BIENVENIDOS A SU DANZOTECA 5

Su amigo, Ing. Javier Rivera (Danzonero X), les da una cordial bienvenida a este nuevo espacio alternativo donde pondré el historial de documentos, textos y materiales relacionados con el danzón y sus circunstancias. Cualquier aportación será bien recibida.

lunes, 8 de julio de 2024

ANTONIETA RIVAS MERCADO Una celebridad olvidada

 Por Alejandro Cornejo Mérida

Extracto del Boletín Danzón Club No. 173 (Julio, 2024)

Las nuevas generaciones quizá pocos han escuchado acerca de Antonieta Rivas Mercado. Esta célebre mujer que fue actriz, escritora, poeta, luchadora social y defensora de los derechos de la mujer; se sabe que incursionó en la política y sobre todo fue un mecenas reconocido por su inquebrantable apoyo a escritores de la talla de Andrés Henestrosa, Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, Gilberto Owen, Roberto Montenegro y otros más cuyos nombres se registran en las páginas de la literatura mexicana. Además, participó activamente en el Patronato para la formación de la Orquesta Sinfónica de México que dirigió el maestro Carlos Chávez.

Esta distinguida dama de vida efímera y apasionada, nació en la Ciudad de México el 28 de abril del año de 1900. Fue hija de Matilde Castellanos y Antonio Rivas Mercado, el arquitecto preferido del régimen porfirista y miembro de esa élite privilegiada que rodeaba al dictador. El arquitecto Rivas Mercado, nacido en la ciudad de Tepic, Nayarit en el año de 1853, fue quien diseñó La Columna del Ángel de la Independencia inaugurada por don Porfirio Díaz en septiembre de 1910 para conmemorar el Centenario de la Independencia de México; también hizo el diseño del Teatro Juárez de la ciudad de Guanajuato, bello recinto donde cada año los amantes del baile fino del danzón acuden a los encuentros nacionales de ese majestuoso ritmo creado en 1879 por el músico de Matanzas, Cuba, Miguel Faílde; el arquitecto Rivas Mercado fue profesor en la UNAM y director distinguido de la Escuela Nacional de Bellas Artes.

El nombre completo de la altruista dama fue María Antonieta Valeria Rivas Mercado Castellanos. Cuando apenas contaba con 13 años de edad, su madre abandonó a la familia para seguir a un amante del que se había enamorado.

A los 18 años contrajo nupcias con el inglés Albert Blair, hombre sobresaliente con quien tuvo un hijo nombrado Donald Antonio Blair Rivas que fue motivo de enconados enfrentamientos y disputas después de su fracasado casamiento. El señor Blair era un hombre de muchas influencias pues era amigo cercano de los familiares del asesinado don Francisco I. Madero. Su matrimonio lo consideró un gran error de su vida, por ello rodó velozmente al fracaso y al divorcio; la vida le fue tormentosa y llena de amargura. Esa desventura hizo una pausa en su existencia para después de que pasaran algunos años volvieran las penurias ya que en 1927, para su desgracia, fallece su admirado y querido padre, acontecimiento que le causa un gran dolor y le invade de tristeza su torturado corazón. Busca consuelo en una nueva pareja sentimental y es cuando se enamora apasionadamente de un conocido pintor de nombre de Manuel Rodríguez Lozano, de quien al poco tiempo se decepciona después de enterarse que el referido artista resultó ser indiscreto homosexual.

Medita y reflexiona sobre el infausto tiempo que le ha tocado vivir. No decae y piensa que vendrán tiempos mejores, que su vida habrá de encontrar el camino de la ansiada felicidad.

Dos años más tarde la pasión amorosa entra nuevamente a su corazón; su pecho nido de ternura y de ilusiones abre amplio espacio para dar cabida a la ficción de un amor irrealizable como fue el que tuvo con don José Vasconcelos a quien conoció en 1929; intelectual y eminente académico que fue nombrado rector de la UNAM en 1920 y quien posteriormente aceptó ser candidato a la presidencia de la república, teniendo como contrincante a Pascual Ortiz Rubio. Los biógrafos del ilustre personaje que diera el lema Por mi raza hablará el espíritu a nuestra querida Universidad Nacional Autónoma de México, movió las sensibles cuerdas sentimentales de Antonieta Rivas Mercado, quien con un encendido amor se envuelve en una candente relación amorosa que ninguno de los dos pensó que sería una conexión amarga y fatal. Esto, seguramente, debido a que el filósofo y místico autor de Ulises criollo y La raza cósmica era un hombre casado y con muchos serios compromisos.

Antes de comentar la llegada del funesto día de la fatalidad, debemos señalar que la ilustre Antonieta, amantes de las artes en las que se incluía el ritmo la danza, entra en sociedad con don Isidoro Arreola, inquieto empresario y amante del danzón que buscaba un espacio para establecer un salón de baile; tuvieron pláticas de socios y convinieron y crearon en 1927, en las calles de San Jerónimo el famoso salón de baile conocido como el Smyrna, que el pueblo bautizó como El Esmeril. Este recinto famoso tuvo gran éxito y prestigio desde su creación en 1927 hasta el año de 1952 fecha en fue cerrado; el famoso salón de atractivos detalles moriscos fue cuna de grandes bailarines como Resortes, Cobos Calambres, José Luís Valdez apodado El Trosky y conocido también como El Ruso, Daniel Berriel El Calcetín y otro afamado de nombre Jesús Ramírez alias El Muerto,

Además, resulta importante señalar que el referido lugar fue punto de reunión de escritores que han dado gloria a las letras mexicanas como Salvador Novo, Carlos Fuentes, Xavier Villaurrutia, Octavio Paz y otros que también gustaban de la divertida actividad de bailar. La relación de María Antonieta con los ilustres escritores se debió a que ella también tuvo el don y la formación que le permitió una valiosa producción literaria en la que a través de su ágil pluma expresa con fuerza y coraje su inconformidad con las injusticias, sus anhelos, sueños, ambiciones, amores y también sus sufrimientos y dolores que le causa la ingrata vida. En su obra literaria queda de manifiesto su dominio de los diversos géneros de la escritura ya que trabajó acertadamente el cuento, la novela, obras de teatro, ensayo, poesía, crónica y su diario personal. Algunos trabajos los firmó como Valeria Mercado y en todos ellos mostró ser poseedora de un excepcional talento y una amplia cultura digna de imitarse. De sus obras mencionaremos sólo algunas como La campaña de Vasconcelos, El que huía y Un espía de buena voluntad. En el año de 1926 crea en las calles de Mesones el Teatro Ulises que fue dirigido por Xavier Villaurrutia y Salvador Novo.

La célebre dama, dando una exhibición de baile, inauguró el salón Smyrna en el año de 1927; ese popular y prestigiado lugar dio alegría y momentos de felicidad durante 25 años a toda la gente que ha gustado de la danza; cuando dicho salón dejó de funcionar fue extrañado por toda la gente que considera al baile como una actividad sana que da alegría y felicidad.

Las nuevas generaciones de bailadores y todos los que deseamos conocer la historia de nuestra Ciudad de México debemos saber que el recinto que ocupó el mencionado centro de esparcimiento, propiedad de Antonieta Rivas Mercado, estuvo ubicado en las calles de Izazaga, teniendo a sus espaldas la calle de San Jerónimo, lugar que fue convento de las monjas Jerónimas, donde hizo su noviciado la Décima Musa, Sor Juana Inés de la Cruz. Ese recinto hoy es ocupado por la Universidad que lleva el nombre de la monja que consideramos orgullo y honor de las letras mexicanas.

A escasos dos años de inaugurado el referido salón de baile, Antonieta conoció a José Vasconcelos y siendo ya candidato a la presidencia comenzó el romance en el que ella se entregó en cuerpo y alma a tal grado que apoyó con toda su fortuna las actividades políticas del oaxaqueño; además, lo acompañó en giras, comidas, mítines y todo tipo de propaganda que favoreciera a su amado candidato a quien finalmente le hicieron fraude quedando derrotado y teniendo que salir del país debido a la persecución política en contra de los vasconcelistas, a quienes consideraban una amenaza para la estabilidad social del país.

En el año de 1931, ella se entera de que el derrotado candidato había estado en la ciudad de Nueva York, quien después se trasladaría a la ciudad de París. Impulsada por la pasión y el gran amor que le profesaba, se trasladó a esa Ciudad Luz y ya estando con él en la habitación del hotel y demostrándole un inmenso y tierno cariño, se cuenta que le preguntó que si en verdad la necesitaba y ante la fría respuesta del letrado y derrotado candidato de que “ningún alma necesita de otra”, ella se sintió decepcionada y desencantada de esa relación en la que había puesto su destino, sintió que la estrella que daba luz a su vida se le había apagado y que ya no valía la pena vivir. Al día siguiente, 11 de febrero de 1931, se traslada a la célebre y famosa Catedral de Notre Dame, ahí ocupa un asiento, reflexiona y de su bolso extrae una pistola propiedad d
e Vasconcelos, coloca la punta del cañón a la altura de su corazón y se da un disparo. Así puso fin a su triste y dramática vida, que como dijo el célebre compositor chiapaneco Esteban Alfonzo No debió de morir; danzón al que después Tomás Ponce Reyes rebautizó con el nombre de Juárez,

Para muchos, así lo veo también, Antonieta Rivas Mercado, fue una mujer admirable que tuvo la mala suerte de encontrarse en su camino con un hombre que, si bien fue una figura destacada en el mejoramiento de la educación en México, jugó cruelmente con los sentimientos de esta generosa mujer que creyó en un pernicioso enamorado que resultó ser un simulador en el amor; ella puso el corazón y sus bienes al servicio de un hombre intelectual que realmente no lo merecía.

Pero lo más triste para María Antonieta Rivas Mercado y sus admiradores fue que la concesión del espacio para su tumba fue sólo por cinco años. Cumplido este término, y toda vez que nadie reclamó sus restos, éstos fueron exhumados y enviados a una fosa común.

MI PEÑA MILAGROSA

 Por Leonardo Rosen, “El Brujo del Danzón”

Extracto del Boletín Danzón Club No. 173 (Julio, 2024)

En mayo de 2019 en san Miguel de Allende, GTO., presentamos tal vez el más hermoso evento de "El Danzón y Otros Ritmos Bailables con el Club de Danzón Mercerina", con la música en vivo de la Danzonera Aragón de Silverio Fuentes, y fue muy exitoso. Nos dio mucha esperanza para el futuro, sin embargo, en marzo de 2020, el Covid-19 lo aplastó todo. En mi caso, aplastó nuestros eventos públicos bailables, mis clases de danzón y mi participación en el programa de danzón en la radio. Fue parecido a lo que sucedió a muchísima gente. Buscábamos otras actividades, mayormente en casa, en mi caso, yo practicaba música y escribía. Por fin, se hizo posible hacer algo con sus debidas precauciones al aire libre, pero, ¿Qué?, recordé qiue en Nueva York, yo tocaba ante el público dos tipos de música, el "blues" y la música mexicana. Ahora, más allá en 2020, me preguntaba, "¿Cuál música no he hecho?" y me contesté, "Country Music." ("la Música del Campo de EeUu").

Leo Rosen

Siempre me había gustado el Country Music, pero casi no la había actuado, para hacerlo, yo quería la estampa de autenticidad. Con este motivo, invité a un amigo y músico muy bueno de Texas, Wade Ashley, para hacer este proyecto conmigo. Felizmente para mí, Wade aceptó mi propuesta y entonces, encontré un lugar apropiado con un lindo patio, se trataba del café, Sabor Natura, al cual frecuentaba con cierta frecuencia y tenía una buena relación. Cuando se permitiera salir de casa para actividades al aire libre, podríamos ofrecer a la gente un evento informal, “Country Music, Blues & More" ("Música del Campo, Blues y Más"). Iniciamos este proyecto y muy rápido teníamos un público para escuchar nuestra música. Wade cantaba y tocaba la guitarra muy bien al estilo típico tejano, y yo cantaba y tocaba la guitarra y la harmónica. No se requería pagar "cover" ni un "minimum" de consumo y así fue que empezó la cosa.

Para sorpresa de nosotros, niestras presentaciones tuvieron bastante éxito. Después de un tiempo, una mujer mexicana, Rossana Conte, originaria de Torreón, Coahuila, se juntó con nosotros. Ella nos dio otro elemento, porque tocaba la guitarra y cantaba en español y otros idiomas. Rossana me inspiró a cantar material de mi viejo repertorio de canciones rancheras, boleros y baladas. Así, teníamos más variedad para nuestro público. Andábamos muy bien y estábamos muy contentos con nuestro proyecto y, lo más importante, teníamos a un público fiel que se sentía alentado por nuestra música.

Tocando en café, Sabor Natura en san Miguel de Allende, GTO

Pero de repente, todo cambió por una gran tristeza, el hijo adoptado de Wade, un hombre joven, Frank, falleció por complicaciones de una enfermedad renal. Fue un golpe terrible para Wade, y perdió el ánimo para continuar con nosotros, es decir actuar ante el público. Le debo mucho, porque yo no lo habría podido armar el proyecto sin él. extraño a Wade en este contexto hasta el momento, pero mi amigo todavía no quiere o no puede regresar con nosotros. Tuvimos que hacer una decisión, o terminar el proyecto o continuar. Rossana y yo decidimos continuar, yo con country y blues, y ella con lo mexicano y lo internacional. Afortunadamente, nuestro público y amigos, entendieron la situación y se quedó con nosotros.

Rossana invitó a una pareja, Richard y Eva, y Richard cantó unas canciones. Entonces, ellos invitaron a otras personas para tocar y cantar y llegaban más y más. Hasta la fecha, nuestro público sigue creciendo y nuestro elenco de artistas, también, mexicanos, norteamericanos y canadienses. El público puede disfrutar una música variada de buena calidad en un ambiente muy informal y, todo el mundo es bienvenido. En español, se puede decir que nuestro evento es una “peña” con instrumentos acústicos y sin amplificación eléctrica. Muchos de nuestros artistas aparecen en otros cafés y clubes que cobran "cover" y "minimum". ¡Nosotros, no!

Todo eso empezó como un proyecto de dos personas, y pensaba que no duraría más que el tiempo que duraría la pandemia. Recientemente, tuvimos 14 músicos en un sólo evento y ahora, estamos por celebrar el cuarto aniversario de "Country Music, Blues & More". Se lo agradezco a nuestro hermoso público y a nuestros talentosos artistas. ¡Sí, creo en los milagros!

DANZÓN TÉCNICO O ACADEMICISMO…

 Por Enrique Guerrero Rivera “Aspirante Eterno”

Extracto del Boletín Danzón Club No. 173 (Julio, 2024) 

Saludos cordiales amigos danzoneros de la república mexicana

Mi reflexión es ahora acerca del término técnico o de academia que salió a colación en algunos breves comentarios con participantes en el baile en éste último evento danzonero realizado en ésta ciudad de Querétaro el cual fue reiteradamente utilizado por algunos de los asistentes a él cuando conversaba con ellos, y según parece quienes les dan la “clase” o instrucción de bailar el Danzón así se los han hecho sentir que, están bailando Danzón Técnico o Académico, por lo que me atreví a preguntarles acerca del concepto, y palabras más o palabras menos, coincidían en decir que “es técnico ya que estamos siguiendo la música, o sea que bailamos por nota”, así como una que otra pareja decían “es que bailamos por compás musical”, ciertamente son palabras que han escuchado de quienes les instruyen en el baile, más al parecer no tienen ni idea del concepto ya que nunca pudieron responder acerca de lo que es un compás musicalmente hablando o el contenido de las notas por frase musical, evidentemente solo repetían lo que escuchaban de parte de sus instructores, por supuesto que no faltaron quienes mencionaron que solamente basta con contar los pasos del uno al once en cualquier Danzón y con ello sienten que están interpretando tanto el fraseo musical como la cadencia que se requiere. Por supuesto que también hubo respuestas de parejas de baile que mencionaron “que solo se dejan llevar por la música” sin complicarse la vida con ninguna técnica, y por supuesto no respetando ni los estribillos ni lo “remates”.

He de mencionar que ciertamente el Danzón está estructurado en 2/4, lo que se conoce en el argot musical como compas binarios, es decir que en cada compas el valor es de cuatro, de modo que serán cuatro compases al inicio en lo que conocemos como estribillo, comento esto para poder ligar la idea de los métodos usados para la instrucción. Ciertamente en estos momentos es el auge de bailar Danzón siguiendo las frases musicales que el Danzón maneja, de manera a contar pasos, o de forma por compases u otra ya que es bastante satisfactorio en lo personal, el interpretar exactamente la métrica de cada pieza, sobre todo el ejecutar de manera apropiada el cerramiento de cada parte mediante la interpretación correcta de la síncopa final, eso hace fascinante el bailar Danzón ya que ninguno es igual a otro, tal vez sean similares en la cantidad de compases más nunca en la altura de las notas, eso le agrega cierto reto a bailarlo sin cometer errores de interpretación musical. Es claro que muchos conceptos musicales les son desconocidos a quienes les hice las preguntas, creo que sus instructores solamente se los mencionan para darse cierto aire de conocimiento musical ya sea porque lo han escuchado de parte de algunos músicos, o amigos, y es por ello que se dicen Bailadores de Academia o Danzoneros Técnicos.

Realmente el bailar Danzón no tiene reglas de ninguna especie, se baila como se sienta la música, solamente que todas estas variantes de métodos o maneras hasta de contar son adaptaciones de cada persona según su sensibilidad para percibir el ritmo, y habremos quienes adoptamos reglas que nos complacen en lo personal, pero ello no nos hace dueños de la verdad absoluta a ninguno cual sea su método o forma de bailar o de enseñar, al menos esa es mi conclusión.

NOTA: Este artículo salió publicado en el boletín DANZÓN CLUB Número 58 de diciembre de 2014, y lo reproducimos para agrado de nuestros nuevos lectores.

EL DANZÓN DE NUEVO RITMO Parte 1

 Por Dr. Jorge de León Rivera, Cronista del danzón

Extracto del Boletín Danzón Club No. 173 (Julio, 2024)

Antonio Arcaño y sus Maravillas

Para escribir el presente opúsculo que dividiré en varias entregas, me basaré principalmente en un libro denominado: Escritos sobre música cubana, publicado en 2015 - por CIDMUC., - Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana, - su autora es Ana V. Casanova Oliva, quien nació en La Habana, año de 1959, ella trabaja en la institución arriba mencionada, como investigadora auxiliar y profesora adjunta de musicología en la Universidad de Las Artes, y también da cátedra en el Conservatorio Amadeo Roldán.

Su libro Problemática organológica cubana, fue reconocido con el Premio de Musicología Casa de las Américas en 1986. Además, formó parte del colectivo de autores de las obras: Instrumentos de la música folclórico – popular de Cuba, Atlas 1997, y Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana 1999.

De su gran sapiencia he pergeñado, pepenado y sintetizado, la trascendencia de Arcaño en la Evolución del Danzón, tema en que me he venido ocupando.

“Un as en cada instrumento y una maravilla en su conjunto", así se identificó a la orquesta Arcaño y sus Maravillas en los mejores años de su vida artística, cuando marcó pautas dentro de la interpretación Danzonera en Cuba.

Y esta no era una frase más. Plasmaba de modo veraz lo que acontecía en el seno de la agrupación cuyos antecedentes aparecieron en 1936, cuando el flautista habanero Antonio Arcaño Betancourt (1911-1994) fundó junto con el cantante Fernando Collazo la orquesta charanga Las Maravillas del siglo. Un año después en 1937, Arcaño inauguró su propia orquesta bajo el nombre Maravillas de Arcaño y, ya en 1944, al aumentar en dieciséis el número de violines, agregar un violoncello y una tumbadora, se conoció como la Orquesta Radiofónica de Arcaño, donde también incluyó el órgano, la celesta y el campanólogo, para algunos arreglos musicales. Por ella pasaron en diferentes momentos músicos como Jesús López (piano), Ulpiano Diaz (timbal), Oscar Pelegrín (güiro), Félix Reina y Enrique Jorrín (violines), Orestes López (violonchelista y contrabajista), e Israel Cachao (contrabajo).

En todas las etapas de esta orquesta, de gran importancia para la historia del danzón, se realizaron aportes significativos en la evolución del género, concretizados en la aparición de un nuevo estilo. No solo se mantuvieron algunas características, ya tradicionales, sino que, además, la agrupación fue un medio de expresión y experimentación de muchos de sus músicos, de cuyas composiciones se nutría el repertorio de la orquesta, entre los que sobresalió la labor creativa de los hermanos López, Orestes e Israel.

Esta búsqueda y experimentación encaminada a la modernización de los recursos técnico-musicales dentro de lo "danzonero realizada por Orestes, Israel y el propio Arcaño, entre otros músicos, estuvo determinada por la inminente necesidad de actualizar los medios expresivos tradicionales del danzón de acuerdo al entorno de aquella época, pues, a la altura de los finales de la década del 30, los gustos del gran público habían evolucionado de forma tal que se alejaban cada vez más de los moldes más tradicionales del danzón. Esto traía además como resultado una tremenda competencia entre las orquestas para tratar de imponerse en el gusto de los bailadores. Al respecto Antonio Arcaño expresó:

Al fundarse la orquesta en 1937 el danzón estaba en baja, la competencia era dura, durísima y los músicos tenían que superarse mucho e incluir otros repertorios en sus danzones, cambiar los instrumentos e innovar. Orestes López incluía en la parte del piano su estilo sincopado y yo seguía sus improvisaciones haciendo filigranas con la flauta. Muy pronto la improvisación sobre la base de este estilo se generalizó en la orquesta, y así, sin haber creado un número específico, se comienza a tocar el ritmo nuevo.

Estos músicos llevaron también al danzón, no solo la música popular cubana sino de forma aún más remarcada elementos característicos de la música norteamericana. La música norteamericana, había tenido incidencias en el danzón desde momentos previos a los años 30. Es conocido que con anterioridad a la fundación de esta orquesta se compusieron danzones con influencias de géneros como el fox-trot y el charleston, Estas influencias estaban sobre todo en los aspectos melódico, armónico, y rítmico; ejemplo de ello son danzones como Piccolino y Wonder Bar, entre otros. Pero ya a finales de los años 30 estas influencias (armónicas, melódicas y rítmicas) dadas sobre todo a través de la canción, la comedia musical, la música para cine y el jazz, van a incidir aún más en el contenido de lo conocido hasta ese momento como danzón clásico, a ellas se añaden entonces nuevas concepciones tímbricas al estilo de la música norteamericana.

La armonía se caracterizó por el empleo de acordes construidos por superposiciones de cuartas y quintas: la adopción de acordes de séptimas, novenas, oncenas, y disminuidos, el empleo de quintas paralelas en los enlaces de acordes, los movimientos cromáticos y el uso de progresiones armónicas e Inter dominantes hacia tonalidades lejanas.

Estas novedades en las concepciones armónicas y tonales dentro de la música bailable de la época se correspondieron con determinadas líneas melódicas. Así aparecieron discursos melódicos caracterizados por el cromatismo, la pentafonía y el empleo de la escala de tonos enteros.

En el aspecto tímbrico se mantuvo por un lado la adopción de los timbres ya tradicionales, con el reforzamiento de las diferentes secciones de instrumentos, y por otro, aparecieron cambios en las concepciones tradicionales en algunos de los denominados tríos o danzones. Por ejemplo, encontramos la presencia protagónica del cuarteto de cuerdas en las partes dedicadas al trio de flauta. Otra innovación aparece con la inclusión de la tumbadora con toda su riqueza politímbrica en los pasajes donde no intervienen las pailas, sobre todo en la parte del montuno. Este hecho convirtió a la agrupación en pionera en la incorporación de la tumbadora en este tipo de formato.

Todas estas características más algunas variantes rítmicas de géneros norteamericanos como el blue y el jazz, empleados de manera ocasional y la presencia novedosa en el danzón de motivos sincopados en las cuerdas, el piano y el bajo se sintetizaron en un nuevo estilo de danzón. Además, es de subrayar en algunas composiciones la fuerte presencia de elementos jazzísticos, en el tratamiento de las voces del coro, el movimiento del bajo, el acompañamiento armónico y en el concepto de instrumentación que se desarrolla en las cuerdas y el piano, como aparece en creaciones como Conozca a New York.

A esto hay que añadir el abundante empleo de temas de grandes obras de la música de concierto internacional, de la música norteamericana de concierto y popular, así como también de conocidas melodías de otros géneros musicales cubanos, que se desarrollaron dentro de un tratamiento danzonero.

Muestras del empleo de diversos temas de la música de concierto de todas las épocas y otros temas musicales de gran fama internacional, aparece en ejemplos como Rhapsody in Blue, y Broadway de Orestes López. En Broadway se destaca sobre todo el uso de escalas disminuidas, las variantes rítmicas de géneros de la música norteamericana utilizados en los violines en la segunda sección del trio de violines, y la aparición de un montuno en su variante sincopada entre los violines, y el piano.

Por otro lado, el danzón Los tres grandes, de Israel López ilustra las influencias de los ritmos afrocubanos. Israel trabaja el trío de violines de una forma particular la primera, sección A. un cuarteto de cuerdas expone los temas principales con cada instrumento en su registro habitual; sin embargo, en la sección B los violines se trabajan en el registro medio, y los cellos y las violas doblan la octava baja, esto imprime cierta variación al colorido habit
ual de esta parte. En la parte de flauta las cuerdas ocupan secciones completas dentro de ella, y en la parte central la flauta no interviene, y la melodía pasa a ser protagonizada por el cuarteto de cuerdas, mientras piano, contrabajo y guayo realizan acompañamientos rítmicos y armónicos. Se distingue esta obra por el uso de cromatismos melódicos y armónicos y el empleo de acordes disminuidos.

Por otra parte, aunque no se realizaron cambios esenciales a la estructura original del género, las secciones se hicieron más extensas y elaboradas, sobre todo en el caso de la última parte denominada mambo o montuno, de evidente influencia sonera. En este sentido se distingue el empleo de un bajo sincopado sobre el cual se exponían de forma libre una serie de improvisaciones en la flauta, en las que Arcaño realizaba los novedosos e imaginativos discursos por los que se distinguió en su época. A ello se sumaba la descarga en el piano, instrumento donde se sintetizaron elementos musicales propios de lo jazzístico y lo sonero e, incluso, la participación de toda la orquesta. Todas esas improvisaciones se caracterizaban muy en especial, por su gran fuerza rítmica.

Esta última sección donde se evidenciaba este "ritmo nuevo se amplió, de manera tal que, incluso, se eliminaron, en ciertas composiciones, algunas partes introductorias caracterizadoras del género en su forma musical original; asimismo también en algunos momentos y en ciertas obras se introdujo un coro con el correspondiente estribillo que contribuía a reforzar el ritmo que desarrollaba el bajo.

Es así como dentro de esta orquesta se creó y se llevó al máximo esplendor un danzón de nuevo ritmo de gran popularidad entre los bailadores, al punto que se gestaron nuevos pasillos coreográficos. A la vez esta novedosa modalidad, funcionó como punto de partida para el posterior desarrollo y concreción de otros géneros como el mambo y el cha-cha-chá, además de su influencia en otros géneros de la música popular.

En cuanto a la variedad en la explotación de los medios sonoros también aparecen ejemplos dentro del género de composiciones eminentemente instrumentales y otras, donde prima la exposición de un solista y la alternancia de este con un coro. Antonio Arcaño tocó su último baile al frente de su orquesta en 1958, en el Centro San Agustín, de Alquizar. Con el cerraba un ciclo de innumerables actividades bailables, programas en emisoras de radio de todo el país y grabaciones para la RCA Víctor y los sellos cubanos Puchito y Panart. Casi dos décadas después Arcaño reunió a antiguos integrantes de su orquesta y grabó para la EGREM muchas de las creaciones popularizadas por su agrupación.

El epíteto "Un as en cada instrumento y una maravilla en su conjunto” designó no solo una agrupación de músicos constitutiva de un punto culminante en la interpretación, como se revela en el alto nivel técnico artístico logrado en sus ejecuciones, sino que identifica, además, un hito creativo dentro de su época, hito que funcionó como un nuevo punto de partida para el desarrollo posterior de la música popular cubana.

Asimismo, muchas de las composiciones integrantes de su repertorio constituyen hoy día modelos de las más variadas manifestaciones del danzón a lo largo de una importante y definitoria etapa de su devenir histórico, a la vez que ejemplifican estándares o formas de realización danzoneras en la ejecución de uno de sus intérpretes por excelencia la orquesta Arcaño y sus maravillas.

Continuará

INSCRIPCION A LA ASOCIACION MEXICANA DE DANZONERO

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