Por Luis Pérez “Simpson”
Extracto del Boletín Danzón Club No. 92 (Octubre, 2017)
En México, la palabra “danzonera” tiene al menos dos significados, por una parte, entre la gente aficionada al baile de salón, se le llama “danzonera” a una bailadora que tiene preferencia y habilidades para bailar danzón, sin embargo este apelativo, gramaticalmente es erróneo, tanto, que ni siquiera, en esta “acepción” se encuentra en el diccionario.
El otro significado, el más correcto (bajo reserva), se dice que una “Danzonera” es toda aquella agrupación musical que interpreta exclusivamente danzones (hay excepciones), pero, en realidad el nombre más apropiado sería el de “Orquesta Danzonera”, pero, ya se tiene por costumbre muy arraigada a la tradición en nombrarla solamente como Danzonera y, así fácilmente identificamos el tipo de orquesta de la que hablamos.
Haciendo un poco de historia, la palabra “Danzonera”, surgió en México, precisamente en el hermoso puerto de Veracruz. En dicho lugar, a finales del siglo XIX existían agrupaciones musicales que ejecutaban danzones entre otros ritmos, estas agrupaciones eran las famosas “Charangas”, las Orquestas Típicas, ambas con el estilo cubano, así como, las veracruzanas y tradicionales “Guerrillas” y “Piquetes”, formados principalmente por 4 o 5 músicos. Ya consolidado y con bastante aceptación el danzón en Veracruz, llega en 1902 a este puerto el músico timbalero cubano Tiburcio Hernández, mejor conocido como “El Gran Babuco” quién en un principio formó parte de diversas agrupaciones musicales que solían interpretar danzones, pero, poco tiempo después formo su propia orquesta con una tendencia marcada hacia la ejecución del danzón y fue precisamente en 1905 que se da un hecho histórico presentándose en el “Recreo Veracruzano” con su primera Orquesta Danzonera.
Cabe señalar que también la orquesta del “Gran Babuco” fue la primera en recibir el término de Danzonera en la Ciudad de México (1), posteriormente, varias orquestas optaron por adoptar el nombre de Danzoneras incluso orquestas que ya existían antes de la formación de la orquesta del “Gran Babuco” como la legendaria de “Los Chinos Flores”. Lo anterior es muy importante y servirá para que no los engañen sobre cuál fue la primera Danzonera en México y en el mundo. Hago hincapié, que hablar de Danzonera, que por su especialidad y exclusividad en interpretar danzones, tiene la característica de ser un distintivo que tiene en relación con otras orquestas y agrupaciones musicales, esperemos que no se pierda tal distinción y tradición.
En cuanto a su instrumentación podemos decir que actualmente hay de dos tipos de Danzoneras, las de tipo Charanga cubana y la tipo Big Band, estas últimas, las más predominan en la Republica Mexicana (2).
La Danzonera tipo Charanga cubana, está formada básicamente por flauta transversa, 2 clarinetes, 2 violines 2 trompetas, un trombón o en su caso una “trompa barítono”, bajo, timbales o pailas, piano eléctrico o teclado, güiro y dependiendo del danzón se utiliza en alternancia la clave.
La Danzonera tipo Big Band está formada generalmente por una batería de 4 o 5 saxofones (este es su principal distintivo), mismos que dependiendo el danzón se cambian por clarinetes, 2 trompetas, un trombón, bajo, timbales o pailas, piano eléctrico o teclado, güiro , dependiendo del danzón se utiliza la clave. En algunas Danzoneras se utiliza también uno o dos violines.
Hay Danzoneras que también incluyen dentro de su instrumentación el bongó, las tumbadoras, acordeón y hasta la sublime marimba.
Es oportuno puntualizar que la mayoría de las Danzoneras carece de cantante, por tal motivo cuando ejecutan uno de esos danzones cantados lo tienen que interpretar de forma instrumental con lo cual se queda trunco lo que sería un exquisito danzón cantado y claro que hay innumerables danzones que tienen letras bellísimas. Se dan casos en los que algún músico le “entra al quite” y se atreve a cantar, pero más valdría que no lo hicieran ya que en la mayoría de las veces resultan un verdadero desastre estas vocalizaciones, lo que sí es un hecho, es que las Danzoneras han procurado contar con un locutor para anunciar los danzones y entretener por unos minutos a los bailadores, esto, mientras los músicos hacen el cambio de las “particelle” y, honestamente hay buenos locutores, que contrastan con otros que dejan mucho que desear y, desinforman al público con aberraciones sobre el danzón, lo malo es que no haya nadie que los oriente, ya que, siguen y siguen repitiendo las mismas imprecisiones desinformando a los bailadores.
Otra aspecto que no quisiera omitir, es el concerniente a los mitos que deambulan entre los bailadores y, uno de ellos consiste en la creencia de “si no incluye timbales, entonces no es Danzonera”, cosa más errónea, una Orquesta Danzonera se determina por el tipo de música y no por su instrumentación.
Es evidente que desde mediados de los años 80’s junto con el boom del Danzón en México, el número de Danzoneras ha aumentado, sin embargo, muchas de ellas a falta de promoción o de no contar con un contrato duradero en determinado salón de baile o plaza pública, estas Danzoneras desaparecen, ya sea de manera definitiva o de forma temporal, incluso, hay “Danzoneras de ocasión” que se forman exprofeso para determinado evento, reuniendo a músicos que habitualmente tocan en otras orquestas o danzoneras. lamentablemente varias de estas Danzoneras han prácticamente desaparecido y, lo único que queda de ellas es el nombre y el lugar donde hicieron su debut y despedida.
Por otra parte, hay algo curioso, las Danzoneras, por lo general se encuentran “atrapadas” musicalmente, es decir en el 99.9% de sus interpretaciones utilizan la estructura musical híbrida del maestro cubano José Urfé y rara vez tocan danzones de “ritmo nuevo”, o “danzon-cha”, claro, que la estructura musical “urfeliana”, cae como “anillo al dedo” para montar las rutinarias coreografías.
Otro punto a observar, es el concerniente a la composición de danzones, mismo, que considero como una actividad de suma importancia para la trascendencia del danzón, pero contrario a las expectativas, la mayoría de la “nueva producción” de las Danzoneras, son transportaciones de otros ritmos o danzones especialmente compuestos para determinados personajes muy “relacionados” con el danzón, en ambos casos estos danzones son completamente intrascendentes, ya que, en su mayoría obedecen a intereses comerciales y, solo en pocos casos, algunos compositores han creado danzones donde se nota la dedicación, la habilidad en la composición armónica, es decir danzones con la firme idea de trascender o por lo menos que sean referentes de esta nueva época. Resulta inverosímil que desde 1934 año en que se compuso el danzón “Nereidas”, obra el maestro Amador Pérez Torres “Dimas”, no se haya compuesto otro danzón mexicano que al menos le llegue a los talones.
Por supuesto que hay más aspectos de que hablar sobre Las Danzoneras, mismos que se van a “quedar en el tintero”, pero, como dice el título, es solo un “apunte informal”.
Notas:
1.- Datos tomados del libro ”Salón México, historia Documental y Gráfica del danzón en México° de Jesús Flores y Escalante.
2.- Omitiré nombrar a las Danzoneras con el fin de que sean ustedes, estimados lectores quienes las distingan y califiquen.
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