Por Leonardo Rosen “El Brujo del Danzón”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 155 (Enero, 2023)
¡Alerta! Hay un peligro que amenaza el futuro del danzón en México y, es la creciente carencia de hombres que bailan.Actualmente, es un problema para el baile social en general, pero, esta vez, solo me enfocaré en lo concerniente al danzón. Es muy triste para todas las mujeres que quieren participar en este baile de salón, pero no tienen con quien bailar, esta situación podría ocasionar en un supuesto que ellas dejaran el danzón y en consecuencia, el danzón podría caer en decadencia y, no estoy bromeando, pero, pensemos: ¿Cuál es la causa de este problema y qué podríamos hacer para solucionarlo?
Les comento, el domingo pasado, asistí a un evento bailable en el Jardín Principal de San Miguel de Allende, GTO, y bailé danzón con varias damas del grupo de mis antiguos alumnos (Rocío Vargas y Omar Llamas), estas excelentes mujeres de edad madura no tenían con quien bailar, como muchas más damas de su misma edad en ese evento. Créanme, muy triste ver esa situación, porque ellas asisten gustosas a las clases de danzón con la esperanza de bailarlo. Al día siguiente, me encontré con otra señora de edad madura que quería hablar conmigo sobre este tema, ella se quejó que no sólo en el danzón, sino en la salsa también, no había prácticamente hombres con quien bailar, y en la salsa, los pocos hombres que sí bailaban querían bailar con mujeres más jóvenes. Me dijo que pensaba dejar de participar en eventos bailables y que además no era la única que pensaba así.
Creo que ya es tiempo para hablar abiertamente sobre este fenómeno, que es nocivo para la salud del danzón mexicano y, para escribir este artículo, decidí no depender solamente de mi observación y mi opinión, por lo que, decidí tratar este tema con el ya mencionado profesor Omar Llamas, quien ha enseñado a bailar danzón desde hace doce años en el CEDECOM, que es, un centro comunitario del gobierno municipal de San Miguel de Allende. GTO.
Me comentó que en los años antes de la pandemia del Covid-19, había tenido ciertos altibajos en la participación de hombres en sus clases, unas veces con bastantes hombres y otras con escasez.
En marzo de 2020, el Covid-19 aplastó todas nuestras actividades bailables y hasta el reinicio de actividades en 2021 ya con más regularidad, pero, la carencia de hombres en su grupo ha sido notoria dando un efecto negativo para el grupo.
En las clases, las numerosas damas compiten para bailar con el instructor y uno o dos hombres más, y salen de la clase no muy satisfechas. Este grupo como muchos, participa en las conocidas “Muestras Nacionales de Danzón”, pero hay un severo problema, no hay hombres con quienes formar parejas, por lo que, varios promotores ahora entienden que no pueden negarse a montar coreografías solo con mujeres o, mujeres con vestuario de hombres. En el caso de este grupo, Omar monta coreografías donde las mujeres bailan solas con sus abanicos y en otros casos con secciones que les permiten compartir a los dos o tres hombres de su grupo.
Por otra parte, hay algunos líderes de grupos que sólo exhiben a sus pocas parejas en las coreografías para la “Muestra”, y eliminan a las mujeres que no cuentan con pareja de participación. Recientemente en dos ciudades, los promotores presentaron masivas coreografías sencillas con la participación solamente de mujeres, según Omar, muchos grupos de danzón en este país tienen este mismo problema de carencia de hombres, entonces, me dijo algo que yo no sabía: varias de las “reinas” (el tema de mi último artículo), llegan a las “muestras” y “bailes de gala” sin pareja y tienen que pedirles a hombres bailadores conocidos que bailen con ellas ya sea en los “colectivos”, o en los “bailes de gala”, y a veces hasta en coreografías. Así, no nos extrañe ver a hombres que salen al escenario bailando varias veces y con distintas mujeres en la misma “muestra”. En un “mundillo” con tanta carencia de hombres, estos bailadores son una “mercancía valiosa” y, ya basta con una descripción repetitiva del problema.
Veamos: ¿Por qué existe esta situación?, a decir verdad, este fenómeno empezó desde hace décadas, y no sólo en México, sino también en EeUu, por dar un pronto ejemplo.
Poco a poco, el baile dejó de ser para hombres una gracia social necesaria, a veces hasta requerida, entonces, a muchos hombres no les atrae aprender a bailar, sobre todo en su adolescencia o su juventud.
Muchos hombres piensan que “mover la colita” un poquito es “afeminado”, y no quieren hacerlo, también en determinados casos tienen un miedo morboso de quedar en ridículo ante otras personas, temen no poder aprender a bailar y que vayan a hacerlo mal. Todo esto es una condición colateral de “machismo”. Cuando los bailadores experimentados en edad madura o de la tercera edad se retiran de la escena, se tiene el problema que no hay los suficientes hombres “nuevos” para reemplazarlos. Si un hombre de edad madura decide que ya es el momento de dejar el baile, se pone necio como un burro y realmente ya no se puede hacer nada con él.
¿Qué debemos hacer para aliviar este problema?
Según Omar, debemos mirar a los niños. En el pasado no tan lejano, los padres obligaban a sus hijos e hijas a estudiar música, baile o la danza, el arte y otras cosas. Omar piensa que, con la ayuda de los padres, sería posible iniciar clases de danzón en escuelas y centros comunitarios. Observo que se hace esto para formar y promover grupos de danza folklórica, entonces, ¿Por qué no hacer algo semejante con el danzón?
Si la comunidad danzonera, especialmente los líderes de grupos y los promotores, no hace caso de este problema, y no apoyan los esfuerzos para aliviarlo, habrá consecuencias lamentables para el futuro del danzón en México. ¡No exagero! ¿Qué pasaría al danzón mexicano si masivas cantidades de mujeres sin parejas de baile decidieran a terminar su participación en las “muestras”, los bailes en salones y aun, las clases? Resultaría en una gran pérdida monetaria para esos promotores, directores de grupos y otros proveedores de servicios que es en sí en la mayoría de los casos su “modus vivendi”. Está claro que hasta ahora siguen ignorando el problema, pero, tarde o temprano van a aprender una lección muy desagradable.
Estimados lectores y lectores, les deseo un Feliz y Próspero Año Nuevo.
Nota: En este artículo, no expreso mis opiniones sobre las “Muestras Nacionales” y del estilo académico mexicano de bailar el danzón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario