BAILE EN CASA Y TELEBAILE

 Por Luis Pérez “Simpson” agosto de 2020.

Extracto del Boletín Danzón Club No. 127 (Septiembre, 2020)

Para muchos de nosotros, la casa fue el primer contacto con el baile, también, fue la primera “escuela de baile”, y los familiares más cercanos fueron los pacientes maestros que nos iniciaron en esto del “bailongo” en su forma más natural y lúdica.

Siempre lo he dicho, para bailar y divertirnos en las fiestas familiares o de barrio, no era necesario asistir a una escuela de baile, es más, ni remotamente teníamos la idea de que existieran, ya que en aquel tiempo, no se estilaba esa práctica en nuestro entorno, ni tampoco, había como hoy tanta proliferación de centros de enseñanza dancística en toda la republica mexicana.

Una de las costumbres más bonitas del baile en casa, eran los infaltables “ensayos coreográficos” para las tradicionales fiestas de quinceañeras, donde, se contrataba a un “coreógrafo” especializado en estos menesteres, que por lo regular nos ponía a ensayar una o dos rutinas bailables, que eran, el imprescindible Vals y una Polka, me atrevería a decir que estos ensayos, fueron nuestra primera experiencia con el “academismo dancístico”. Dicen que “recordar es vivir”, y así aprendíamos a bailar en casa, lo cual, además, era una hermosa tradición familiar que se iba heredando de generación en generación, lamentablemente, con el transcurso del tiempo las costumbres y tradiciones familiares van desapareciendo y, el “baile en casa” no fue la excepción.

Pero, ¿qué paso?

Estamos en septiembre del año 2020, soportando las tribulaciones de más de 5 meses de “enclaustramiento” por la pandemia del COVID-19, que entre sus muchas “consecuencias sociales”, nos regresa “ipso facto” a esa vieja costumbre de bailar en casa, pero esta vez, a través de los medios digitales de comunicación en forma de “Telebaile” (Prefiero usar el prefijo “tele” que significa “a distancia”).

El “moderno” telebaile”, nos ofrece varias opciones para bailar en casa, ya sea como clases de baile en vivo, o conciertos de orquestas en vivo y, podríamos agregar también los ya conocidos “tutoriales” para aprender a bailar que se encuentran en diferentes plataformas digitales.

Con respecto a las clases tradicionales de baile, estas, han tenido que reinventarse y adaptarse a la forma de “teleclase de baile”, lo cual ha significado un reto determinante para gran parte de los profesores, ya que no es lo mismo impartir clases ante un grupo en un espacio ex profeso para dicha actividad, que ante una cámara transmisora donde se requiere de una técnica depurada y especializada.

La idea es muy buena, sobre todo para mantenernos activos y gozando de los beneficios físicos y emocionales que nos proporciona la acción de bailar, también, muy importante para aquellos alumnos acostumbrados a tomar clases de forma metódica, sin embargo, estas teleclases de baile en vivo tienen ciertos inconvenientes, tales como, el hecho de que nadie te corrige, el profesor no va a saber si el alumno está aprendiendo, otro problema es el horario fijo, no siempre hay disposición o, interfiere con otras actividades familiares, además no te permite socializar y, por si fuera poco, en muchos casos se tiene que adaptar un espacio adecuado en casa, quizá se tendrá que mover muebles. Como ven, las teleclases de baile en vivo tienen retos a superar para que los a los alumnos se mantengan atentos y motivados.

La segunda opción para bailar en casa son los “teleconciertos en vivo” que transmiten algunas orquestas a través de diferentes plataformas digitales, estos teleconciertos me recuerdan algunos programas en televisión de los años 60, donde aparecían grupos de rock, orquestas, concursos de baile y, no era nada raro que impregnados por la emoción de ver a estas orquestas o grupos musicales, miembros de la familia en casita se pusieran a bailar, sobre todo las muchachas, siempre con más visión e iniciativa para el baile.

Ahora, con la modalidad de los teleconciertos, las orquestas nos brindan esa agradable sensación de bailar en casa con orquesta en vivo, además, gracias a la tecnología, puede uno entrar al chat para escribir un comentario o solicitar alguna pieza bailable. Hasta aquí, todos contentos, sin embargo, también estos teleconciertos tienen “sus bemoles”, el principal es el horario, no sé la causa, pero, la mayoría los transmiten justo a la hora de la comida, craso error, otro problema es el sonido en la transmisión, en muchas ocasiones no hay el justo equilibrio sonoro o ecualización, en fin, no hay que ser tan exigentes, la idea es bailar, divertirse, desestresarse, además, ya en casita podemos dar “rienda suelta” a la improvisación e incluso a la “invención” de nuevos pasos de baile.

Otra excelente opción tanto para bailar como para aprender a bailar en casa son los tutoriales que se encuentran en las diversas plataformas digitales, las cuales ofrecen una extensa variedad en casi todos los ritmos bailables y, la gran ventaja es poder elegir entre los mejores, de verdad, hay tutoriales muy profesionales y de excelente calidad pedagógica, de sonoridad, con buenos camarógrafos y algo muy importante , el llevar un método progresivo de enseñanza, con la tranquilidad de que los puedes ver a la hora que más te acomode sin interferir con otras actividades

También en la “bendita red”, encontramos conciertos completos de orquestas y grupos de todo tipo, pero si lo que se desea es bailar, mover el cuerpo al ritmo de la música con menos formalidad, lo recomendable son los videos de eso que le llaman “Zumba” o baile recreativo que es una forma divertida de bailar y hacer ejercicio.

Por último, tanto las teleclases en vivo como los teleconciertos en vivo, ahora navegan en el “terreno” del ciberespacio con su enorme bagaje de opciones para bailar, lo cual, representa para los nuevos participantes una rudísima competencia con los que ya llevan años de experiencia en estos medios digitales, claro hay tiempo para mejorar, ya que, esto del confinamiento apunta para largo, esperemos que me equivoque y pronto nos veamos en el Salón de Baile, espacio insustituible.