Por Alejandro Cornejo Mérida
Extracto del Boletín Danzón Club No. 129 (Noviembre, 2020)
Cuando yo te vuelva a ver,
fiesta habrá en mi corazón
volveremos al salón,
en dulce atardecer
para bailar como ayer.
Nos servirán el café,
el que tanto disfruté
en tu lugar preferido,
estaré envilecido,
tu presencia gozaré.
Sufrimos el tiempo ido
que nos tuvo distanciado,
que me apartó de tu lado
sin que hayamos querido
sufrir todo lo sufrido.
Con amor te abrazaré,
una orquídea llevaré
del color que te complace
sin que nada me amenace
a tu lado yo estaré.
Renacerán las caricias;
del amor, habrá suspiros
que evitarán retiros
y ausencias vitalicias.
Áureas serán las noticias
que auguran tiempos mejores
viviremos sin temores
después de lo ocurrido
lo amargo se irá al olvido,
los tiempos serán mejores.
Tocaré tus tibias manos
con encendido amor,
sentiré de ellas el calor
con sentimientos profanos
y con mis versos ufanos
luz tendrá nuestro romance
y bueno será el balance
del impoluto afecto
que hace al amor perfecto
logrando que más se afiance.
Bailaremos sin cesar
los ya clásicos danzones,
volverán a los salones
tus miradas a brillar,
tu elegancia a cautivar
ya que es un manantial
de belleza angelical ;
y tus labios de arreboles
encendidos cual faroles
serán luz hasta el final
Nada pediré a la vida,
contigo estoy satisfecho;
ya anduvimos largo trecho
con ropa, techo y comida;
buen Danzón como bebida
es una buena jugada,
una dádiva guardada
recibida como ofrenda
para continuar la senda
¡Que no cambiaré por nada!
Con tu presencia a mi lado
y tomados de la mano,
ya en la pista muy ufano
derecho y bien plantado
y por tu garbo inspirado,
bailaré con gran placer
conectado a tu querer,
luciré el danzón floreado,
el clásico y el cerrado
¡Cuando yo te vuelva a ver!
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