LA MÚSICA Y EL PUEBLO

 Por Jorge de León Rivera, el Cronista del Danzón.

Extracto del Boletín Danzón Club No. 143 (Enero, 2022)

“La música y el pueblo”, es un libro interesantísimo y de rico contenido didáctico, escrito por la musicóloga, investigadora y pedagoga cubana, María Teresa Linares Savio.

Algo sobre María Teresa Linares:

Nace el 14 de agosto de 1920 La Habana y fallece el 26 de enero de 2021 en La Habana Cuba a la edad de 100 años.

Licenciada en literatura y lengua hispánica, especializada en estudios cubanos, formó parte de la sociedad coral de La Habana. Fue esposa de Argeliers León, ambos notables musicólogos.

Su libro más importante, lo escribió en 1974 se titula “La Música y el Pueblo”, Editorial Pueblo y Educación, La Habana, (115 páginas). Tuvo la colosal tarea de rescatar ritmos populares cubanos para la empresa de grabaciones y ediciones musicales EGREM, verbi gratia:

Viejos cantos afrocubanos.

“La Canción Cubana Tradicional”, etc.

Junto con la EGREM, fue la creadora de la primera Antología de la Música Cubana, una serie discográfica de nueve volúmenes, también se encargó de compilar la obra musical de artistas cubanos como Beny Moré, Sindo Garay, El Trio Matamoros, María Teresa Vera, Nico Saquito, Celina González y Bola de Nieve , entre otros.

Durante los años sesenta impartió seminarios en el Gran Teatro de la Habana y en el Conservatorio Alejandro García Caturla, en uno de ellos tuve el privilegio de asistir.

Trabajó en el Instituto de Etnología y folklore de la Academia de Ciencias de Cuba, además de ser presidenta de la Sección de Musicología de la Asociación de Músicos, Escritores y Artistas y vicepresidenta de Fundación Fernando Ortiz.

Entre 1984 y 1997, directora del Museo Nacional de la Música, sería muy largo enumerar todos sus reconocimientos, preseas y premios.

En cuanto a su libro más emblemático “La Música y el pueblo”, este fascinante libro abarca los siguientes capítulos:

1.-Antecedentes

2.- Elementos Africanos.

3.- Toda una Época: El Minuet y la Contradanza Francesa. María Teresa Linares y Jorge de León

4.- Lo criollo de Saumell.

5.-La habanera y la canción solonnieri.

6.-La Guaracha.

7.-lo que sonaba en calles y reuniones.

8.- El Órgano oriental.

9.- Presencia del 68, Lo Nacional.

10.- sentimiento Revolucionario.

11.- El Danzón.

12.- los Coros de Clave.

13.- desarrollo de la Música Popular.

14.- El siglo XX.

15.- Las tumbas Francesas.

16.- La canción popular.

17.- El Son y la Charanga Francesa

18.- El teatro lírico.

19.- Mambo y Cha-cha-chá.

20.- Cronología (va de 1509 a 1973), excelente capítulo muy documentado, como demanda una discografía editados por la EGREM.

Sobre el capítulo dedicado al danzón, citaré algunos párrafos de interés:

Según Samuel Harad, “En las escuelitas de Matanzas, tocaba una orquesta de un músico y compositor que ejecutaba hábilmente el cornetín. Interpretaba danzas, cuyas partes eran notablemente ampliadas y por esta razón se les llamaba danzón; este músico, Miguel Failde, había compuesto varios de ellos y eran bailes de cuadros y como las cuadrillas, minués y contradanzas anteriores, pero con figuras complicadas, animadas por arcos de flores y cintas de colores”.

Osvaldo Castillo Failde, sobrino de Miguel, en un libro titulado “Miguel Failde creador musical del danzón”, de dicha obra María Teresa Linares reproduce dos testimonios”

Primer testimonio, de Dolores María de Ximeno:

“Su autor, el músico Miguel Failde, compositor, artista aplaudidísimo, mimado de nuestra juventud, mestizo, sastre, serio y respetuoso, y de figura por la fina apariencia parecida a la de White con fruición interpretaba sus preciosísimos danzones en su afamada orquesta, sintiéndose atraídos y subyugados por el recio y ensordecedor sonido del cornetín que el soplaba con tal gusto y maestría y tales bríos que los ojos parecían querérsele salir de las orbitas; y así, enervados y seducidos, bailábamos en el Liceo hasta casi esperar la mañana”

El otro testimonio del propio Miguel Failde:

“Fue aquí en Matanzas, donde hace cerca de cuarenta años se tocó y bailó bajo mi dirección por primera vez el danzón. Después, yo mismo lo llevé a La Habana y lo toqué y se bailó allí por primera vez también en una reunión familiar donde se hallaba el célebre profesor Raymundo Valenzuela quién lo aplaudió y aceptó como el baile típico cubano […]”