LIBRO “LOS TEMPLOS DEL BUEN BAILAR” Y
DEMÁS, GUARDADOS COMO TESOROS…….
Por Enrique Guerrero
“Aspirante Eterno”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 46, Diciembre, 2013
Saludos amigos amantes del bailar Danzón
Hace unos días, en este mes de noviembre del 2013 me encontré en las redes social, específicamente el Facebook, una descripción de lo que es el CEDAZO como una de las partes del Danzón, y se mencionaba la propuesta por Don Ángel Trejo en su libro “Heeey, familia, Danzón dedicado…..” que la describe como “la parte en donde las parejas de bailadores aprovecha para abanicarse y entablar conversación”, cuestión que al parecer es confusa ya que a esa parte le conocemos como ESTRIBILLO o introducción, a lo cual de mi parte también mencioné en el mismo sitio, que al menos la escritora francesa Isabelle Lemarier, autora del libro “Historia de la Música Cubana” el CEDAZO lo describe como la primera parte de un Danzón después del estribillo inicial, y que consta de 16 compases binarios en estructura de 2/4 que pueden constituir una sola frase musical y sus variaciones pueden ser de dos frases musicales de ocho compases, o cuatro compases de cuatro frases musicales cortas. No lo puedo tomar como un dogma de fe ninguna de estas afirmaciones ya que como siempre he dicho, hay dos circunstancias que no me dan la certeza:
La Cultura del Danzón
no la hemos desarrollado en nuestro país, ya que viene de la isla de la
población de Matanzas, y como ocurre con las historias, se viene distorsionando
a cada paso, por Santiago, por la Habana, por
Yucatán, por Veracruz, por Puerto Progreso, por la ciudad de México, por
cada lugar en que se le acoge le cambian, le quitan o le agregan cosas. La
segunda circunstancia es que no existen fuentes confiables que coincidan con
muchas de las evidencias documentales
puesto que la mayoría son orales, como lo menciona la Lic. Tania Mencio Aránguren, cubana de origen, en su
libro Introducción a la
Educación Musical y Danzaria.
Por parte de nuestro país no existen libros que nos guíen o nos den luz sobre la misma historia del Danzón en su lugar de origen, un escritor sobresaliente es el Sr. Don Jesús Flores y Escalante en su libro “Imágenes del Danzón: Iconografía del Danzón en México” en que aborda el efecto del fenómeno social en que se convirtió el bailar Danzón en los salones de baile que proliferaron en esos años dorados en que hubo una enorme cantidad de lugares en la ciudad de México en donde los fines de semana se podía hacerlo, para que poco tiempo después tener oportunidad de bailar durante casi todos los días de la semana en muchos de esos salones como lo describe en su otro libro Salón México, y así surgen varios escritores más como el mismo Ángel Trejo Raigadas, con su descriptivo “Heeeey familia, Danzón dedicado……..” que menciona algunos apuntes del desarrollo del baile en los lugares que se disputan como los primeros en acunar al Danzón en nuestro país, seguidos del libro “De Cuba con amor….el Danzón en México” con la participación de Don Simón Jara, Antonio Cedillo Castillo y el músico cubano Aurelio Yeyo Rodríguez, quienes relatan anécdotas ocurridas dentro del Salón Colonia en su época de empresario, otra obra que aborda el Danzón es el estudio mismo del fenómeno social de la época es la que hace el maestro Alberto Dallal en su libro “El Dancing mexicano” y la enorme influencia del bailar Danzón en el pensamiento de las diversas clases sociales que constituían el entramado de esos tiempos dorados.
Sobre la historia del
Danzón y sus circunstancias en nuestro país, también escribe Mónica Lavin en su libro “Los tiempos del Salón México”, pero solo son apuntes de los
efectos sociales y económicos entre la población del Distrito Federal más nadie
estudia a detalle ni la dotación instrumental de las danzoneras ni habla de su
evolución, ni mucho menos de las técnicas de baile, ni de las partes del Danzón
como se estructuran en frases musicales muy variadas en cuanto a su métrica, ni
mucho menos de cómo es de versátil el montuno en cuanto a la interpretación de
ritmos y su duración.
Existe un libro que me llama la atención de manera particular en primer lugar por la profesión de quien lo escribe, y en segundo lugar por su modo de abordar la técnica de bailar Danzón a base de cantidad de pasos siguiendo el acento marcado por el timbal y según se acostumbra que solo debe de ser once notas, dos negras por dos corcheas, presente en algunos Danzones específicamente, soslayando totalmente el uso de los compases musicales de las frases, me refiero al libro “El Danzón es Cultura” escrito por el Sr Antonio Lara Barragán Gómez físico de profesión, profesor de tiempo completo e investigador en el Departamento de Física del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingeniería de la ciudad de Guadalajara que también analiza la música de los danzones por conteos de la misma forma en que la impronta de la instrucción “académica” han adoptado gran parte de quienes se dicen maestros o instructores.
No debo de dejar de mencionar un esfuerzo del Sr. Saúl Torres Villareal de la ciudad de Monterrey que en su obra “El Danzón al alcance de todos” en que busca mostrar la técnica de bailar Danzón a base de pasos, al igual que Antonio Lara Barragán, pero usando imágenes de huellas de zapatos y dando algunas explicaciones de su uso, más a mí parecer no son suficientemente explicitas ya que ni el método alemán de Von Labant, que es lo más avanzado para describir movimientos corporales, puede mostrar la dinámica de los movimientos de los pies, puesto que la intensidad y dirección del movimiento del cuerpo es infinitesimal.
Respecto a la introducción histórica del Danzón, tal vez sea un aporte para los neófitos por esas tierras acerca de su origen y sus principales autores más es solo es una recopilación de información e imágenes tomadas de varios libros como los que antes mencioné ya que no hay una investigación documental más profunda.
Cierto es que existen muchas más obras que
mencionan al Danzón, más solo de forma breve, ya que no tenemos modo de hacer
investigación oral en campo o documental
en algunos archivos ya que en la misma Cuba se han perdido muchos documentos,
quedando solo vagas referencias de lo que origino al Danzón y su evolución a
través de los años. Mi propósito de éste escrito es hacer que los
bailadores les surja la curiosidad por
conocer y cultivarse de el Danzón y que además de bailar conozca de autores de
Danzones, de musicología, de instrumentación musical, y de mucho de lo que el
ritmo sincopado que nos ha contaminado el corazón de tal manera que como muchos
de los personajes que menciona la Dra. Amparo Sevilla en su libro “Los Templos
del Buen Bailar” seamos fieles
feligreses.
Joya antropológica que muestra a caballeros de los tres niveles socioeconómicos de los tiempos del Salón México, se puede apreciar al bailador perteneciente a la “mantequilla” parado al centro, a la izquierda al del “Sebo” y a la derecha al de la “Manteca”, perfectamente identificables por el tipo de vestimenta, y de las damas analice Usted su pertenencia.
Fotografía tomada del
libro de Mónica Lavin “Los Tiempos del Salón México”
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