DEL BUZÓN DE DANZÓN CLUB

Extracto del Boletín Danzón Club No. 146 (Abril, 2022) 

Presentamos este correo que nos llegó al buzón de DANZÓN CLUB, cuyo remitente es el Sr. Raúl Carbonell, quién nos escribe desde la hermosa ciudad de Vancouver, Canadá.

huehueteotl pulido <raulcarbonellp@gmail.com>

Vie 04/03/2022 12:35 PM

Para: DANZÓN CLUB

Nunca les he dado las gracias por todos estos años de artículos muy interesantes que envían en este boletín y, por tanto ahora lo hago con gusto. Muchas gracias.

En esta ocasión fue de mucho agrado el ver que hablaban de ese programa de TV de Cuba llamado Danzoneando, y observar que en la foto del programa estaba, ahora todo un hombre, Ethiel Failde, descendiente de Miguel Failde, y fundador de la Orquestra que lleva el nombre de ese precursor del danzón.

Más o menos, alrededor del 2009 yo viaje en bicicleta por muchas partes de Cuba y eventualmente pase por Matanzas, donde en los portales del Palacio Municipal, tuve la suerte y dicha de escuchar la orquestra fundada por ese "jovencito" flautista.

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Fue por casualidad que nos conocimos y tengo que admitir que yo sin saber nada de música tuve el sentimiento, de que todos esos jóvenes que conformaban el conjunto musical, iban a llegar muy lejos. Su talento se veía y se oía tan claramente que un sordo podría haber augurado lo mismo.

En este sitio de la red, en la parte de arriba, Ustedes pueden ver una foto mía de ese concierto gratuito que dieron en sus inicios y el sitio de internet, que por cierto muy antiguo (que no ha de ser usado porque esta igualito de como se los hice) en el que se hicieron las primeras publicaciones:

https://ethielfailde.wordpress.com

Ahí en esa foto pueden ver a Ethiel dirigiendo el concierto.

Es en realidad muy satisfactorio verlo ahora después de todos estos años, como sus esfuerzos y trabajo, lo han llevado a el y su orquestra a alcanzar muchas metas de las que se han fijado.

En fin muchas gracias otra vez por el boletín y que gusto me dio toparme con esa parte de su artículo.

Un gran saludo y abrazo desde Vancouver.

Raul Carbonell