Por Leonardo Rosen “Ex Brujo del Danzón”
Extracto del Boletín Danzón No. 149 (Julio, 2022)
Estimados danzoneros:
Espero que ustedes y sus seres queridos se encuentren muy bien de salud, y les mando mis mejores deseos. No escribí un artículo para el último número, #148, del Boletín DANZÓN CLUB, ya que viajé por tres semanas a Clearwater, Florida, Savannah, Georgia y la Ciudad de Nueva York durante el mes de mayo 2022. Fue una oportunidad de visitar a la poca familia que tengo. Al regresar a San Miguel de Allende, GTO, quiero confesar a ustedes como me he alejado del danzón y su entorno.
Ya no me siento parte de la “vida Danzonera”, después de tantos años de asistir a las llamadas “Muestras Nacionales”, he de decirles que yo había sido una parte de todo eso, componiendo coreografías para actuar con mi grupo en estos eventos, pero francamente, empecé a perder interés en estas exhibiciones estudiantiles donde aparecían más o menos unos 30 grupos, con los mismos pasos aplicados a cualquier danzón, sin embargo, entiendo la popularidad de este tan repetido formato a sabiendas que satisface varios deseos de los “danzoneros” (la mayoría de edad madura), de lucirse ante sus compañeros y recibir el indispensable aplauso, que es excelente para la autoestima. Es posible hacerse un rey o una reina en este mundillo, por ejemplo, hace tiempo, escribí para el Boletín DANZÓN CLUB un cuento corto titulado “La Reina del Danzón”, inspirada en una persona a quién conozco en la vida real. Esa dama sin vida social que casualmente ingresó hace años a una escuela de danzón y ahora es una verdadera “reina” en ese ámbito, muy querida y respetada a todos lados. En este caso, mi cuento fue profético, y hay otros ejemplos de este fenómeno. Los críticos de las “Muestras Nacionales” deben entender que no pueden hacer nada contra su tremenda atracción social. ¡Es bueno ser una reina o un rey!, sin embargo, no es para mí, las necesidades y deseos de mi ego son distintas.
Otra cosa es que no considero que el estilo académico del danzón mexicano sea “sagrado”, por lo general, sólo los que se han formado en un género de baile pueden bailarlo sin tomar clases, los demás deben estudiarlo siguiendo algún método.
El estilo académico del danzón provee un método muy entendible por una población general sin preparación formal en este baile. El problema es que muchos adherentes de este estilo adoptan un tal elitismo y predican que sólo el estilo académico es correcto y aceptable. No toman en cuenta que el estilo de bailarlo en Cuba, donde nació el danzón, es muy diferente. Si una pareja mexicana quiere bailar al estilo cubano, más circular y sin separación de cuerpos, ¿Por qué no?, también hay la tendencia de despreciar a los que bailan al “estilo lírico”, es decir, improvisado y no académico.
Pienso que más importantes que el academismo son la buena cadencia y el buen movimiento cultural del cuerpo. Si una pareja domina estos elementos, ¿Cuál es el problema? En el estilo académico mexicano, el flujo del danzón se rompe al final de cada paso de cuatro compases, porque hay una pausa 10-11, causando un paro completo, que en mi opinión, resulta aburrido. En entrevistas, varios viejos maestros, ellos nos han dicho que esta costumbre no existía en la época “pre-académica”, pienso que se inventó para ayudar a bailadores que no podían identificar el primer tiempo del próximo paso. Un punto más, he observado que muchos hombres, y algunas mujeres, del estilo académico bailan con la cabeza abajo, mirando la pista. ¿Por qué lo hacen? Espero que no lo hayan aprendido en sus clases, porque no se ve bien, en mi opinión.
Desde luego, la pandemia del Covid-19 hizo mucho para alejarme del danzón. En marzo de 2020, la pandemia aplastó mis eventos bailables públicos, los cuales, yo había hecho con el apoyo del gobierno municipal, mis clases de danzón y también mi programa de danzón en la radio. Volví a ser músico, lo que había sido en otros tiempos y, decidí a ampliarme como escritor. De esta manera, yo tenía bastante para ocuparme en la vida “covidiana”. Con la reapertura de actividades, me comuniqué por escrito y en reuniones con el actual gobierno municipal sobre la posibilidad de reanudar mis eventos, “El Danzón y Otros Ritmos Bailables…….” en alguna plaza pública, pero el gobierno no me responde de ninguna manera. Hay implicaciones políticas si regreso a la radio sin resolver primero el asunto de los eventos públicos bailables con el gobierno, porque la dueña de esta difusora, una ex Presidenta Municipal, y el actual Presidente Municipal tienen rivalidades por lo que las cosas se complican. Ya soy bastante grande de edad para estar suplicando o o estarme peleando.
Aquí en SMA, no hay ningún salón para bailar socialmente el danzón, claro existe la posibilidad de regresar a un centro cultural no gubernamental para dar clases y tener eventos más pequeños. Varios de mis ex alumnos enseñan el danzón y llevan sus grupos a las “Muestras Nacionales”, pero, no quiero regresar a esto, entonces, ante tal escenario me encuentro por ahora alejado del danzón, hasta cuándo, no lo sé, afortunadamente, mientras tanto, tengo bastante para ocuparme.
Les respeto a mis colegas cuyas opiniones sobre el danzón son diferentes que las mías, y espero que estas diferencias no afecten nuestra amistad. Me pregunto ¿habrá otras personas como yo, con bastante trayectoria en el danzón, que se encuentran en una situación parecida?. Desafortunadamente, me parece que no es la costumbre de los lectores de este Boletín, escribir cartas comentando su opinión al editor, en todo caso, no me rindo, ya que, siempre aparecen nuevas posibilidades. Les agradezco su atención.
Muchos abrazos. LEO, “El Ex Brujo del Danzón”
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