Por Luis Pérez “SIMPSON”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 18 (Junio, 2011)
Dentro de la historia del danzón cubano, ha habido excelentes pianistas representativos de este género, pudiendo citar a Antonio María Romeu a quien con justa razón le pusieron el famoso sobrenombre de “El Mago de las Teclas” y no podía faltar otro singular pianista que fue Frank Emilio Flynn, sin embargo el que mayor reconocimiento obtuvo debido a su gran virtuosismo fue José “Cheo” Belén Puig, quien por su enorme habilidad para mover los dedos sobre el teclado se le llegó a nombrar indiscutiblemente como “El Rey del Piano” y fue considerado el mejor pianista de danzones de Cuba, hasta su fallecimiento.
Para mi gusto, los tres pianistas antes citados son verdaderamente virtuosos tomado como referencia y testimonio, una parte de sus grabaciones que han llegado a mis manos y que he tenido la oportunidad y placer de escuchar.
Hablar de “Cheo” Belén Puig es hablar de un genio y virtuoso del piano, arreglista, compositor, además de ser un ferviente amante y apasionado del danzón. Músico de nacimiento, la música la llevaba en la sangre misma, las notas musicales las heredó de su padre José Belén Puig, quien fuera notable clarinetista de la orquesta de Enrique Peña.
José “Cheo Belén Puig nació el 29 de diciembre de 1908 y vino a formar parte de los grandes compositores y arreglistas de danzón nacidos en la hermosa ciudad de La Habana. Desde pequeño, justamente a la edad de 8 años se sentó por primera vez ante un teclado, tomó clases de Orquestación y Composición en el Conservatorio Municipal y a los quince años tuvo la gran dicha de formar parte de la orquesta que dirigía su padre. Se sabe que también incursionó como pianista de cine dando musicalización a películas propias del cine mudo, se imaginan el doble agasajo de ver una película y al mismo tiempo escuchar al “Rey del Piano Danzonero”. Dominaba otros instrumentos además del piano, dominaba otros instrumentos, guitarra, acordeón y violín.
Se sabe que en 1927 grabó su primer disco para el sello Columbia tocando el piano en la orquesta de su padre, en los números “Ráscame aquí” y “El rey de los bongoseros”. Posteriormente fue panista de varias famosas charangas como la de Tata Pereira, Calixto Allende y Alberto Rivera, así como en orquestas de tipo jazz band que ya empezaban a hacer furor en la isla.
Por fin en el año de 1937 forma su propia Orquesta Charanga formada por puro “as” de la música, evidentemente “Cheo” al piano, Salvador Muñoz (violín); José Antonio Díaz (flauta); Daniel Reyes (timbal), Julio Safora (contrabajo); Francisco Vergara (güiro) y por si fuera poco el gran y popular cantante Pablo Quevedo, llamado ”El Divo de la voz de cristal”, quien lamentablemente falleció justamente un año antes de que esta orquesta hiciera su primera grabación. El principal valor de esta Orquesta Charanga se encuentra justamente en el compás netamente bailable del popular Danzón cubano.
“Cheo”, fue contemporáneo de “Abelardito” Valdez”, el compositor del danzón “Almendra” y curiosamente llevaron vidas musicales muy semejantes, ambos hijos de notables músicos, a temprana edad se integraron a las orquestas de sus padres y sobretodo danzoneros de 24 quilates.
Cronológicamente hablando, debemos remontamos a la época del surgimiento del Danzonete y el nuevo auge del Danzón Cantado donde aparecieron grandes cantantes cubanos como don Barbarito Diez, “la voz del Danzón”, Dominica Verges, Paulina Álvarez, Fernando Collazo y Abelardo Barroso entre otros.
Como podemos constatar, la gran mayoría de las grabaciones de la Orquesta Charanga de Cheo Belén Puig son precisamente danzones cantados y danzonetes para lo cual contó con grandes cantantes que se fueron sucediendo en la orquesta, como Alberto Aroche, Alfredito Valdés, Vicentico Valdés, Oscar Valdés Florencio Hernández (carusito), Paulina Álvarez (la Reina del danzonete) y Cheo Marquetti.
Aparte de ser como ya dijimos “El Rey del Piano”, Cheo, se destacó como arreglista, pero también como compositor de danzones entre los más significativos están "Flor de trébol", "San Lázaro te acompañe", "Un guajiro en la montaña", "Cojan puesto", "De san Pedrito llegó", "Meditación" y por si fuera poco, a lo largo de su carrera compuso mas cien temas de Danzones y Boleros.
Cheo finalmente se graduó de abogado llevando simultáneamente ambas profesiones, pero definitivamente el DANZÓN lo “aprisionó”.
Siguiendo la ley de la vida, “El Rey del piano danzonero” dejo de existir físicamente el 15 de mayo de 1971 en La Habana escribiendo un Poema Sinfónico, pero musicalmente hablando, alcanzó la inmortalidad a través de sus partituras y grabaciones, mismas que no deben faltar en el acervo de todo amante del Danzón.
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