Buena noche compañeros.
Es muy motivante para mi persona el recibir una larga cadena de mensajes que me han llegado, algunos en este foro y otros en lo particular, pero siempre coincidiendo en mi apreciación del como el Danzón y sus circunstancias nos compete en nuestro trancurrir diario. Gracias por haber dedicado tiempo para leer mi mensaje.
Me han compartido casos verdaderamente patéticos, de personas que estando en la directiva de algun grupo, casi siempre manejando el dinero, se han aprovechado de él, esos son claramente los que viven del Danzón, así como muchos otros que manejan grupos de bailadores y que los ilusionan con asistir a Muestras Nacionales en tal o cual lugar, y que ellos están organizando el viaje con todos los servicios, transporte, hospedaje, entradas al baile y alimentos incluidos, más nunca les dicen que dentro del costo estan prorrateando entre los intgrantes del grupo también el pago del viaje de los directivos, que a fin de cuentas viajan gratis, a esos me refiero, es cierto que el idealísmo de muchos directores, maestros, profesores, promotores, etc., se derrama entre los aspirantes a bailador de Danzón, y desinteresadamente, se les imparten los conocimientos para su desarrollo como bailadores, y que hay algunos más que como todo servicio que se requiere, este tiene un costo, esa si es una cosa totalmente obvia, así mismo lo del coste de la indumentaria, de los accesorios, como son abanicos, vestidos, trajes, sombreros y el calzado de ambos, de la admisión a los lugares de baile, en fín es evidente que esta es una actividad que debe de tener un precio, lo que no se vale es engañar con que en tal viaje todos pagan, o el tomar dinero de lo que se reacauda en cada baile o actividad para su provecho, como los casos que me compartieron, más por verguenza o ética me los guardo, aunque me dieron los nombres de los que Vivieron del Danzón, pues ya dejaron de ser miembros de los respectivos grupos. Agradezco su paciencia para esta precisión, que bien se la merecen.
Nuevamente felicito a el Dazonero Menor y a su pareja la señora Angelita por su tiempo, dinero y esfuerzo para ofrecernos toda la maravilla que es la Danzonteca.
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Que tal amigos amantes del Danzón, notarán que procuro escribir Danzón siempre con mayúscula, ya que la importancia que él tiene entre la sociedad actual en el entorno de la cultura musical, ocupa un lugar muy preponderante, ya que habemos muchos que lo hemos tomado como un hito en nuestras vidas, o sea que algunos contamos con dos vidas, una antes de conocer lo que es el Danzón y otra, la de después de conocer el Danzón y sus circunstancias. Siendo un poco escrupuloso en el análisis de cómo nos envuelve el Danzón en nuestras vidas, me he puesto a observarles de manera directa a algunos, cuando asistíamos de manera muy regular a los eventos danzoneros, a otros trato de penetrar en su personalidad por medio de sus mensajes que exponen en este Foro y que de alguna forma nos revelan parte de su persona con respecto al Danzón, en su contenido y redacción, y me encuentro que existen varias clases de personas y parejas a su al derredor, me refiero que existen varias categorías de bailadores y bailarines: quienes viven por el Danzón, así como a los que viven para el Danzón, sin faltar a los que viven del Danzón, pero siempre con el factor común ….Su Majestad El Danzón.
Es tal la importancia que emana este fenómeno dentro de la sociedad actual de la clase media, en sus dos niveles socioeconómicos mayoritarios del país, alta y baja, que lo hemos convertido en SUSTANTIVO dentro de la cotidianeidad, y he tenido la fortuna de haber conocido gente que su vida se desarrolla dedicada a imbuir a los demás de su convicción por el ritmo, como es el caso de Javier Rivera (Danzonero Menor) y su pareja Sra. Angelita, con su valiosísimo testimonio de amor por el Danzón: La Danzonteca, en donde se destaca lo desinteresado de su labor, lo sistemático de su contenido, la riqueza en imágenes, tanto fijas como de videos, y de audio, la meticulosidad en sus estadísticas de visitas y reproducciones, que no se puede objetar ni un ápice de que, viven por el Danzón, y además viven para el Danzón, dejando atrás totalmente a los que viven del Danzón que evidentemente nunca lo aceptaran que es así. Reitero mi admiración para estos señores de quienes no puedo decir que son mis amigos, pues aún no nos hemos encontrado frente a frente, ni mucho menos nos hemos estrechado la mano, sin embargo las largas e innumerables charlas por este medio nos han acercado de tal manera que lo más probable es que cuando ocurra el que nos encontremos pasaremos a la categoría de amigos por el Danzón y sus circunstancias.
Atentamente
Aspirante eterno
Enrique Guerrero Rivera
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