía positiva no van a preocuparse o ponerse nerviosos por bailar un paso "incorrecto". Debemos ayudar a los neófitos a buscar una academia que tenga este concepto de instrucción. ¡Son las mejores!
Este es su Boletín de Danzón. Les invito a comentar, especialmente si no están de acuerdo conmigo. Hasta entonces, reciban muchos abrazos de este servidor,
Leonardo Rosen, Locutor/DJ
"Al Son de Danzón" , XESQ Radio San Miguel, San Miguel de Allende, GTO
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