Por Leonardo Rosen “El brujo del Danzón”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 130 (Diciembre, 2020)
Estimados danzoneros:
Les deseo a ustedes y a sus seres queridos Felices Fiestas con la esperanza de un futuro libre del Covid-19 y lleno de bendiciones. Por el momento, no puedo escribir otra cosa sobre el danzón, pues, me gustaría compartir algo de mi vida pre-danzonera.
En mi ciudad natal de Nueva York, yo desarrollé como músico un repertorio amplio de canciones mexicanas, gracias a muchos viajes a este país. Mi profesor, por muchos años fue José Alfredo Jiménez, no en persona sino en discos. Por muchos años, canté en un restaurante mexicano en Brooklyn, fundado por una excelente señora michoacana. En aquellos tiempos, estudiaba guitarra con un joven virtuoso, y nosotros dos éramos miembros del sindicato laboral, American Federation of Musicians, Local 802.
No recuerdo exactamente como o cuando, pero, se nos ocurrió una idea, trabajar como "mariachis", y conseguimos contrataciones con la valiosa ayuda de nuestro sindicato, así como, de agencias de talento, para tocar en eventos generalmente de gringos, pero a veces de latinos.
De los 1970 a 1990, trabajé en este género musical, a veces solito y a veces hasta con cuatro colegas portando trajes de charro hechos a la medida en Guadalajara, JAL, con sombrero ancho y botas. En mis tarjetas de presentación y mis anuncios, me reinventé como "Leonardo, el Judío Tapatío", y gracias a Dios, ¡tuvimos mucho éxito!
En este papel de mariachi, tuve muchas experiencias interesantes y cómicas, por ejemplo, tocando solo para una recepción de boda, tuve que cantar a petición como diez veces "Cucurrucucú, Paloma", empecé intentando cantar el falsete como Miguel Aceves Mejía, pero después de tantas veces, sonaba más como "Miguel A Veces Gemía", era mucho más duro trabajar solo. En otra ocasión, una señora adinerada nos contrato como dúo para una fiesta en su "penthouse", ella me pidió, "¿Puedes hacer 'Ay, Ay, Ay' para los niños? le contesté, "No doy a ningún niño 'ay, ay, ay', con todo respeto, usted quiere decir 'Cielito Lindo' , y lo haré con mucho placer." Durante otra canción, llegó un señor y mi colega me preguntó, "¿Es.........?", y le dije, "¡Guau, lo es!, sigue tocando, era el hermano de nuestra patrona, el famoso actor cómico de la TV y el cine, Bill Murray. tocamos a petición, "La Bamba", y el señor Murray se volvió loco, agarrando mi sombrero y bailando como un payaso poseído y los invitados se rieron a carcajadas. Así, supimos que su personalidad era igual en la pantalla y en la vida real, se portó muy bien con nosotros.Recuerdo una contratación, en el jardín de una casa muy lujosa en el estado de New Jersey. Muchos patrones nos trataban como sirvientes, ordenándonos a ocultarnos en la cocina durante los intermedios. En cambio, nuestro patrón en New Jersey, un hombre amable, nos invitó a comer y platicar con los invitados. No sé por qué, pero La Bamba", es mágica para los gringos, cuando la tocamos ese día, ¡muchos invitados se zambullieron en la alberca completamente vestidos!
Lo más fantástico me sucedió cuando alguien que asistió a mi actuación musical me contrató como modelo fotográfico en vestuario mexicano con bigote grande para un anuncio comercial de "Nacho Potato Sticks" ("Palitos de Papa con Sabor a Nachos") . Adjunto esta imagen al relato, para que sepan que todo lo que digo aquí es la verdad.
¿Cómo pude hacerlo?, ¿en aquellos tiempos, no había verdaderos mariachis mexicanos en Nueva York?, pues, había muy pocos y casi sólo tocaban en la comunidad mexicana, por lo general, no eran miembros del sindicato y muchos no estaban legalmente en EEUU.
En la actualidad, hay bastante mariachis mexicanos legales y sindicalizados en la Gran Manzana y, yo no me atrevería hacerlo en esa ciudad.
Una nota:, mi hijo me envió a San Miguel de Allende, GTO mis dos trajes de charro que usé en aquellos tiempos, y quiero regalarlos a alguien que los usara en su trabajo. Me bastan los recuerdos de la época dorada cuando yo era "Leonardo, el Judío Tapatío".
Siempre he querido establecer un diálogo con nuestros lectores, pero sin éxito. Sin embargo, no pierdo la esperanza. Están en mis oraciones y mis buenos pensamientos.
Fuertes abrazos,
LEO, "El Brujo del Danzón"
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