Por Luis Pérez “Simpson”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 132 (Febrero, 2021)
En innumerables ocasiones nosotros los amantes del danzón decimos con cierta “petulancia” que el danzón se baila en un ladrillo, algunos todavía van más lejos y responden “en un ladrillo no, en una corcholata” ese dicho del ladrillo hasta lo menciona el gran Cantinflas a pregunta de Mapi Cortes en la película “El Gendarme Desconocido” y dice ¿baila danzón? a lo cual Cantinflas le responde “pero pos, si es mi mero fuerte, yo lo bailo en un ladrillo y me sobra terraplén”, efectivamente el danzón si se podía bailar en un ladrillo, considerando que los ladrillos españoles que llegaban a Cuba medían 0.70 x 0.70 metros, por lo que, se bailaba “pegaito” con pasos cortos en forma de “rondón”, sencillamente era la forma original y tradicional de bailar el danzón es decir, en forma cerrada, más sensual y mas cachonda, pero, ¿qué creen?,Mucho antes de que el danzón naciera ya se bailaba un ritmo sin salirse de las dimensiones de un “ladrillo español”, si, efectivamente me refiero al “Chotis” madrileño, baile de pareja, cerrado y, algo curioso, es el único baile de salón donde la mujer lleva el mando, es decir, “ella tiene la sartén por el mango”, es la mujer la que decide hacia qué sentido hay que girar y cuando hace el cambio de giro o cuando según la música hay que parar los giros y dar tres pasos cortitos hacia delante y hacia atrás para posteriormente continuar los giros, donde el hombre solamente se para de puntitas y se deja girar, otras veces sobre un solo pie haciendo esa figura que nuestros profesores de danzón llaman “La Bailarina”.
En esta forma de bailar también los madrileños al referirse al Chotis utilizan la expresión “bailar sin salirse de un ladrillo” para dar a entender que se baila en un espacio reducido y a esto se debe su éxito entre las clases populares a que de manera picaresca, era “una forma de arrimarse a la pareja”, así como su facilidad para aprender a bailarlo. ¿Cómo la ven chatos?
Algo que no puede faltar en el baile de chotis es el instrumento musical portátil y de manivela llamado “Organillo”, que daba la oportunidad de organizar un baile en cualquier lugar, tan es así que, cabe perfectamente la expresión “habiendo un organillo, había baile”, sin duda, el organillo es el instrumento musical netamente representativo del chotis madrileño
Así como el danzón es el baile nacional de Cuba, el Chotis es el género más representativo y popular de Madrid, la capital de España y, es el baile popular por excelencia en las tradicionales verbenas y romerías de las fiestas patronales de san Isidro Labrador que se celebran el 15 de mayo, claro, que hay motivo suficiente para esta magna fiesta, ya que, este venerado santo nació justamente en Madrid en el año de 1082.
Otro aspecto a destacar es el importante papel que jugaron las Zarzuelas en la popularización del Chotis, ya que, en estas representaciones teatrales cuyos libretos trataban de todo aquello que pasaba en las calles, siempre había un número fijo de Chotis, cuyas letras nos hablan de la idiosincrasia e historia de esta ciudad capital, es decir una “música urbana” y claro, que las vestimentas de los personajes de estas zarzuelas fueron adoptadas por los bailadores de chotis en estas fiestas populares, esta típica vestimenta en las mujeres llamadas “chulapas”, consiste en una blusa blanca ceñida en la cintura con mangas de farol, falda de lunares o también vestido de lunares hasta los pies, pañuelo sobre la cabeza (asomando dos claveles sobre la cabeza) anudado al cuello con el pelo recogido con un moño y el imprescindible mantón de Manila. Los hombres o “chulapos”, vestían chaleco o chaquetilla corta estrechos con clavel en la solapa, pantalones ajustados oscuros o a rayas, gorra negra o con pequeños cuadros, botines y con un pañuelo blanco al cuello.
Aunque pareciera increíble, en la actualidad se imparte la enseñanza del chotis en muchas escuelas de baile en España.
A semejanza del danzón, el chotis en España también tiene su fecha oficial de nacimiento y el día que se tocó por primera vez fue el 3 de noviembre de 1850 en el Palacio Real de Madrid una polca alemana llamada “Schottischs”, teniendo mucho éxito y aceptación en la corte, tanto que no tardó en hacerse presente en las verbenas madrileñas, y con el tiempo derivó en el Chotis madrileño, baile netamente castizo de esta ciudad.
Siguiendo con las similitudes entre el danzón y el chotis, este, se cree que tuvo sus orígenes en el Reino Unido, de ahí pasó y popularizándose a los países de la Europa principalmente en la zona de Bohemia donde fue nombrado como “schottisch”, término alemán que remite a Escocia, posteriormente, el chotis llegó a España a través de la corte de Isabel II, pero, para los madrileños resultaba difícil e pronunciar la palabra “schottisch” por o que terminó como “chotis”, mas fácil de pronunciar y más castellanizado.
Podemos decir que el chotis más representativo y famoso es el madrileño, sin embargo, este baile el “schottisch” se internacionalizo de una manera contundente, se baila en Finlandia, Francia, Inglaterra, Portugal, España, Republica Checa, Alemania, Italia, Irlanda, Polonia, Escocia, Suecia y, claro, que no tardó en llegar al continente americano y arraigarse en varios países como Argentina, Paraguay, Uruguay, Colombia, Brasil y por supuesto en México, claro en cada país tuvo sus adiciones y modificaciones de acuerdo a costumbres y, otras tantas a ocurrencias de “profesores de baile”
En mi país, México, se tienen testimonios que el chotis llegó a estas tierras en 1850 procedente de Texas, EEUU, primeramente practicado por la clase alta que frecuentaba los salones de baile, pero muy pronto se popularizó adoptando un estilo rustico en los bailes públicos y fiestas familiares.
Actualmente se baila en los estados del norte de la república como Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas, Durango y Zacatecas, y en cada estado tiene un estilo propio que lo caracteriza, sin embargo, como ha pasado con el danzón y otros ritmos que nos llegaron, el Chotis ha sido deformado, se le han adicionado pasos de otros ritmos en algunos casos se confunden con la polka, todo a cambio de darle “espectacularidad”, que, al fin y al cabo cumple como instrumento para alegrar la vida.
Y hablando de México, hay infinidad de piezas de chotis, “schottisch”, en todo el mundo en varios idiomas y muchos compositores de este género, pero, el más conocido y famoso es el titulado “Madrid”, obra del “músico poeta” mexicano Agustín Lara, “El flaco de oro”, del cual cito este pedazo de su exquisita letra.
Madrid, Madrid, Madrid
Pedazo de la España en que nací
Por algo te hizo Dios
La cuna del requiebro y el chotis
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