Por Leonardo Rossen “El Brujo del Danzón”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 136 (Junio, 2021)
Estimados danzoneros:
Les deseo todo lo mejor a ustedes y a sus seres queridos. Ya recibí mi segunda inyección de Pfizer. Lloro y rezo por el pueblo de la India en su sufrimiento horrible de la pandemia. No puedo decir más. Tenemos que seguir en la lucha.
En lo personal, no quiero escribir artículos pedantes para mostrar cuánto sé sobre el danzón, tal lo como he dicho en el pasado, hay colaboradores de este boletín que saben mucho más que yo y en estos momentos, me interesa más en la experiencia humana de los participantes en el danzón, es precisamente lo que he tratado de describir en mis artículos y cuentos cortos, ¿Quiénes somos?, ¿Qué buscamos en el danzón?, ¿Qué recibimos de este baile?
Después de tanto tiempo con el Covid-19, nos preguntamos, ¿Cuál es el futuro del danzón?,pues, sólo sé que Dios nos lo revelará en su debido tiempo.
Es buen momento para reflexionar sobre mi pasado en el danzón. He criticado aspectos de la vida danzonera tales como el “estilo académico mexicano” y las “Muestras Nacionales”, pero la verdad es que soy producto del sistema que representan, ni modo, así, aprendí el danzón y además lo enseñaba según ese mismo sistema académico.
Para enseñar y aprender algo, un método es necesario y que sea eficiente, el asunto es respetar la esencia del danzón sin esclavizarse dogmáticamente al método. Otro aspecto del sistema prevalente en el danzón, la "Muestra Nacional", no ha sido totalmente negativo para mí, con el motivo de estos eventos, mi grupo, “El Club de Danzón "Mercerina", de San Miguel de Allende, GTO, viajó a varias ciudades de la república, conocí a muchas excelentes personas y formé amistades que han perdurado hasta la fecha.
La cuestión sería presentar más exhibiciones y coreografías de buena calidad y no presentar recitales estudiantiles con rutinas de pasos básicos bajo el título de "Muestra Nacional". Mi propuesta es que pasando el peligro de la pandemia, no debemos regresar con lo mismo de siempre, pero desgraciadamente se irán por el camino fácil para muchos bailadores y sobre todo más lucrativo para muchos promotores.
Espero que los danzoneros, aquellos que son fanáticos comprendan que el danzón no es una religión o un modo total de vivir, debemos apreciarlo como un hermoso baile social, no más y no menos, la mentalidad de "Mi Vida por un Danzón" es inmensamente ridícula y pedante.
Por otra parte, aquí en San Miguel de Allende, debido al Covid-19, perdí mis muy populares eventos públicos de baile, mis talleres de danzón y mi programa danzonero en la radio, no lloré, sino que me he involucrado en otras actividades interesantes y productivas, sin embargo, cuando regresemos a una tal normalidad, estaré listo para volver a mis actividades danzoneras que tanto me gustan.
Soy realista y pienso en mi edad avanzada, gozo de buena salud, pero sólo Dios sabe cuánto tiempo me queda en este plano, así, me doy cuenta de que cada día en que me despierto vivito y coleando es una gran bendición, y siempre intento utilizar muy bien mi tiempo.
Mis amigos, espero que canten conmigo, "Gracias a la Vida". ¡Hey familia, danzón dedicado a ustedes!
Fuertes abrazos, LEO, "El Brujo del Danzón"
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