Por Luis Pérez “Simpson”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 81 (Noviembre, 2016)
A partir del súbito surgimiento en México de un “neo-academismo danzonero” como método “científico”(algunos así lo consideran) para la enseñanza de la nueva forma de bailar el danzón, esto, a finales de los años ochentas, se ha tenido como una de sus lamentables consecuencias la ostensible segregación de los bailadores de danzón en dos grupos, el primero, el de los bailadores que pasaron por una academia, escuela o profesor que les enseñó la “nueva” forma de interpretar el danzón convirtiendo a este, prácticamente en un baile de teatro con una gran dosis de exhibicionismo, a este “selecto” grupo lo llamaremos “Los Académicos” y el segundo grupo digamos, lo forman todos aquellos bailadores que de una forma natural y práctica lo bailan a sentimiento, con espontaneidad, llevando el compás musical, utilizando sus pasos del baile y sobretodo, lo más importante, haciendo caso omiso de esos ridículos “rituales” y “figuras” inventados por los “snobistas académicos del danzón”, a este grupo que generalmente e injustamente son discriminados y objeto de burlas por parte de los “académicos” y que en muchas ocasiones (a mi me consta) al verlos bailar danzón los juzgan en tono “autoritario” diciendo sandeces como, “ese no sabe bailar danzón, es un lírico”, “mira como cucharea, se nota que es lirico” y otras más calamidades producto de la ignorancia de estos “neo-académicos”, pero lamentablemente, que les puedo decir, hasta algunos profesores de esos que se llaman “calificados” aseguran e insisten que a esos bailadores se les debe llamar “líricos”, oh, cuanta ignorancia y que equivocados están estos profesores que tienen el atrevimiento de transmitir a sus alumnos este tipo de falacias sin antes preocuparse por desempolvar el diccionario para encontrar el significado y aplicación de la palabra “lirico” que nada, pero nada tiene que ver con la disciplina dancística y, con un poco de “sarcasmo” diríamos que los bailadores de danzón están divididos en “Rudos y Técnicos”, esto a semejanza de la lucha libre.
Pero, amigos lectores, dejémonos de sarcasmos innecesarios y vayamos directamente al diccionario de La Real Academia Española para precisar lo referente a la palabra lírico:
“Lírico, ca.- Del lat. lyrĭcus, y este del gr. λυρικός lyrikós; la forma f., del lat. lyrĭca, -ōrum, y este del gr. [τὰ] λυρικά [tà] lyriká.
1. adj. Perteneciente o relativo a la lira, a la poesía apropiada para el canto o a la lírica.
2. adj. Dicho de una obra literaria: Perteneciente a la lírica.
3. adj. Dicho de un poeta: Que cultiva la poesía lírica.
4. adj. Propio o característico de la poesía lírica, o apto o conveniente para ella. Arrebato, lenguaje, talento lírico.
5. adj. Que promueve una honda compenetración con los sentimientos manifestados por el poeta. Una evocación lírica.
6. adj. Dicho de una obra en prosa: Que manifiesta en sus calidades estéticas valores análogos a los de la poesía lírica.
7. adj. Dicho de una obra de teatro: Total o principalmente musical.
8. f. Género literario, generalmente en verso, que trata de comunicar mediante el ritmo e imágenes los sentimientos o emociones íntimas del autor.”
Como dato adicional, encontramos lo siguiente “Ha recibido la denominación de lírico porque antiguamente en Grecia este género era cantado y el instrumento musical a través del cual se creaba la música se llamaba Lira y entonces de ahí devino su denominación.” **
Finalmente, amigos lectores, los exhorto a reflexionar y a dignificar al danzón, a devolverle su esencia lúdica, a simplificarlo y no complicarlo queriendo inventar el hilo negro. Digamos NO a la discriminación y a la difusión de falacias, recuerden “El Danzón es Cultura”.
Notas:
(*).- Al referirme a “Los bailadores”, hago la aclaración que se trata de bailadores y bailadoras para evitar críticas por omisión a la “equidad de géneros”.
(**).- tomado de: deficicionabc.com
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