Por Leonardo Rosen “El Brujo del Danzón”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 129 (Octubre, 2020)
Estimados danzoneros:
Les deseo que se mantengan fuertes y activos. Sólo así podemos derrotar al "demonio" que ahora castiga el mundo. Debemos continuar con fe y esperanza. ¡Qué no nos rajemos nunca! Esto es muy importante para todos, especialmente para nosotros de la tercera edad.
No pretendo impresionarlos con cuánto sé sobre el danzón, hay colaboradores de este boletín que saben mucho más que yo. Con este motivo, prefiero compartir algo de mis experiencias y mis pensamientos:
Hace no sé cuántos años, cuando empecé en las "Muestras Nacionales", fui con mi grupo, el Club de Danzón "Mercerina", a una muestra en nuestra capital estatal, ya que, San Miguel de Allende, GTO era una ciudad pequeña sin ninguna tradición de danzón, sólo tenía a cuatro parejas para presentar una coreografía y, no el mínimo de cinco requerido por la convocatoria. Le expliqué la situación al promotor del evento, un hombre muy prepotente, quién me dijo que no se permitía en absoluto menos de cinco parejas, por lo cual tuve que aceptar su fallo, sin embargo, le comenté que era discriminatorio con los grupos pequeños. Después, observamos las dos muestras del evento y, ¡sorpresa!, actuaron varios grupos con menos de cinco parejas, ¡algunos con sólo tres!, en ese momento me sentí humillado y enojado, pero, ya era tarde y no había remedio. Tiempo después y, ya repuesto de este momento amargo, decidí que para futuras “Muestras”, no mencionaría nada sobre esta regla ni la cantidad de parejas para actuar, santo remedio, nunca se nos presentó ese problema.
Otra prohibición para desobedecer es que ningún grupo puede actuar con mujeres vestidas como hombres, ya que hay una escasez de hombres en muchos grupos de danzón. La moraleja de este cuento es que reglas ridículas existen para romperse.
En la coreografía para las "Muestras Nacionales", he tenido otras dificultades, ya que no hay forma para proteger nuestras coreografías del artero y cínico plagio, verán, una de mis piezas coreográficas para el danzón, "Hay Que Echar Manteca", ha sido plagiada varias veces, solamente una vez, alguien tuvo la cortesía de pedir mi permiso para usarla y, por supuesto, le dije que sí, las otras veces, para mi sorpresa, encontré videos en las redes sociales de mi coreografía y, lo peor peor, los plagiarios eran ex-alumnos míos, pero, ya con otros grupos, lo que considero una traición y gran decepción para mí. ¿Es brillarse en una "muestra nacional" tan importante para mostrar tanta falta de respeto al instructor de su formación en el danzón?, parece que sí.
A pesar de que la mayoría de las "coreografías" no eran nada más que rutinas estudiantiles de pasos, yo intenté presentar coreografías relacionadas con el título y la música del danzón, lo que represento algo problemático pero, no imposible. Compuse una coreografía para el danzón, "La Ley Seca", la cual trata sobre . la prohibición de bebidas alcohólicas en Estados Unidos en los 1920 y 1930, y su primera melodía es una canción popular de esa época, "Jada" (¿Plagio?), la cual bailamos con pasos tomados de Charlie Chaplin y del "Charleston" y en el montuno, los hombres actuaron como si fueran a un "speak easy" ("cantina lilegal") para beber el alcohol prohibido, hasta que las mujeres los encontraron y castigaron, esto molestó a una persona de reducido criterio que me denunció con mucha amargura en un E-Mail por “insultar la dignidad del danzón” ya que para él, el danzón era un "baile fino de salón". ¿Soy hereje porque quería ingerir un poco de humor en una "muestra nacional"?
En otra de mis obras para el danzón "El Violín Encantado", las mujeres desempeñaron el papel de muñecas sin vida, y los hombres, hechiceros tocando violines encantados para darles vida. Mi inspiración era la ópera, "Los Cuentos de Hoffmann", de Jacques Offenbach, en otra coreografía, bailamos el danzón, "Celos", cuyá única melodía se toma por completo (¿Plagio?) de uno de los tangos más conocidos del mundo, "Jalousie" ("Celos" en español"). Nos vestimos al estilo tango y bailamos pasos adaptados del tango argentino en línea de baile, que no se usa normalmente en el danzón.
Hablando de los espectadores a estas actuaciones, casi todos “danzoneros”, pero, lamentablemente, pocos entendieron estos conceptos, pero los demás no tuvieron ni el más mínimo entendimiento de lo que hicimos. Nunca violé la cadencia del danzón en estas obras. ¿Vale la pena intentar hacer algo más interesante y diferente para las muestras? De hecho, tengo dudas muy fuertes.
Tal vez, yo no entienda realmente lo que era el danzón y sólo quiero que nuestro querido baile no muera por falta de imaginación y nuevo brío.
Tengo la impresión que las "Muestras Nacionales" son buenas para la vida social de personas de la tercera edad y sobre todo, para engruesar los bolsillos de los promotores, pero, en nada aportan a la vitalidad y el futuro del danzón mismo. Es una paradoja. Qué opinan ustedes, nuestros respetados lectores? Espero sus respuestas con entusiasmo. Hasta entonces, reciban fuertes abrazos de su amigo,
LEO, "El Brujo del Danzón".
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