CHUC-A-CHUC, CHUC-A-CHUC

 Por Leonardo Rosen “El Brujo del Danzón”.

Extracto del Boletín Danzón Club No. 172 (Junio, 2024)

En 2007, me encontraba muy ocupado, pero, con mucho entusiasmo dando clases de danzón en san Miguel de Allende, GTO. También había experimentado con la presentación de eventos públicos de baile en una plaza pública y en un Centro Cultural con resultados variados. Lo que quería hacer era presentar un evento más grande en un espacio público con entrada gratuita para promover el danzón y también ofrecer otros ritmos bailables, ya que SMA no era una ciudad danzonera. Además, pensaba en presentarlo con música en vivo. Sólo tenía a un amigo que compartía conmigo en este sueño, el C.P. Horacio Zepeda Garay (QEPD), mi "carnal". Para cristalizar el sueño, necesitaríamos el apoyo del gobierno municipal.

Yo tenía algo de experiencia con el aparato cultural del gobierno en otros contextos, pues, ya sabía con quién debía hablar. En el año 2008, San Miguel de Allende fue nombrado "Patrimonio Cultural de La Humanidad" por la UNESCO, dándonos un tiempo propicio para presentar nuestra propuesta. El gobierno no tenía el presupuesto para contratar a una orquesta danzonera de la CDMX para tocar regularmente en SMA, ya que no había ese tipo de orquesta en nuestra ciudad. Entonces, ¿Qué hacer? Un día, Dios concedió un pequeño milagro, verán.

Cierto día, cuando me acercaba a la entrada del famoso Instituto Allende cuando escuché una marimba, entonces, me acerqué y vi que solo estaba formada por dos músicos, un marimbista y un percusionista, tocando por propinas. Me gustó el sonido y se me ocurrió una idea para contratarlos, por lo que, que vivían en Querétaro, QRO, tenían un ensamble completo y sabían tocar el danzón además de una gama de otros ritmos bailables. Les pedí su tarjeta de presentación y el disco compacto de su banda, la cual llevaba el nombre de “Orquesta Marimba Tono 13”. Así empezó la relación que tenemos hasta la fecha. La entonces directora de Educación y Cultura de SMA, Lic. Verónica Agundis, nos dio la aprobación para presentar regularmente "El Danzón y Otros Ritmos Bailables con el Club de Danzón Mercerina" en el Jardín Principal de SMA, lo que todavía hacemos en 2024, Tono 13 y yo.

No he escrito mucho sobre nuestro público, es decir, nuestros bailadores. Por supuesto, un gran segmento consiste en residentes de San Miguel de Allende, la mayoría de mexicanos y una minoría de extranjeros. Frecuentemente, la verdadera mayoría de nuestro público consiste en turistas de otras partes de México, generalmente de la CDMX, también vienen muchos del norte de la República. En otros tiempos, había más bailadores del danzón que ahora en 2024, parcialmente debido a la creciente carencia de hombres en el danzón y generalmente en el baile social. Yo diría que la mayoría de nuestro público no pertenece a la cultura de aprender bailes sociales, sin embargo, muchos de ellos quieren bailar a su manera.

Entonces, ¿Qué es lo que quieren bailar? La respuesta es muy sencilla, ¡Quieren bailar la cumbia! La cumbia es de Colombia, y su ritmo tiene raíces africanas e indígenas. Estoy seguro que es el ritmo de baile más popular de América Latina, y no la salsa, claro que hay los que la bailan muy bien y con algo de arte. En cambio, su ritmo básico, "chuc-a-chuc, chuc-a-chuc" es perfecto para los que no saben bailar, pero quieren bailar. ¿Quién no puede entender "chuc-a-chuc, chuc-a-chuc"?

La cumbia es mi "maldición" en nuestros eventos, no es que no me guste la cumbia, la aprendí de hermosas y amables damas colombianas en Nueva York. El problema es que la mayoría de nuestro público podría bailar con mucha alegría la cumbia por horas y horas. Intento controlar esta tendencia, insistiendo en tocar otros ritmos y prometiendo al público a darles más cumbia muy pronto. Les cuento chistes, por ejemplo, cuando la banda va a tocar el gran éxito de Margarita, la Diosa de la Cumbia, "Que Nadie Sepa mi Sufrir", les digo que es lo que yo canto cuando oigo demasiada cumbia. Les digo que la Mujer Maravilla, Batman y Superman no podrían hacer nada contra la cumbia y el público no se ríe conmigo, sino se ríe de mí.

Empecé con la buena intención de promover y difundir nuestro querido danzón, pero he fracasado. Mis eventos han evolucionado al convertirse en un monstruo. "CHUC-A-CHUC, CHUC-A-CHUC."