Por Luis Pérez “Simpson”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 59 (Enero, 2015)
Lamentable noticia el fallecimiento de la actriz, cantante y bailarina cubana Ninón Sevilla este jueves 01 de enero de 2015 a los 93 años de edad, curiosamente el mismo día y mes pero en 1879 del nacimiento oficial del Danzón, paradójico la muerte de una Bailarina y un nacimiento de un ritmo, así es la vida.
No pocos me preguntarán, ¿Qué tiene que ver Ninón Sevilla con el danzón?, de hecho no es considerada como un icono danzonero, más bien es indiscutiblemente un icono y un referente inmovible de la época de oro del cine mexicano en su capítulo llamado “El cine de las Rumberas” , a ella le tocó la gran época del mambo y del chachachá, pero recordemos que el mambo es el hijo del danzón y el chachachá es su nieto, aparte de que en muchas escenas de sus películas aparece un danzón como fondo y hablando de danzón tenemos el sensacional danzón titulado Ninón Sevilla del que inmortalizó la orquesta Aceina y su Danzonera y según discografía fue el maestro timbalero Consejo Valiente Roberts, “Acerina” el que le compuso su danzón a esta Diva a quien indudablemente admiraba, lo que sí podemos dar por hecho es que Ninón Sevilla no pagó para que le compusieran un danzón como actualmente se estila en México y en la mayoría de los casos con personajes que solamente los conocen en su casa.
La pequeña Emelia, se crió al lado de su tía y de su abuela en el barrio del Centro Habana, sus primeros años de instrucción fueron en un colegio de monjas, ya que Emelia sentía cierta vocación religiosa y con muchos anhelos de convertirse en una misionera, sin embargo la jovencita poseía unas grandes cualidades y habilidades para el baile y el espectáculo que la hicieron desistir de sus ambiciones misioneras.
Según datos biográficos, sus inicios como bailarina se dieron en los centros nocturnos y cabarets de Cuba causando un verdadero furor tanto por su escultural figura como por sus felinos movimientos coreográficos sobre los escenarios. Ya con cierta fama se le contrató en el Teatro Martí de la Habana integrando el coro de los famosos comediantes cubanos que acompañaban a los humoristas Mimí Cal y Leopoldo Fernández, los sensacionales humoristas del serial cómico radiofónico La tremenda Corte.
Su llegada a México se remonta a 1940 contratada por la administración del Teatro Lírico de la ciudad de México para ser parte de un espectáculo estelarizado por la actriz argentina Libertad Lamarque, donde el público mexicano la ovacionó tanto que automáticamente la catapultó hacia el cine.
Su Debut en el cine mexicano fue en la película Carita de Cielo (1946), dirigida por José Díaz Morales.
Seguirían filmes como Pecadora (1947), Revancha (1948), Perdida (1949), Aventurera (1949) , Víctimas del pecado (1950) y Sensualidad (1950). Mujeres sacrificadas (1951), Llévame en tus brazos (1953), Club de señoritas (1955), Maratón de baile (1957) y Mujeres de fuego (1958).
Cartel de la película “Aventurera” (1949)
Cabe destacar que solo dos películas de esta Diva fueron filmadas en Cuba, me refiero a Mulata (1954), de Gilberto Martínez Solares, y Yambaó (1956), de Alfredo B. Crevenna donde realizó su primer desnudo en el cine, en una inolvidable escena nadando en un rio.
Ya en pleno otoño de su exitosa carrera artística participó en varias telenovelas ya en papeles secundarios.
El 28 de junio de 2002 teniendo como sede el Salón Tropicoso, de la Ciudad de México se le rindió un homenaje a los 58 años del inicio de la filmación de la película “Aventurera” y algo muy digno de destacar fue la presencia de la actriz Marga López (primera actriz de la película Salón México) y de la Bailarina Yolanda Montes, “Tongolele” quienes bailaron el Danzón “Juarez” ( en mi opinión lo más indicado hubiera sido haber bailado el danzón Ninón Sevilla), para el deleite del público asistente y por supuesto de la misma homenajeada. Ninón Sevilla quien fue sin lugar a dudas, la primera, la única, la original, la genuina Aventurera, las demás han sido solo viles remedos.
Foto histórica: Yolanda Montes “Tongolele”, Ninón Sevila y Marga López en el salón Tropicoso.
Recientemente, en 2014 la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas y la Cineteca Nacional le realizaron un homenaje por su exitosa trayectoria e influencia en el cine mexicano.
Alguna vez escuché en la radio y por una voz autorizada en la materia, que justamente Ninón Sevilla fue quien trajo a México al músico cubano Dámaso Pérez Prado, quien a la postre se convirtiera en “El Rey del Mambo”.
Finalmente, y en voz de su hijo, Genaro Lozano expresó lo que fue la última voluntad de su madre: “Que el pueblo sea feliz y que nunca la olviden. Ella dijo: Se va una diva, pero se queda su leyenda”.
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