Por Julián Velasco Ubilla “Danzonero Mayor”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 41 - Julio, 2013
Más o menos a la edad de los 15, años me toco conocer una de las actividades más importantes de la población en México, ateniéndome a la memoria, solamente; recuerdo: una de las más impresionantes exhibiciones en el salón california inaugurado mas o menos al principio de la década de los 50´s, sin comprender, como, todos los bailadores de una fila como de 20 parejas, a la voz de un líder o las señas, todos hacían al mismo tiempo pasos de baile y movimientos rítmicos hacia la izquierda o la derecha. Otros como yo solo admirábamos de pie sin bailar, (porque además ni sabia) la alegría de hombres y mujeres además de exclamaciones de los que ejecutaban esos ritmos alegres, los maestros músicos conectados de una forma invisible y casi mágica con el publico de la pista, tocaban con una alegría contagiosa y había una comunión de alegría y felicidad de casi todos los que estábamos deleitándonos de un baile colectivo, claro había otras parejas bailando fuera del área donde hacíamos la rueda para admirar, a los expertos, nadie se equivocaba, salvo los de las orillas en los extremos de la fila que parecía que intentaban hacer lo mismo con la precisión de la mayoría seguir la música al ritmo y sin equivocarse, se notaba el esfuerzo de esas parejas que deliberadamente se incorporaban en las orillas precisamente donde no acaparaban las miradas de la mayoría.
Al finalizar la pieza musical se oía un grito lleno de alegría de los participantes abrazos exclamaciones de los mirones en fin un ambiente de felicidad. Lo interesante que observe, es que casi no se conocían, algunos de los que se incorporaban con la mayoría, se notaba esa mayoría como conocidos se hablaban muy cordialmente, incluso hasta se felicitaban entre si, después visite otros salones como el Smyrna, el Anáhuac, y sabia que había muchos mas que por la distancia y como solo acudía con mi primo que vivía por la colonia obrera y yo en Coyoacán pues no podíamos organizar bien para ir a otros salones. El ambiente y los bailes de grupo también se desarrollaban en esos salones, con otros lideres pero era muy común la algarabía la buena vibra como disfrutaban esa forma de bailar. Y la mayoría excelentes bailadores.
En aquella época no había tanta individualidad, la gente de por el rumbo nos saludábamos si vivíamos en una vecindad casi todos nos saludábamos, si vivían en edificios igual existía una especie de solidaridad o cuando menos el saludo estaba siempre presente. Entre la población, y dentro de esos salones pues el ambiente era mas cordial como hasta ahora, que tuve la fortuna de acudir y conocer los Ángeles en un evento organizado por dos jóvenes recuerdo el nombre de Anabel Vargas Fierro bella danzonera (ahora una fuerte amistad danzonera a quien admiro) y su compañero quien organizo un concurso en el salón XXI de Polanco. De ahí quienes ganamos nos llevaron a exponer en el Salón de los Ángeles, el Riviera nuestro baile luego recordé aquellas manifestaciones entre los asistentes donde hacían sus bailes de grupo con ritmos de sones, guarachas o lo que estuvo de moda en los 50´s que cantaba el Bárbaro del ritmo, y con la orquesta de Arturo Núñez interpretaban en esa época los ritmos de moda.
Pues bien ahora 60 años después de vivir esa maravillosa experiencia, veo que entre esa interesante población que le llamo universo danzonero, sigue ese sentimiento solidario de amistad entre los que dedicamos parte de nuestra vida al baile de pareja, los cambios que noto es que ahora si vives en un edificio vecindad o colonia, la gente casi ni se habla y el saludo ocasionalmente lo recibes aunque tu lo otorgues, hay mas violencia delincuencia, y mala vibra entre la sociedad, solo en los lugares donde se acostumbra a disfrutar el baile de salón ha permanecido ese sentimiento solidario será, por la practica común del baile?? No lo se en lo que a colectivos se refiere, ahora en nuestro universo es cuando varias parejas de diferentes estados, ejecutan un danzón, la coreografías y las rutinas se parecen algo a los bailes de grupo que se hacían antes solo que ahora después de varios ensayos logran la perfección y la belleza de ejecución de este ritmo.
Si en aquella época hubiera adivinado lo bello de esta actividad, a lo mejor no la habría abandonado por completo hace 20 años la retome con tanta fuerza que es parte de mi vida. Y lo que me ha dado son la oportunidad de conocer tanta gente bella como las mujeres que integran este universo danzonero, y entre los varones amigos valiosos de los que voy aprendiendo cada vez mas y descubro que recibo buena vibra de casi todos, y yo la entrego a quienes somos parte de este universo, que solo ofrece, calidad de vida, salud, alegría y grandes y bonitas amistades.
Saludo cordial desde Cancún. De la Asociación de Danzoneros de Cancún A.C. Al Universo Danzonero
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