A la memoria de Don Eulalio González, “Piporro”.
Por Luis Pérez “Simpson””
Extracto del Boletín Danzón Club No. 128 (Octubre, 2020)
La Polka o Polca es otro de los bailes europeos que llegaron a México para quedarse, así es que veamos de donde viene.
La Polka surgió en el siglo XIX, para ser más preciso en 1830 en Bohemia antigua Checoslovaquia donde muy pronto se popularizó por su ritmo alegre y con un marcado sello campirano.
Pero, ¿quién invento la polka?
Pareciera increíble, pero este baile lo inventó una jovencita campesina de 16 años, Anna Slezak de Elbeteinitz, en 1830 justamente en Bohemia. La adolescente Anna ideó esta danza para presentarla en un festival de verano, además por si fuera poco, le agregó letra, pero, no todo quedó ahí, otra sorpresa deparaba el destino, justamente el día de su representación, un maestro de música, Joseph Neruda quién presenciaba la danza de Anna, la cual le agrado mucho y, tuvo la gran idea de escribirla sobre papel pautado, lo cual, facilito su difusión por muchas regiones. Justamente en 1835 la melodía de la joven Anna llega a los salones de baile de la ciudad de Praga y, fue precisamente en esta ciudad donde decidieron ponerle el nombre de Polka que deriva del bohemio Pulka que significa medio o mitad, quizá evocando a los semitonos cortos que aparecen en el baile, pero también se afirma que debe su significado a "bailar por la mitad", ambos se refieren al medio tempo 2/4 y el paso de medio salto del baile. De “salto en salto” La Polka siguió su largo viaje y cuatro años después llega a la ciudad de Viena, posteriormente, en 1840 llega a la ciudad de Paris, gracias al señor Raab, un instructor de danza de Praga.
París, que en aquel tiempo tenía fama de contar con un número considerable de salones de baile, la Polka tuvo tanta aceptación por parte de los bailarines y profesores de baile, que a su popularidad se le conoció como la “Polkamanía”. París, por su gran importancia en comercio y la moda, fue la catapulta para que la Polka llegara a Londres, Italia, España entre otros países europeos y por fin en 1844 da el gran salto ultramarino y llega a los Estados Unidos, como a muchos países de centro y Sudamérica tales como, México, Panamá, Perú, Argentina, Paraguay, Uruguay y Colombia, claro que en cada país presenta un estilo peculiar tanto en el baile como en la instrumentación de las agrupaciones que la tocan así como su sello folclórico nacional y hasta la fecha se sigue bailando en todos estos países. Cabe apuntar. Que compositores de gran prestigio como: Bedřich Smetana, Antonín Dvořák, músicos de la familia Strauss, además de Ígor Stravinski, compusieron gran cantidad de polcas que se han vuelto inmortales.
Por su ritmo alegre y fácil de bailar, la Polka cautivó a las parejas de bailadores y se volvió un baile imprescindible en los salones de baile. Un dato curioso es el hecho de que es el único baile de salón que no se baila a ras de suelo, sino saltando. La forma ortodoxa de bailarlo es como lo marca su ritmo que consta de cuatro tiempos, tres pasos laterales del tipo “paso” y una pausa “cierra” el paso que se marca levantando apenas el pie y el paso salto con evoluciones rápidas, quizá esto fue lo que se hizo muy popular en los dos continentes. Hay que aclarar que este baile se le considera de escasa coreografía, pero eso sí, con un gran consumo de energía de los alegres bailarines, imaginen, tanto salto y velocidad complican la aplicación de muchas figuras y vueltas tan comunes en otros ritmos, aunque actualmente se están rompiendo esas barreras.
Pero, y ¿La Polka en México?
Se sabe que la Polka llegó a México en 1845 y, llegó “echando tiros” y dejando profundas raíces imposibles de quitar.
La polka llegó con los migrantes checos que se asentaron en Texas y que a través de la existencia de relaciones interculturales entre esos checos y la población mexicana, principalmente los habitantes de la ciudad de Matamoros, Tamps. y producto de esa vecindad fue que la Polka fue adoptada y muy aceptada por los mexicanos que la conocieron en las famosas “Ferias del Algodón”.
En poco tiempo se fue extendiendo principalmente a los estados del norte de la republica mexicana como Coahuila, Nuevo León, Chihuahua y Tamaulipas, Sonora, Sinaloa y Baja california. Como bien lo dice La Polka “A golpe de tacón” del gran actor, locutor, guionista, cantante y compositor de música norteña, Eulalio González, “Piporro” (1921-2003), del cual tenemos el siguiente extracto:
“Al mero norte si señor, vengan a oír el acordeón, Para que aprendan a bailar, a puro golpe de tacón Se baila polka, allá en Reynosa, se suda ropa, pero se goza, En Nuevo León y Tamaulipas, y en Coahuila y en Chihuahua, Y en Sonora y Sinaloa, y en la Baja California, Bailan todos en el norte, a puro golpe de tacón…”
Otra pincelada de lo que representa la Polka en nuestra cultura y costumbre la podemos ver en este fragmento de “Romance Rio Bravense”, cuyo autor es Edmundo Jesús de la Garza Garza, vean que hermosura:
Al compás del bajo sexto
y también del acordeón;
se baila toda la noche
y se escucha la canción.
Polka, redova y chotis
alegran siempre mis fiestas;
y en las carreras de caballos
siempre corren las apuestas.
La Polka es un baile muy significativo, costumbrista y parte de nuestra historia, se baila en todas las ocasiones, fiestas , bailes, bodas, fiestas de quinceañeras y algo muy importante fue un baile que se bailaba mucho en tiempos de la revolución, quién no recuerda el vigor extraordinario con que se bailaban “Las tres pelonas”, o, “Jesusita en Chihuahua”, y tantas otras piezas que se cantaron, bailaron y continúan haciéndolo en todo nuestro pueblo, bueno, con decirles que hasta el gran músico cubano Dámaso Pérez Prado compuso el “Mambo del taconazo”, que es una especie de Polka ligeramente “mambeada”.
Ya con esta me despido, me voy a bailar una Polka con Doña Lola (la que no quiso bailar con Don Pomposo), y a darle duro al taconazo y “sangolotello” en este gran “bailazo”, como bien lo dice la canción “El Taconazo”, obra del inmortal Eulalio González, “Piporro”.
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