Por Leonardo Rosen #El Brujo del Danzón”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 139 (Septiembre, 2021)
Estimados danzoneros:
Espero que se estén manteniendo fuertes durante esta larga vida “covidiana”
Les comparto un relato que no tiene nada que ver con el danzón, sino con la belleza de la raza humana en un lugar muy especial.
En el mes pasado, agosto 2021, permanecí dos semanas en la Ciudad de Nueva York, como invitados de mi hijo, Jason Rosen y mi nuera, Agnes Peña Rosen. Ellos son dueños de una hermosa casa de tipo "brownstone" ("piedra de color café"), que tiene más de cien años de antigüedad. Se ubica en Harlem, el legendario barrio de los afroamericanos como parte del condado de Manhattan. Aunque los afroamericanos todavía predominan en esta zona, ahora hay más diversidad de raza y etnia que en el pasado. Hay un fuerte sentido de comunidad, los vecinos son amigables y amables. Harlem me encanta.
En Harlem, hay muchas Iglesias protestantes de varias denominaciones y una cantidad de mezquitas sirviendo a migrantes musulmanes de Africa occidental, y también, a musulmanes afroamericanos, en cambio, hay muy pocos templos de otras religiones, por ejemplo, la Católica Romana y la Judía.
Muchos de los africanos llevan la indumentaria muy colorida, propia de sus países, hay otros con atuendo especial, como los rastas de Jamaica, pero la mayoría de la gente se viste a la manera norteamericana común. Se nota la presencia de más personas "blancas", latinas y asiáticas que cuando yo era joven. Esta es mi "América", no la de racistas y xenófobos, y me siento muy bien aquí.
Vasta y variada por donde vayas. Siempre busco la buena comida, y en Harlem hay restaurantes muy buenos de "soul food" ("comida afroamericana del sur de EeUu"), restaurantes afrocaribeños con las cocinas de países como Jamaica y Trinidad, restaurantes con cocinas de todo el continente de Africa, de Senegal a Etiopía, y también, no pueden faltar las taquerías mexicanas. Mi favorito, se ubica a menos de media cuadra de la casa de mi hijo, es "The Edge" ("El Borde"), es un lugar muy acogedor y su comida es una fusión del Caribe y Europa, por ejemplo, comí un plato, jerk chicken (pollo jamaiquino) con espagueti Alfredo (italiano). ¡Delicioso! El chef de este lugar es un mago. También comimos en otro lugar, "Ponty Bistro", que sirve una fusión franco-senegalesa muy buena.
Es casi imposible hablar de Harlem sin tomar en cuenta su historia como uno de los centros más importantes de la música norteamericana. En el siglo XX, nos aportó jazz, rhythm & blues, soul, gospel y más. El templo mayor de toda esa música es el “Apollo Theater”, ahora es poco más que un museo, también los salones y clubes como el “Savoy Ballroom” (baile "swing") y “Minton´s Playhouse” (modern jazz/bebop) sólo son recuerdos distantes. Por lo general, los jóvenes afroamericanos contemporáneos prefieren el "rap", tocado electronicamente por "DJ's", y hay muchos bares que les brindan esto.
De lo que he observado, la única música tradicional que ha retenido su fuerza hasta la fecha es la música "gospel", porque es una parte integral de la Iglesia afroamericana. Muchos cantantes muy famosos de la música "soul" aprendieron su arte en la iglesia como niños y jóvenes, tales como Sam Cooke, Aretha Franklin, Al Green, Whitney Houston, Jennifer Hudson y muchos más.
En otra visita a Harlem hace unos años, asistí a un servicio en una iglesia frente a mi hospedaje con la reverenda Chantelle Wright y su coro de música "gospel". Esa noche, había grupos de turistas de varios países hispanoparlantes. A los turistas les gusta ir a los servicios religiosos protestantes afroamericanos por la música muy rítmica y la emoción muy fuerte en alabar a Dios. A un punto, la reverenda nos preguntó a todos de cuáles países éramos, y grité, "México!". Un poco después, ella invitó que unos voluntarios se juntaran con ella ante la congregación, y fui el único voluntario. La reverenda Wright me preguntó si yo hablaba inglés, y contesté, "Sí, soy bilingüe inglés/español." Ella me dijo, "Muy bien, entonces tú puedes traducir en español lo que predico." Así, traduje una porción de su sermón para hispanoparlantes de España, Argentina y Chile. Fue para mí un gran honor y mi primera vez predicando el Evangelio de Dios, o por lo menos traduciéndolo, en una iglesia. Pueden creerme cuando les digo que fue una experiencia muy conmovedora, y al terminar el servicio, recibí muchos abrazos de las damas españolas.
No quería decir nada sobre el Covid-19, pero les digo que en Harlem la mayoría de personas guardaban los protocolos sanitarios y portaban cubrebocas., sin embargo, mis informantes me dijeron que todavía había muchos afroamericanos que no se habían vacunado contra el virus. Hay varias razones dadas, pero no es mi propósito mencionarlas aquí. Hay una campaña muy fuerte del gobierno de NYC para promover la vacunación, incluidas ofertas de incentivos. Por supuesto, le deseamos gran éxito en esta bendita labor.
Hay más, pero ya basta por el momento, ya estamos otra vez en San Miguel de Allende, GTO.
El estado de Guanajuato ha regresado al "semáforo amarillo" y desde luego, todavía no hay eventos públicos de baile, pero, cada día en que nos despertamos vivitos y coleando, es una bendición, y les deseo a ustedes y a sus seres queridos muy buena salud y mucha felicidad.
Fuertes abrazos, LEO; "El Brujo del Danzón"
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