Por Enrique Guerrero Rivera “Aspirante Eterno”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 139 (Septiembre, 2021)
“Aquí estoy, sentado sobre esta piedra aparente. Solo mi memoria sabe lo que encierra. La veo y me recuerdo, y como el agua va al agua, así yo, melancólico, vengo a encontrarme en su imagen cubierta por el polvo, rodeada por las hierbas, encerrada en sí misma y condenada a la memoria y a su variado espejo. La veo, me veo y me transfiguro en multitud de colores y tiempos. Estoy y estuve en muchos ojos. Yo solo soy memoria y la memoria que de mí se tenga.”
Fragmento del libro de la señora ELENA GARRO de donde tomé el nombre para este escrito, mucho me inspiró el oxímoron con que nombró a su trabajo literario, y que se relaciona totalmente con las actuales circunstancias que me invaden de nostalgia y melancolía por los tiempos danzoneros idos debido al fenómeno que nos fustiga y que ahora únicamente los recuerdos de esos tiempos de felicidad y de gozo con la actividad relacionada con el ambiente de la música caribeña, alimentan la mente y me hace soportar la triste espera del retorno de esos momentos que le daban cierto grado de justificación a mi existencia.
Es muy desconcertante el pensar si es posible recordar lo que aún no ocurre, como sugiere el título, más en mi caso si me sucede, el llevar a mi mente al futuro de cómo será la vida danzónera después de que acabe esta contingencia que nos hace vivir en el obligado encierro, y me encuentro de manera subliminal, que existen en ese futuro, variaciones significativas de lo que encontraba habitual en las visitas a eventos relacionados con el sabroso ritmo sincopado, mi mente me manda imágenes de cambios sustanciales, tanto en la dotación instrumental de las danzoneras como también del sonido de las mismas, y que decir en la manera de bailar que no encuentro palabras para describirla, y después me remito a observar mi guardarropa de bailador de Danzón guardada por casi dos años, y mi mente nuevamente me lleva a las pistas de baile, en donde ya no es exclusivamente Nuevo Danzón lo que se interpreta, ahora son ritmos como la Timba, la Salsa de Puerto Rico, y un Mambo muy sofisticado que es la sensación en esos lugares, mostrando una ausencia de ludicidad, y una mayor tendencia a ser exhibición y culto del Ego de parte de las parejas, y demasiado me impresiona la manera de vestir tanto de las damas como de los caballeros, que sugieren que el adjetivo Dama y Caballero, no corresponde al concepto que de ellos tengo respecto a la formalidad y elegancia impresa en mis recuerdos, por eso, el solo observar los ropajes que componen mi vestuario de bailador, me hace pensar en que soy una persona de la edad media comparado con el ropaje usual de ese recuerdo del futuro.
Al parecer me adelanté a la evolución natural del Universo cuando expreso mi recuerdo del futuro respecto a las danzoneras y el timbre que las identifica, a los bailadores y su vestir y a lo diferente que se deja escuchar el Danzón en las pistas de baile, que no serán ya más, Salones de Baile, serán Pistas de Baile, y la influencia de la narrativa de Elena Garro me ha hecho profundizar en el futuro del mundo que nos brindó motivos para estar inmersos en un estado de hedonismo al bailar siguiendo el ritmo que nos apasiona a quienes sobrevivimos al ataque de el virus, tiempo que añoramos cada día, y que se refuerza cuando nos colocamos el indispensable cubrebocas para poder salir a socializar por breves momentos. Gracias por leer este lapidario escrito que describe el estado anímico en que me encuentro.
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